Zamoreando

No es manía

Los ya exministros tienen derecho a una pensión indemnizatoria

Las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, en el debate de investidura

Las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, en el debate de investidura / Eduardo Parra - Europa Press

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

No, no es manía, de verdad, lo prometo. Haría lo mismo si fueran otros los protagonistas de la noticia. Y me daría igual que se situaran a la izquierda y a la izquierda de la izquierda, que a la derecha y a la derecha de la derecha. Porque el asunto es indignante, yo diría que vergonzoso y a los españoles que las pasan canutas para llegar a fin de mes, estas noticias les sientan como una patada en el culo, con perdón.

Resulta que tres de los defenestrados por Sánchez: la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra: la ministra de Igualdad, Irene Montero; y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, no se vuelven para casa con las manos en los bolsillos. Su salida del Gobierno no afectará en absoluto a su economía. Los ya exministros tienen derecho a una pensión indemnizatoria que equivale al 80% de su retribución anual, cosa que se producirá durante, al menos, los dos años siguientes a su cese. Los tres "ex" podrían cobrar casi 6.000 euros al mes. Concretando, los tres "ex", pueden cobrar una pensión de 5.294 euros mensuales. Son cifras que a todos dejan ojipláticos por lo abultado de las mismas.

Encima, los tres "ex", no se han distinguido por haber hecho un buen trabajo al frente de sus dignos ministerios. La Belarra en lugar de ministra ha actuado como activista. La Montero ha derrochado dinero a espuertas en su cruzada feminista a su manera. Y dio la sensación, durante su mandato, que Garzón barría para fuera de casa en materia de ciertos alimentos, como la carne, con los que se empleó a fondo.

Decía un señor en una tertulia de barra fija con otros tres amigos o lo que fueran, que se trata de "los tres peores ministros" del Gabinete Sánchez, los tres "ex" "más incompetentes" que se recuerda. Sin embargo, después de no hacer nada, encima se llevan una sustanciosa indemnización que se mantendrá en el tiempo a lo largo de los dos próximos años. Al común de los mortales trabajadores no les tienen en tanta consideración. Encima, estos tres se reengancharán haciendo virutas, porque tienen que devolverle a Sánchez el desprecio que no consiste en vestir cierta camiseta con mensaje o lanzarle una puyita en la toma de posesión de sus sucesores. No. Prometen dar guerra.

Menos Garzón que ha pedido la baja voluntaria, sus dos ex compañeras volverán a lo que mejor saben hacer, el activismo feminista de vía estrecha, el de las ocurrencias disparatadas que pusieron en el disparador al feminismo serio. ¿Cómo va a haber dinero para proyectos sociales y de infraestructuras si esta gente se lo lleva en caliente? Resulta que los secretarios de Estado cesantes también tienen derecho a una indemnización, que tampoco es manca.

Me estoy dando cuenta de que hay más ministros cesantes. Pilar Llop, Raquel Sánchez, Héctor Gómez, Miquel Iceta, José Miñones y Joan Subirats que también podrían percibir su correspondiente indemnización o bien renunciar a ella de forma voluntaria. No creo. Por cierto, no tenía ni idea que algunos de los mencionados ocuparan una cartera ministerial. ¡Vaya perfil bajo, bajísimo el suyo!

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