Zamoreando

Ministerio de Bloqueos

Oscar Puente está encantado de conocerse, se gusta como es, tal cual

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, durante una sesión plenaria del Senado, a 12 de diciembre de 2023, en Madrid (España). Tras el Pleno del Congreso donde se ha realizado el primer debate de la proposición de Ley de Amnistía

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, durante una sesión plenaria del Senado, a 12 de diciembre de 2023, en Madrid (España). Tras el Pleno del Congreso donde se ha realizado el primer debate de la proposición de Ley de Amnistía / Diego Radamés - Europa Press

Carmen Ferreras

A día de hoy, si eres político y Oscar Puente no te ha bloqueado, no eres nadie. No sé si el Ministerio que se honra en dirigir hará una gran legislatura. Lo que sí sé, es que le ha cogido el saborete al bloqueo y ante cualquier imponderable adverso, bloquea en las redes a todo aquel que le incomode, critique o simplemente discrepe. O estas con Puente o estas contra Puente. El resultado siempre es el mismo: el bloqueo.

A este paso se va a quedar más solo que la una. Como alguien se confunda en una coma o un punto y la frase pierda sentido, ¡zas!, bloqueo al canto. Menuda legislatura nos espera. En lugar de dar la cara, por si se la parten, hay mucho osado por ahí suelto, se parapeta en las redes y juega constantemente a darle al botón de bloqueo. Me parece un comportamiento tan pueril que me da más pena que otra cosa. Oscar Puente no digirió bien la pérdida del Ayuntamiento de Valladolid, en las urnas, como consecuencia arrastra un trauma que no oculta.

Es un reñidor nato. Lo mismo le da el vecino del quinto que el del asiento de al lado en el AVE, que la presidenta de la Comunidad de Madrid, los delegados de Movilidad y Políticas Sociales, el jefe de opinión de un diario nacional o cualquiera que firme una columna que no sea de su agrado. Menos mal que a mí no puede bloquearme. Entre otras cosas porque no estoy en las redes sociales ni falta que me hace. Para encontrarse con tipos así, siempre malhumorados, es mejor vivir al margen y en paz con una misma y con los demás entre los que, obviamente, nunca podrá encontrarse este señor.

Por lo que he leído y me cuentan, todo el mundo deplora las formas y modales de este señor que resulta un tanto brusco. Me quedo con la educación, con los modos y maneras que sí aprecio en los políticos que no hacen ostentación del cargo a fuerza de malas caras, palabrería barata y bloqueo. Estoy por apostar que esto del bloqueo de Puente va a dar mucho que hablar. Me gustaría que encarara la legislatura con otro talante, me temo que me voy a quedar con las ganas.

No me gustan aquellos políticos que sólo atienden y entienden el halago fácil, que parece gustarles que les tiren permanentemente de la levita, que necesitan escuchar constantemente cantos de sirena, que todo en derredor sean alabanzas. Menos rodearse de "cortesanos" y más acercarse a los ciudadanos que no tienen las mismas oportunidades que los corifeos de turno. Estos, proliferan entre semejante grey y no les dejan progresar adecuadamente en sociedad..

Que no, que Puente se ha equivocado en su guerra con Ayuso, podría solventare el tema con más clase, pero, a ver quién es el guapo o la valiente que se lo dice. Salvo Sánchez. Y Sánchez no está por la labor de reprender a sus ministros. Para guapo ya está él. Sería el colmo que su ministro de Transportes, por un quítame allá ese desacuerdo, también lo bloqueara. Oscar Puente está encantado de conocerse, se gusta como es, tal cual. Yo de Sánchez lo nombraría ministro de bloqueos, porque me da que el Transporte va a salir muy perjudicado. A los trenes de cercanías de Madrid le remito.

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