Zamoreando

Lo de Marisa a Isabel

Concha Velasco no tenía color político cuando ejercía de actriz

Marisa Paredes en la capilla ardiente de Concha Velasco

Marisa Paredes en la capilla ardiente de Concha Velasco / Telecinco

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

La chica ye-ye se ha ido a los 84 años, casi, casi recién cumplidos. Nos ha dejado a todos un poco huérfanos de su sonrisa contagiosa, de su alegría, de su saber escénico, de su profesionalidad. La luz que de ella emanaba se iba tornando macilenta. La vida de Concha Velasco se estaba apagando lentamente sin que apenas nos diéramos cuenta de ello. Concha era patrimonio de España y de todos los españoles, independientemente de la ideología que profesara la gran actriz vallisoletana. Cuando Concha se ponía en la piel de Las chicas de la Cruz Roja, Teresa de Jesús o Inés de Ulloa; cuando Concha españoleaba junto a Manolo Escobar, José Luis López Vázquez, Sazatornil o Alfredo Landa. Cuando Concha daba la réplica a Fernando Guillén, Paco Rabal, José Sacristán o Fernando Fernán Gómez. Cuando Concha daba vida a las heroínas de Gala, Galdós y Cela no había color político alguno. No había ideología que la apartara del favor del público. Concha no tenía color político cuando ejercía de actriz. Tenía admiradores de todos los colores.

Por eso ha sido lamentable lo ocurrido en la capilla ardiente de Conchita Velasco, donde estaba recibiendo un flujo constante de muestras de afecto por parte de familiares, amigos y fervientes admiradores de todos los espectros políticos. El hecho se produjo en la visita de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Otra actriz, que ni siquiera es pariente lejana de la vallisoletana, puso el grito en el cielo exclamando: "Por Dios. ¿Pero qué hace aquí? ¡Fuera!"Y yo me pregunto, ¿quién es Marisa Paredes, por muy presidenta de la Academia del Cine que haya sido, para vetar a nadie en función de su ideología? ¿Con qué autoridad se atrevió a decir semejante barbaridad? Otra que milita en la progresía que se ha inventado la izquierda, otra que hace del odio al color político su bandera, otra de las actrices sectarias que ha dado el cine español. Lo de Marisa a Isabel ha sido vergonzoso y denigrante.

No sé si Marisa Paredes acudió en alguna ocasión a la residencia en la que se encontraba su homóloga de Valladolid, aunque fuera para girar lo que se da en llamar "visita del médico". Lo dudo. Sin embargo, Isabel Díaz Ayuso sí visitó a Concha en la residencia, departiendo amigablemente con ella y recordando su trayectoria artística. Sólo los hijos de la actriz podrían haberse pronunciado en ese sentido. Pero, no, tuvo que ser la progre de turno que tantos "Estudio 1" nos regaló, con Franco en el poder. La Paredes se ha vuelto a retratar ella solita. A lo mejor se está postulando para un cargo en el Gobierno. Tampoco me extrañaría mucho. Lo que ignora la Paredes es que en las redes son miles las personas que le han espetado eso de "me gusta la fruta". A mí también.

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