Zamoreando

Otro vientre de alquiler

Se trata de Ana Obregón, porque si fueran Pepita Pérez o Juanita López, hubiera pasado desapercibido

Ana Obregón, en la portada del Hola.

Ana Obregón, en la portada del Hola. / Ana Obregón, en la portada del Hola.

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Llevamos unos días en los que no se habla de otra cosa. Desayunamos, almorzamos y cenamos con Ana Obregón. No es que la sentemos a nuestra mesa, es que entra en nuestros hogares a través de la tele y de la infinidad de publicaciones que se han hecho eco de la tan traída y llevada gestación subrogada de la criaturita que, al final, ha resultado ser su nieta. La noticia ha traspasado fronteras. Medio mundo habla del asunto y el otro medio, Irene Montero incluida, critica la temeridad, la intrepidez, la falta de ética y no sé cuántas cosas más de esta mujer de 68 años que ha hecho realidad, de forma nada ortodoxa, desde luego, el deseo de su hijo que para eso dejó su esperma a la posteridad. Una posteridad a la que hemos llegado en tres años.

Si habrá trascendido la noticia, que los ‘vientres de alquiler’ están de moda. Una moda que la Montero identifica como una forma de violencia contra la mujer a la que no se puede ‘humillar’ de forma tan flagrante. Se trata de Ana Obregón, porque si fueran Pepita Pérez o Juanita López, hubiera pasado desapercibido.

Si habrá trascendido la noticia que los zoológicos del mundo se están planteando esa posibilidad para tratar de salvar especies en peligro. Hasta tal punto es así que expertos de Alemania y Japón preparan un proyecto de maternidad subrogada con una hembra joven de rinoceronte blanco, para tratar así de salvar al rinoceronte blanco del norte que se encuentra en grave peligro de extinción; actualmente sólo quedan tres ejemplares con vida (un macho y dos hembras) que viven en el parque de conservación de Ol Pejeta en Kenia.

No hay otra alternativa segura que no sea el ‘vientre de alquiler. Y eso, siempre y cuando no se presenten complicaciones. No sé qué tendrá que decir Ione Belarra, artífice de la Ley Animal en España. Si quieren salvar al rinoceronte blanco del norte, o hay vientre de alquiler o los expertos no ven otro desenlace que su extinción. Cuando se cumple un lustro de la muerte del último macho, un grupo internacional de científicos afronta la fase final de su lucha para recuperar el animal, técnicamente extinto. Anda, que si no es por Ana Obregón y su osadía, ni se les hubiera ocurrido esa posibilidad.

La verdad es que lo de ‘madre de alquiler’ suena un poco fuerte pero, a ver qué se hace cuando no se puede hacer otra cosa. En el caso del rinoceronte blanco ninguno de los intentos de reproducción han tenido éxito, quizá porque los ejemplares existentes son ya muy mayoricos ellos.

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