Romance zamorano de gestos y teatrillo político

Gobernanza hay, mas los micros no se quedan en silencio / ¡Lealtad es lo que se espera! Y lo que nos pide el pueblo

Javier Faúndez, en el pleno para su nombramiento como presidente de la Diputación con la capa alistana.

Javier Faúndez, en el pleno para su nombramiento como presidente de la Diputación con la capa alistana. / Emilio Fraile

Laura Rivera

Laura Rivera

Alcaldes y concejales a los que el pueblo votó / hace poco conformaron la nueva diputación. / En el que fuera en su día Hospital de Encarnación / juraron o prometieron por su conciencia y honor / (también por imperativo legal la izquierda votó) / veinticinco diputados, que en su ayuntamiento son / representantes del pueblo que fue quien los eligió.

¡Cómo no hacer un romance y contar lo que pasó!

Con la mayoría aplastante que a los del PP les dio / la gente de la provincia zamorana, la que ardió / no hace más de un año apenas, y de penas nos sembró / la Culebra, Carballeda, los Valles y ¡qué se yo! / miles de hectáreas de tierras a las que el fuego arrasó / porque el PP de la Junta de incendios no preparó / el operativo a tiempo... ¡El tiempo todo borró!

¡Frágil memoria del pueblo que tan pronto se olvidó!

Y por mayoría absoluta a Faúndez se eligió / presidente de tan digna e inútil institución / que parte y reparte euros, casi siempre a discreción, / entre los ayuntamientos a los que el pueblo votó.

Nada más ser elegido la capa se colocó / de la comarca de Aliste, de donde él es regidor. / ¡Un buen gesto como hicieron días antes muchos alcaldes / de Aliste que se pusieron la capa como homenaje / a los pastores de antaño, aunque después fuera traje / de honor, de fiesta, de novios y otras religiosidades.

Cogió el bastón con la capa, y con la capa juró / el cargo de presidente de nuestra diputación. / Mas con el calor que hacía enseguida abandonó / el gesto que es homenaje al lugar donde nació, / para decir que conoce cada pueblo y cada alfoz, / para atender a los pueblos desde la diputación. / Cuando se quitó la capa, lo convencional volvió / al discurso del que ha sido diputado y senador / y sin embargo a los pueblos el agua aún no llevó.

Por eso lo que era un gestó que todo el mundo aplaudió, / la bella capa alistana que con orgullo lució, / se deslució con promesas que hasta ahora no cumplió. / Tal vez como presidente haga más que el senador: / esperaremos cien días de cortesía, por favor.

Pero el que no se ha esperado, pues ni un respiro le dio, / fue el diputado Requejo, ex socio de este Señor / que hoy ostenta con orgullo el cargo que antes mostró / el que era de Ciudadanos y Zamora Sí fundó. / ¡Qué malo es el fuego amigo cuando los amigos son / sólo por la conveniencia y no por la convicción! / Porque después del discurso, tras la capa y el bastón, / resulta que en el Palacio había un vino español / para celebrar supongo lo que Requejo entendió / como sarao dedicado al presidente en su honor. / Gasto innecesario –dijo- el que en fromago partió / y repartió pan y queso, y también promocionó / alimentos de Zamora ¡mas nunca un vino español! / ¡El buen gesto de la capa deslució el vino español!

Pero el actual presidente de lesa diputación / que cuando fromago se hizo como un cobarde calló, / esta vez bien se ha vengado del que fue su antecesor / diciendo que lo del queso nos costó más de un millón. / Y que ya no está dispuesto a gastar en relumbrón / ¡Cómo se pierden aliados que no son de convicción!

En Zamora capital donde el PP no gobierna / de teatrillo han tildado los partidos de derechas / el acuerdo al que han llegado los partidos de la izquierda / para la estabilidad o no andar siempre a la greña. / Los que en las comunidades pactan con Vox sin vergüenza / de haber dicho lo contrario hace poco y con firmeza, / en la capital del Duero se llevan a la cabeza / las manos porque se tarda en acordar, sin sorpresas, / lo que nunca se ha negado porque actúan con franqueza.

Dicen que han tardado mucho: ¡mucho menos tardan ellos / en renunciar a principios, programas... ¡llegar a acuerdos / donde lo que importa es el reparto del gobierno! / Y con éste el del poder y con ello el del dinero.

Al presentar los acuerdos, no se escaparon los gestos / que pese al tiempo empleado aún dejan algunos flecos / sueltos. No importantes pero... muy simbólicos al menos: / Guarido y Gago en la mesa el micro no compartieron, / pero tampoco apagaban cuando estaba interviniendo / uno de los dos. Los micros se acoplaban y por ello / con claridad periodistas no podían entenderlos.

Gobernanza hay, mas los micros no se quedan en silencio / ¡Lealtad es lo que se espera! Y lo que nos pide el pueblo.

Aunque Zamora se olvida sobre todo entre los grandes / tras convocar elecciones por parte de Pedro Sánchez / en la dipu, ayuntamientos y en muchas comunidades / se ha seguido trabajando, con gestos de prioridades.

Desde el propio ayuntamiento y sin esperar los pactos / se ha desplazado hasta Porto al joven concejal, Pablo / Novo, que no es nuevo en los temas ferroviarios / para defender los trenes que en Porto se han apoyado: / que pasen por Tras os Montes los que sean necesarios / para llegar a Zamora y más allá. E ir forjando / nuevos caminos de hierro y abrir el que fue cerrado, / Ruta de la plata, y trenes para el futuro inmediato.

Como prioridad se marca el presidente que es nuevo / en el cargo de la dipu, el Consorcio de bomberos: / para resolver problemas que plantean los bomberos, / hace demasiados años y que tampoco son nuevos. / ¡Se nota que es importante y que tememos al fuego! / El que destruyó la tierra hace un año o algo menos. / Y que no puede taparse con la capa que del duelo / también fue símbolo duro ¡también fue el más triste gesto: / ¡De la tierra calcinada, la capa lloraba en medio!

Ganas de llorar me daba ver que en la diputación / donde estrenaban con capa y vino corporación, / más de cinco años pasaron de olvido sin intención / de recuperar memoria, "paz, piedad, verdad, perdón". / Al saber que hace cinco años en el Pleno se aprobaba / recuperar la memoria, la dignidad olvidada / de quienes represaliados por el franquismo enterraban / en los legajos y archivos que en diputación guardaban. / Por su memoria y por ellos, y en nombre de camaradas / que con su lucha trajeron las libertades a España / tras prometer lealtades mi puño se levantaba: / Un gesto por esta tierra cada vez más despoblada, /

Finalizados los gestos de nuestras municipales / sin dar descanso a los pueblos llegaron las generales. / Y los ganadores de ahora y en fechas inmemoriales, / la derecha que hace siglos que campa por estos lares / que se despueblan, se olvidan (de aquí no se acuerda nadie) / decide hacer su campaña en el pueblo de Corrales. / Feijó el del PP promete de esta provincia acordarse / y llevar hasta la tele estas nuestras soledades / de pueblos sin consultorios, sin escuela, tienda y bares. / Esta tierra de Zamora tal vez saldrá en el debate / y tal vez hasta se hable del buen pueblo de Corrales.

Mas en llegando a Moncloa, ya veremos lo que ha sido. / Sabemos que no es lo mismo prometer que dar el trigo.

Pero Zamora resiste y se viste camisetas / para con luz de la lumbre apoyar a la Culebra. / Para seguir cuceando echándole morro y jeta / y decir, majos y majas, que hay que luchar por la tierra.

¡Salud, hombres y mujeres de esta tierra zamorana! Con este gesto despido estos ripios desde mi alma.

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