Ciencia Frikción

Queratopigmentación

La novedosa operación para modificar el color de los ojos que triunfa entre las influencers de moda y escandaliza a los oftalmólogos

Queratopigmentación

Queratopigmentación / Alba Martín

Alba Martín

No muchos habréis entendido lo que significa el título del artículo, pero para eso estoy yo, para explicaros lo que es la queratopigmentación.

Todos conocemos a alguien que ha fantaseado con la idea de tener los ojos claros o incluso nosotros hemos pensado en tenerlos azules o verdes. Hasta hace años, esa idea era inconcebible, pero ahora está más al alcance de lo que pensamos.

El color de nuestros ojos está determinado por la cantidad de melanina que tenemos en ellos. Los ojos más oscuros tienen una mayor cantidad de melanina en las capas frontales del iris, mientras que los ojos más claros cuentan con menos. Esto está determinado por los genes, aunque puede variar en las diferentes etapas de la vida –los bebés tienen los ojos más claros– o en ciertos momentos del año –en verano se aclaran debido a la luz del sol, aunque este no resulte perjudicial, se recomienda llevar gafas de sol como forma de protección–.

Desde hace poco, se ha puesto de moda una novedosa técnica para cambiar el color de los mismos contando con la tecnología láser, que varias influencers ya han realizado escandalizando a los oftalmólogos del mundo.

Esta técnica es parecida a la que se da en tatuajes. Su acción se basa en romper las moléculas de melanina para dar a los ojos un aspecto más claro

Esta técnica es parecida a la que se da en tatuajes. Su acción se basa en romper las moléculas de melanina para desintegrarlas con mayor facilidad y dar a los ojos un aspecto de color más claro, añadiendo un colorante delante de la córnea. No obstante, las consecuencias que acarrea pueden ser nefastas.

En tatuajes, la tinta es «comida» (lo que la gente con bata llama fagocitar) por unos glóbulos blancos llamados macrófagos, que se almacenan en ese espacio conteniendo la tinta y van destruyuendo poco a poco esas moléculas. Por eso, los tatuajes se expanden después de hacerlos. Cada vez que uno de estos macrófagos se rompe y suelta la tinta, el siguiente macrófago recoge lo que se ha derramado y continua con el trabajo de la anterior célula, lo que hace que esa tinta se vaya desvaneciendo y haya que repasar los tatuajes. El láser rompe esas moléculas de tinta en moléculas más pequeñas, más fáciles de fagocitar y, por lo tanto, de eliminar.

Ya sé lo que os estáis preguntando: «Y si funciona con tatuajes, ¿por qué con los ojos no, eh, Alba?» Tranquilos, que a eso voy. Los ojos son una parte más sensible que la piel y, aunque el láser de los tatuajes también puede acarrear problemas, son menores que en el caso de los ojos y con un tratamiento más sencillo.

En los ojos, según la Sociedad Española de Oftalmología (SEO, para los amigos) puede producir ojo seco, sensibilidad a la luz, pérdida de visión y ceguera. A mayores de ello, también puede causar problemas en futuras intervenciones, como pueden ser las cataratas o de retina, que necesitan que la córnea sea completamente transparente; además de causar rechazos al ser un cuerpo extraño en el organismo y problemas a largo plazo que todavía se desconocen.

Aprende más sobre este tema escuchando Ciencia Frikción, un podcast de la Universidad de Salamanca creado por María Llorente, Alba Martín y Alan Nunes. Accede a través de este enlace.

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