De la osadía a la tomadura de pelo solo hay un tris

Dos años después de anunciar el proyecto para Monte la Reina la provincia sigue descapitalizándose de material humano

Exterior del campamento militar de Monte la Reina. | Emilio Fraile

Exterior del campamento militar de Monte la Reina. | Emilio Fraile / Luis Garrido

Agustín Ferrero

Agustín Ferrero

Viene a resultar que el PP le ha exigido al PSOE que diga qué diantres se está haciendo con lo de la puesta en marcha de la agrupación militar a instalar en el antiguo Campamento de Monte la Reina. Porque lo cierto es que, desde octubre de 2021, en el que se dio el pistoletazo de salida por parte de la ministra de Defensa, contando con el respaldo expreso del presidente del Gobierno, poco se ha dicho al respecto.

Dos años han transcurrido y la provincia sigue descapitalizándose de material humano. Por cada tres defunciones solo cabe contarse un nacimiento. Y hay que recordar que esa despoblación fue el principal motivo para tomar la decisión de instalar allí ese acuartelamiento.

Está muy bien que el PP se preocupe por estas cosas. Claro que debería haberse interesado también hace cinco años, cuando en 2018 se le hizo esta misma propuesta al presidente Rajoy, y respondió que le parecía de maravilla. Pero lo cierto es que no movió un dedo al respecto, no fuera a ser que se le echara encima la "Santa Compaña".

Zamora se desangra, pero para la delegada del Gobierno las acciones en aras a parar la hemorragia no parecen correr prisa. Ni lo de Monte la Reina, ni nada que se le parezca, porque a la pregunta del PP sobre la fecha de puesta en funcionamiento, la respuesta fue la de que "sería una osadía dar fechas concretas, pero el trabajo que se está haciendo es continuo".

Está muy bien que el PP se preocupe por estas cosas. Claro que debería haberse interesado también hace cinco años, cuando en 2018 se le hizo esta misma propuesta al presidente Rajoy, y respondió que le parecía de maravilla. Pero lo cierto es que no movió un dedo al respecto, no fuera a ser que se le echara encima la «Santa Compaña»

Se da la circunstancia de que cualquier proyecto tiene al menos dos fechas, la del comienzo y la del final, de manera que no se observa osadía por ninguna parte. Sin embargo, sí parece correr prisa, y mucha, la negociación de una amnistía con los catalanes, ya que desde hace tiempo se cuenta con una fecha.

Y lo de que el trabajo que se está haciendo "es continuo" no deja de ser una inconcreción similar a la empleada por Miguel Ángel ante el papa Julio II (al menos en la película "El tormento y el éxtasis" de Carol Reed ) cuando el papa le preguntaba a propósito de los frescos de la Capilla Sixtina: "¿Cuándo la terminarás?" Y la respuesta siempre era la misma: "Cuando la acabe", o "Cuando pueda", según la biografía de Giorgio Vasari, compañero de estudios de Miguel Ángel.

Miguel Ángel pudo permitirse discutir con el papa, cuando los papas tenían ejército para hacer guerras de vez en cuando y engendrar hijos ilegítimos. Eso pudo hacerlo porque él era un genio, el único capaz de llevar a buen fin aquella obra de arte enseña del Renacimiento italiano.

La respuesta de la señora delegada no es una osadía, pero solo hay un tris para que pudiera ser considerada una tomadura de pelo. No tanto para el PP, pues quizás mereciera tal respuesta, pero sí para los zamoranos, cuya expectación por este proyecto supera con creces el interés que unos y otros parecen estar mostrando. Michelangelo Buonarroti no habría aguantado una respuesta así, porque le habría hecho caer encima un chorro de pintura desde lo alto del andamio donde estaba engarabitado para poder pintar el techo.

Atribuir a cualquiera de los actores políticos cualquier parecido con aquel genio del Renacimiento sí que sería una osadía hacerlo. Tampoco compararlos con el maquiavélico papa que decía que podían más las armas que los anatemas. Porque, afortunadamente, ninguno tiene el poder de aquel papa, apodado "El Terrible", que lo mismo se ponía la estola y la casulla para decir misa, que se calaba la armadura y desenvainaba la espada para descuajaringar unos cuantos enemigos en el campo de batalla.

Tampoco vale eso de echarse la culpa unos a otros, como vienen haciendo habitualmente los partidos políticos: unos por otros la casa por barrer.

A propósito de esto último, me viene a la memoria una escena de Don Juan Tenorio (Escena X, Parte I) cuando Don Juan, un pájaro de cuentas, le da un pistoletazo a Don Gonzalo de Ulloa, el intransigente padre de Doña Inés, dejándolo más tieso que una mojama. Y no contento con ello le llega a decir "Ulloa, pues mi alma así, / vuelves a hundir en el vicio / cuando Dios me llame a juicio / tu responderás por mí".

Esto último, con pelos y señales, se encargará de recordárnoslo "La Tijera" dentro de unos días en el Teatro Principal.

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