Los títulos universitarios

El universitario debe olvidarse de que el Erasmus es un período de vacaciones, para eso, quédate en tú casa

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Cartas de los lectores

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"El valor de una educación universitaria no es el aprendizaje de muchos hechos sino la formación de la mente para pensar". Albert Einstein.

Leía, recientemente, una columna en un diario económico sobre si sirven de algo los títulos universitarios.

He de manifestar que, con independencia de lo que puedan opinar los directivos de las empresas y jefes de recursos humanos, a la hora de seleccionar a su futuros empleados, acerca de si es o no necesario o imprescindible, haber cursado una carrera universitaria para desempañar un determinado puesto de trabajo; mi humilde opinión, es que el estudio de una carrera universitaria, amén de proporcionar una formación humana que bien aprovechada, afecta a la formación integral de la persona, en todos sus aspectos, siempre y cuando el paso por la Universidad sea bien aprovechado por el estudiante universitario y, éste no solamente se ha limitado a tomar apuntes o estudiar los manuales que los profesores recomiendan para superar los exámenes y obtener un título, que les habilite para el ejercicio de una profesión, mejor o peor remunerada, sino a formarse, que es lo verdaderamente importante.

El paso por la Universidad, con mayúscula, tiene que ayudarnos a desarrollar no solo nuestras facultades personales, adquiriendo conocimientos sobre la materia que estudiamos, sino también a desarrollar otro tipo de habilidades que, tiendan, en el futuro más inmediato del universitario, a favorecer el bienestar personal y social.

Durante la permanencia en la Universidad, el estudiante universitario debe ejercitarse en una serie de hábitos, como son la responsabilidad, el orden, la disciplina, el compañerismo, la solidaridad y a saber realizar trabajos en equipo.

El paso por la Universidad física, por sus aulas, seminarios y laboratorios, tiene que marcar a la persona, en su formación, comportamiento, razonamiento y empleo de un vocabulario a la altura de las circunstancias. Creo honestamente que los estudios universitarios, al menos en la obtención de la primera licenciatura, ahora grado, deben ser presenciales, esto es, con asistencia diaria a clase, relación con los compañeros, asistencia a conferencias y a todo tipo de cursos y seminarios, que te vayan capacitando para el posterior ejercicio profesional.

Creo que el cursar el Erasmus es básico, porque mejora el nivel del idioma, te ayuda a responsabilizarte, vas a tener la oportunidad de conocer a estudiantes de otros países e integrarte en una sociedad y ambientes distintos. El universitario debe olvidarse de que el Erasmus es un período de vacaciones, para eso, quédate en tú casa.

Les anticipo que, los de universitarios de mi época, no tuvimos la oportunidad de cursar Erasmus, los que ahora la tienen, ¡aprovéchenla!

La creación de vínculos con los profesores, compañeros de carrera, te servirá para tu formación y forma de relacionarte, en definitiva, para aprender y formarte en lo que verdaderamente te gusta y a resolver los problemas complejos que en tu ejercicio profesional se te van a presentar que, seguro, no serán pocos y, te ayudarán en el futuro a ir creciendo profesionalmente.

Las empresas a la hora de seleccionar a sus futuros empleados valoran la capacidad para de resolución de problemas, el pensamiento analítico y creativo y la inteligencia social.

No olvidemos que la titulación universitaria, te facilitará el presentarte a oposiciones de un determinando nivel o acceder a puestos de trabajo más cualificados y, en consecuencia, en principio, con mejores condiciones salariales y posibilidades de ascenso y promoción profesional, pues, a medida que tengas una mayor experiencia profesional, en el mercado laboral tienes la posibilidad de acceder a puestos de más responsabilidad y en principio, de mejor remuneración, aunque no siempre la remuneración es acorde a la responsabilidad depositada en el empleado.

Creo que la titulación universitaria, en momentos como el actual, es muy conveniente y debe ir acompañada del manejo de las nuevas tecnologías y del dominio de idiomas, no solamente a nivel de conversación, sino de negociación.

Nuestra formación debe ser acorde a las necesidades reales del mercado laboral, que no son pocas...

Los cambios que se aprecian, en los últimos años, son máximos, especialmente en cuanto a habilidades, tecnología, informática, e inteligencia artificial.

Les animo a los jóvenes y, a los no tan jóvenes, que aún están dentro del mercado laboral a formarse diariamente, pues, es lo que exige el momento.

No quisiera terminar estas líneas, sin citar la célebre frase de Nelson Mandela:"La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo."

Hemos de luchar, todos juntos, para romper las cadenas de la ignorancia.

Pedro Bécares de Lera

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