Zamoreando

Máximo histórico

El magnífico, por su trabajo, compromiso e implicación, Comité Antisida de Zamora, tiene todavía, a día de hoy, mucho trabajo al respecto.

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

La razón del poeta es incuestionable: "Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar". No siempre pasamos haciendo camino, pero pasamos, como pasan las modas, aunque a veces retornan, como pasan las horas y se suceden las estaciones, como pasan los días, los meses y los años, y como pasa la vida. Quedar, lo que se dice quedar, quedan los recuerdos, las obras y las enfermedades que se niegan a desaparecer. Tanto dinero como se despilfarra en gilipolleces cuando debería destinarse a la investigación de enfermedades que se han cronificado en nuestras vidas: la enfermedad del olvido, el cáncer y tantas otras.

Especial atención merecen las enfermedades de transmisión sexual que no son un recuerdo del pasado, sino que están vigentes en el presente, causando estragos. Parece tal que estuviera hablando de otro tiempo que se antoja lejano, pero no. Europa, la vieja Europa, registró un máximo histórico de 17 millones de casos notificados de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) bacterianas en 2019. A ello hay que añadir un fuerte aumento, 49%, en los nuevos diagnósticos de VIH, alcanzando un total de 1,5 millones de casos. El magnífico, por su trabajo, compromiso e implicación, Comité Antisida de Zamora, tiene todavía, a día de hoy, mucho trabajo al respecto.

Me parece terrible que las enfermedades de transmisión sexual estén batiendo un récord histórico en Europa. Habría que hacerse muchas preguntas al respecto. Que así lo asegure uno de los centros de investigación sobre VIH/ETS del campus Can Ruti, pionero en esta materia a nivel mundial invita a la reflexión. Este centro ha puesto de manifiesto el resurgimiento de estas enfermedades en Europa en la última década, lo que supone un problema de salud pública alarmante. Lo que nos faltaba.

Estimo que Europa está en la obligación de reorientar las estrategias de prevención y control ya que no están funcionando adecuadamente ante tan brutal incremento de casos. Y es que, pese a los numerosos avances en el diagnóstico y tratamiento, los datos de que se dispone están poniendo en jaque uno el objetivos de eliminar las epidemias de VIH, hepatitis viral y ETS. Conviene saber que las regiones del norte y oeste de Europa muestran tasas más altas por cada 100.000 habitantes, "posiblemente debido a la existencia de sistemas de vigilancia y notificación de casos más rigurosos". El problema viene dado, según destaca el estudio y consiguientes informes por nuevas poblaciones clave como son los migrantes, refugiados, trabajadores sexuales y hombres que tienen sexo con hombres, todos ellos con acceso limitado a servicios de salud.

Los investigadores apuntan de igual modo a las disparidades en la atención sanitaria y la escasez de recursos en algunos países, lo que supone un gran obstáculo para las estrategias de prevención y control en Europa que vive estos últimos años un preocupante máximo histórico, que sigue en aumento, en enfermedades de transmisión sexual.

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