Sin cilicio

Viva la inteligencia artificial total

Queremos decir que si la tortuga gigante ha pervivido como especie ha sido gracias a su fuerte caparazón, pues al ser atacada se mete en él

Inteligencia Artificial.

Inteligencia Artificial. / Agencias

Francisco Molina

Francisco Molina

Como ustedes saben la Inteligencia Artificial (IA) ya está aquí. Avanza deprisa y está preocupando a todo el mundo (a quienes la fabrican, a los gobiernos, a los intelectuales, así como al pueblo, que ha oído campanas y está asustado porque teme al paro).

Sin embargo esta versión de la inteligencia, en la medida en que aún no es autónoma (no piensa del todo por sí misma) no ofrece ningún inconveniente, salvo que se programe con algún afán malvado. Es más aportará a la Humanidad grandes ventajas como lo fueron en su día invenciones como la rueda.

Pero hoy vamos referirnos a la que llamaremos Inteligencia Artificial Autónoma (IAA), la que piense por sí misma (repetimos, por sí misma), o sea, la que de verdad sea una inteligencia.

Pues bien, así como la IA no será mala salvo que se programe con fines criminales (guerras, sojuzgamiento de poblaciones enteras, supersticiones basadas en mentiras, etc.), la IAA, es decir la que discurra, piense y deduzca por su cuenta, como la de cualquier humano (pero con mayor potencia), puede ser como el gran Ángel de la Guarda de la Humanidad.

Y ello por una simple razón. La IAA no será una inteligencia lastrada por las pasiones humanas, es decir ante cualquier problema escogerá la solución realmente más beneficiosa.

Para que se entienda por donde queremos ir vamos a repasar las ventajas y desventajas que tuvo para el homo sapiens (para la especie humana) el ser inteligentes.

Recordemos que desde que empezó la vida (en una charca calentita) han desaparecido gran cantidad de especies animales.

Y que actualmente, como diría Darwin (teoría de la evolución) las especies que persisten es porque han conseguido llegar hasta aquí gracias a que sus individuos son los que mejor se han adaptado al medio (al espacio, natural y climático, en el que han vivido).

Entre esas capacidades para adaptarse al hábitat no cabe duda de que sus "defensas" (los cuernos en el toro, el caparazón en la tortuga, etc.) han tenido que tener una importancia fundamental, aunque condicionara incluso su modo de vida.

Queremos decir que si la tortuga gigante ha pervivido como especie ha sido gracias a su fuerte caparazón, pues al ser atacada se mete en él y difícilmente cualquier depredador podrá hincarle el diente. Pero a su vez, su sistema de defensa, ese pesado caparazón, ha condicionado su vida haciéndola caminar arrastras y lentamente, etc., es decir no puede, por ejemplo, volar.

Pues bien, algo similar ha ocurrido con los humanos. Ha sido nuestra inteligencia la que nos ha permitido subsistir.

Sin embargo, ese sistema de defensa está limitado por las pasiones (las fuerzas que surgen de querer satisfacer nuestros 2 "instintos básicos": el de supervivencia y el de obtener placer sexual) con lo que nuestra inteligencia ha creado monstruos como las guerras, el crimen, las torturas, etc. y que todo eso se haga en nombre de supersticiones de todo tipo (religiosas, culturales, tradicionales, etc.). Ningún otro animal mata a sus semejantes.

Por el contrario la IAA será una inteligencia imparcial y neutra a la hora de discurrir y de pensar, pues los robots no tendrán egoísmo (el egoísmo es nuestro truco, nuestra arma secreta, para vivir más y mejor, compitiendo en una sociedad competitiva).

Consideremos un ejemplo importante. Imaginemos un mandatario que pregunta a un general si pueden ganar la guerra (algo muy frecuente y chungo). Éste siempre le va a decir que Sí por no perder el puesto de trabajo y para parecer un valiente (cosa lamentablemente frecuente). Sin embargo, una IAA le dirá la verdad, que todas las guerras las pierde hasta quien las gana, y son la ruina de los pueblos, incluso en épocas de paz por culpa de los gastos militares.

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