CuZeando en la Ciencia

El modelo educativo

España necesita un sistema que garantice la igualdad de oportunidades de todo el alumnado y no pretenda igualar a la baja cuando el objetivo debe ser estar con los mejores

Archivo - Imagen de recurso de alumnos de un instituto.

Archivo - Imagen de recurso de alumnos de un instituto. / EUROPA PRESS - Archivo

Tomás Gestoso

Tomás Gestoso

Esta semana hemos celebrado el Día Internacional de la Educación (24 de enero) en medio de la polémica suscitada por las medidas anunciadas por el Gobierno para reforzar la enseñanza de las matemáticas y la lengua, su negativa a implantar una EBAU única en todo el territorio nacional y, todo ello, tras la debacle de gran parte de las comunidades autónomas en el Informe PISA.

Desde el Gobierno han anunciado por sorpresa que incluirán en los Presupuestos Generales de este año una partida económica para reforzar la enseñanza de las asignaturas de matemáticas y lengua. Aparentemente esta es su respuesta a los malos resultados de los estudiantes españoles en matemáticas y comprensión lectora en el informe PISA en buena parte del país. Entre las medidas que barajan se encuentra ofrecer un incentivo económico a los profesores que enseñen matemáticas con un sentido "socioafectivo", según promueve la Lomloe, para reducir el rechazo de los alumnos hacia esta asignatura.

Centrarse en Matemáticas y Lengua supone un giro en las políticas educativas del PSOE, que siempre relegaba las asignaturas instrumentales a un segundo plano. Sin embargo, lo hace para someterlas a su concepto de la educación, que es el aprendizaje competencial, basado en las emociones y la afectividad

Realmente, las medidas presentadas se asimilan a una enmienda a la totalidad de su propia orgánica, la Lomloe. Centrarse en Matemáticas y Lengua supone un giro en las políticas educativas del PSOE, que siempre relegaba las asignaturas instrumentales a un segundo plano. Sin embargo, lo hace para someterlas a su concepto de la educación que es el aprendizaje competencial, basado en las emociones y la afectividad. Es decir, el Gobierno vuelve a insistir en algo que se ha demostrado fracasado y que gran parte de los profesionales de la educación creemos que es un error, que es la política educativa en competencias en lugar de contenidos. Por otra parte, el Gobierno llega tarde, ha esperado al Informe PISA para fomentar unos planes de refuerzo que se implantan en Castilla y León desde 2008. Además, la financiación inicialmente prevista de 500 millones de euros para toda una legislatura es escasa teniendo en cuenta que no solo hay que ofrecer al alumnado el propio refuerzo sino también formar al profesorado.

Respecto de la EBAU, Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, el Gobierno se opone a implantar una prueba única en todo el territorio nacional. Es decir, se opone a establecer nexos de unión en igualdad de acceso a la universidad en todo el territorio español. La igualdad de oportunidades no se puede enfrentar al mérito y al esfuerzo porque van de la mano.

El Gobierno de España debe tomarse en serio la educación, tenemos un sistema educativo apoyado en una ley desfavorable y nociva que está provocando una pérdida de competitividad con respecto a los países de nuestro entorno. Aunque, sin duda, copiar medidas aplicadas por Castilla y León es cierto, no suponen más que un parche de lo que realmente necesita la política educativa, un sistema que garantice la igualdad de oportunidades de todo el alumnado y no pretenda igualar a la baja cuando el objetivo debe ser estar con los mejores.

(*) Profesor de Física y Análisis de Datos

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