Zamoreando

Toro de fiesta

Cada toresano es protagonista y a la vez figurante de la puesta en escena

Toro recrea la vendimia tradicional

Toro recrea la vendimia tradicional / M. J. Cachazo

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

En Toro sí que saben divertirse. En Toro sí que saben organizar buenas fiestas. El Carnaval, San Agustín y la Fiesta de la Vendimia son tres de sus mejores ejemplos. No sabría con cuál de las tres quedarme. Por eso, me quedo con todas. En la fiesta de la vendimia que recién terminó el pasado domingo, Toro lo petó. Estuvo a rebosar de gentes llegadas de todas las latitudes, atraídas por una fiesta única y una ciudad llena de encantos.

No he visto lugar donde la gente sea tan participativa como en Toro, hombres y mujeres, chicos y grandes. Ellos son los que hacen grande la fiesta. Son los que llenan calles y plazas convocados por un buen vino y por la música, siempre presente. Todos los grupos musicales de la ciudad tienen un hueco importante en la programación festiva. Me estoy acordando de dos auténticos cracks, que juntos se llaman "Españoleando" y que tienen mucho predicamento en la ciudad de doña Elvira. Cada toresano es protagonista y a la vez figurante de esa magnífica puesta en escena que es el Desfile de Carros, todo un espectáculo que recogen las cámaras internacionales de distintos canales de Televisión de todo el mundo que se sienten atraídos por la singularidad del festejo.

Todos los pueblos de la Tierra del Vino, del alfoz toresano, y ya puestos, de la provincia entera, pienso también en Arribes y Los Valles, deberían desfilar en la capital del vino ese día señalado que es capaz de congregar a miles de personas en torno a una fiesta que ha ido ganando con los años. Me contaba el alcalde de Toro que en los cinco días que han durado las fiestas, por Toro habrán desfilado más de cincuenta mil personas.

Bares, restaurantes y chiringuitos, llenos a rebosar, han hecho el agosto durante unos días que se antojan cortos. La fiesta de la vendimia se ha convertido, además de la más multitudinaria de cuantas se celebran en Toro, la que atrae a un mayor número de turistas. Toro, o a quien corresponda, está tardando mucho en solicitar la declaración de Interés Turístico Nacional para una fiesta tan singular.

Toro lo tiene todo para el divertimento. Lo mejor su gente que se presta como pocas a cualquier celebración, además, aporta buenos hospedajes. A parte de sus conocidos hoteles están los palacios con encanto. Se me ocurre el de Rejadorada, el de mayor valor histórico de los que cuenta la ciudad, y son muchos. Rejadorada rezuma historia por todas sus piedras, un palacio ligado al nombre de Antona García, Juan de Monroy e Isabel I de Castilla. Un lugar privilegiado que tiene en Mercedes y Ana a sus más grandes valedoras. Ellas son el alma de un recinto sin igual. Mercedes y Ana, dos toresanas que tienen la fortuna de estar al frente de un palacio ante cuyos balcones desfila la Fiesta de la Vendimia en estado puro. Toro, de fiesta, es única.

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