Zamoreando

Oro verde

Los robos en las explotaciones de aceitunas se han multiplicado

Campos de olivos.

Campos de olivos. / nito/Shutterstock

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Ni amarillo, ni rosa, ni blanco. El oro más demandado en la actualidad, el que cotiza muy alto es el oro verde. No espere usted a verlo en forma de sortija, de pulsera o de pendientes. El oro verde cuelga de los árboles. Hoy día, quien tiene un olivar tiene un tesoro de gran valor y quien posee una almazara bien pertrechada de aceituna, es un nuevo millonario. Lo malo es que las preocupaciones siempre van unidas a la prosperidad.

La mayor preocupación de los propietarios de estas nuevas "minas" de oro verde son los robos y el estraperlo de aceituna. Ha leído bien, sí, estraperlo, como antaño maricastaño. El subidón del aceite ha traído como consecuencia los asaltos a las fincas olivareras que se han multiplicado por dos en estos últimos tiempos. Nunca el campo había sufrido tanto robo como desde que se produjo la escalada de precios del aceite.

Un puñado de aceitunas de Finca La Torre.

Un puñado de aceitunas. / EPC

Según parece los contrabandistas no desaparecieron con el siglo XX. Aquellos hombres y mujeres que se jugaban la vida para poder sobrevivir del estraperlo, fundamentalmente de café, tienen en los contrabandistas de aceitunas y aceite del siglo XXI a los continuadores de una actividad que si bien entonces se hacía para poder sobrevivir, en la actualidad tiene otras connotaciones relacionadas con la delincuencia o casi.

Según algunas de las principales organizaciones agrarias, los robos en las explotaciones agrarias se han multiplicado en los últimos años y, en el caso particular de la aceituna, se han duplicado o triplicado, según los casos y las provincias. Las más perjudicadas son Sevilla, Córdoba, Granada o Almería, por citar las más afectadas aunque no son las únicas. Afortunadamente, la Guardia Civil está logrando grandes éxitos, interviniendo importantes partidas de aceitunas robadas, pero no todas, con el consiguiente quebranto para la economía de los propietarios de las fincas asaltadas.

Las cosechas son cada vez más escasas pero, al mismo tiempo, de excelente calidad. Como todo el mundo sabe, los precios han experimentado incrementos estratosféricos y la relativa facilidad para dar el golpe en grandes extensiones al aire libre y con una seguridad limitada explican el incremento de la delincuencia relacionada con el oro verde que, de seguir así, llegará a cotizarse en bolsa.

Me permito incluir un dato para comprender cómo el fruto del olivo se ha convertido en un botín preciado: en apenas un año el kilogramo de aceituna ha pasado de comprarse a 0,70 euros a multiplicarse por dos, hasta los 1,40 euros. Detrás de estos robos siempre hay compradores sin escrúpulos. Más que un brillante o un rubí, lo suyo ahora es llevar engarzada en una sortija una buena aceituna. Acabarán sustituyendo a las destinadas a la pedida de mano, como el precio siga el crescendo actual que nadie logra detener.

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