Zamora de la Semana Santa: la otra Zamora

Ya va siendo hora de dejar de lado el victimismo y nos pongamos manos a la obra

UN GRUPO DE COFRADES ESPERA SU SALIDA , DETRAS UNA FOTO DE LA VIRGEN DE LAS ESPADAS

UN GRUPO DE COFRADES ESPERA SU SALIDA , DETRAS UNA FOTO DE LA VIRGEN DE LAS ESPADAS / EMILIO FRAILE

Angel San Juan

Angel San Juan

Si Zamora, tiene o no tiene capacidad de organización y movilización de la población, basta con darse una vuelta por esta ciudad en los días de la Semana Santa, y observar lo que acontece en ella, para sacar sus propias conclusiones. Podrá observar una ciudad volcada en un ritual tradicional, con una característica a destacar: el fervor y recogimiento religioso popular, tan característico de estas tierras.

En una sociedad plural como la actual, coexisten posturas y actitudes diferenciadas frente al ritual semanasantero: hay personas que les mueve participar desde el fervor cristiano heredado de sus ancestros, hay otros ciudadanos que observan y disfrutan el arte exhibido en nuestras calles, callejuelas y plazas, con esas imágenes que no solo rezuman arte y estética, sino escenas patéticas de la vida y muerte, y algunas gloriosas como la de la Resurrección del personaje más grande que ha existido en la historia del mundo: Jesucristo, portador del mensaje más hermoso y humano: el del amor al prójimo como a uno mismo.

Lo triste de este pasaje semanasantero, es que ese fervor y confraternidad no se mantenga a lo largo y ancho del año, y que esa capacidad organizativa, no se extrapole a otras áreas del quehacer humano, que hagan posible el desarrollo de los recursos humanos y materiales que posee esta provincia y lamentablemente no utiliza, más que un par de semanas al año.

Lo triste de este pasaje semanasantero, es que ese fervor y confraternidad no se mantenga a lo largo y ancho del año, y que esa capacidad organizativa, no se extrapole a otras áreas del quehacer humano,

Señas de identidad como ésta, sólo utilizada de forma parcial, pero que dejan al descubierto la infrautilización de los recursos con que contamos.

Estas líneas son una sencilla llamada de atención, con el fin de que los zamoranos internalicemos de una vez por todas, las posibilidades potenciales existentes para el progreso y desarrollo de esta tierra, y seamos conscientes del mal uso o infrautilización que hacemos de ellas, salvo como en el caso de la Semana Santa donde exhibimos dotes y cualidades invisibles en las demás ocasiones.

Ya va siendo hora de dejar de lado el victimismo tan cacareado por estos pagos, y nos pongamos manos a la obra, para generar riqueza y esperanza para todos, y en especial para el magnífico número de jóvenes, que tienen que abandonar esta tierra, para ganarse la vida en otros lugares que les ofrecen las posibilidades de desarrollo personal que aquí les estamos negando.

La amabilidad con que acogemos a los que vienen de fuera a participar en los desfiles procesionales, la gastronomía en base a los productos de la tierra, el arte de la arquitectura e imaginería religiosa, el placer de andar por nuestras calles, son algunos de los extraordinarios atractivos para venir a visitar Zamora, en unos días inolvidables compartidos con todas aquellas personas que tengan a bien desplazarse para goce y disfrute de este extraordinario patrimonio, que en breve esperamos sea calificado de universal, o si lo prefieren de la humanidad

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