Zamoreando

¿Quién dijo gratuita?

Todo son gastos, agravados en el mes de la vendimia por la vuelta al cole

Vuelta al colegio

Vuelta al colegio / Carlos García

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Cuando llegue septiembre no todo será maravilloso. Para unos porque finalizarán las vacaciones, para otros porque no saben qué hacer con los días que les quedan por disfrutar y para los padres con hijos en edad escolar porque empieza el calvario de los libros y del material escolar. La queja razonada y razonable de los padres es siempre la misma: los libros son caros de narices. La inversión es grande. Bien cuando funciona para el futuro de sus vástagos, malo cuando abandonan. ¿Quién dijo que en España eso de estudiar es gratuito? Ni las becas dan ya para muchas florituras. De calidad en la enseñanza, Zamora va bien, a tenor de los reconocimientos que reciben tantos de nuestros centros, sin olvidar la formación profesional que por estos lares va como un cañón o eso tengo entendido.

Lo que los gobiernos de España están en la obligación de hacer, ya que no puede ser con carácter retroactivo, es iniciar el proceso de la gratuidad del material escolar que trae a los padres por la calle de la amargura. Menudo retorno de vacaciones. Y todos los años más de lo mismo. Todo el mundo tiene derecho a vivir, las librerías también, no se me vaya a enfadar María José Jambrina, pero de otra manera, sin que el bolsillo de los padres se vea asaltado de esa forma.

En la España donde todo sube, y Zamora es parte de ella, nosotros no somos como el independentismo que antepone el derecho a decidir al interés general de los ciudadanos, no solo a cesta de la compra está en subida constante, el material escolar tiene unos precios que se me antojos desorbitados. Encima existe una cierta competencia entre algunos o todos los centros educativos y las librerías. Estamos en la recién estrenada segunda quincena de agosto, empiezan a notarse los días, oscurece antes y cuando queramos darnos cuenta, el otoño asomará por el calendario. Puede que meteorológicamente no se note tanto, pero en los bolsillos familiares, merced al material escolar, ¡vaya que se notará!

Si al otoño le da por venir frío, se añadirá un quebradero de cabeza más: el recibo de la luz. Porque las compañías no se rinden, siguen empujando hacia arriba un recibo que se torna una condena. Total, todo son gastos, agravados en el mes de la vendimia por la vuelta al cole, que lejos de ser algo romántico, entrañable, familiar, infantil y juvenil, se convierte en un incordio debido al gasto que suponen los libros.

¿Quién dijo que en España la gratuidad en la enseñanza es absoluta? Eso sucede en Turquía y en algún que otro país de nuestro entorno, pero no en España y por supuesto en esta Zamora nuestra que debe seguir luchando por su población y por su bienestar

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