Como zamorano nacido hace bastantes años en la calle Sacramento, casi al lado del monumento a Viriato, felicito al Ayuntamiento de Zamora y a la Fundación Fundes, por el acuerdo y convenio entre ambas entidades, que ha permitido la reciente instalación de la hermosa estatua en bronce titulada “ Adán después del pecado” del gran escultor zamorano Eduardo Barrón, en la céntrica Plaza de Sagasta.

Tal elemento escultórico-urbanístico no sólo adorna y realza tal plaza, sino además el buen nombre, categoría y prestigio de nuestra ciudad, si se une además a la pequeña maternidad del escultor Baltasar Lobo que embellece la Plaza de los Momos, la del acertado Merlú de Antonio Pedrero, en la Plaza Mayor y la del monumento a viriato, de igual escultor barrón, en la plaza del mismo nombre de viriato.

por cierto, que muchos zamoranos no hemos sabido nunca, los motivos que determinaron su cambio de emplazamiento natural en el centro de la plaza, donde jugábamos de pequeños, al extraño lado o ángulo oeste de la misma, con la consiguiente desaparición de las zonas ajardinadas que había.

como tampoco hemos comprendido: a) el traslado del hermoso arco de la independencia erigido junto al entonces cuartel viriato, que servía de gran monumento a la entrada de zamora, por la carretera de valladolid-tordesillas-toro, a su emplazamiento actual frente al cementerio de san atilano, después de pasar por el paseo de san martín, y b) el traslado de la gran fuente trasladada desde la parte baja de este paseo, a la plaza de la constitución y por fin al lado del llamado sillón de la reina, con los naturales e importantes costes de obra.

y aprovecho la ocasión por último, para pedir al ayuntamiento de zamora, con todos los respetos debidos, la urgente sustitución, si no estuviera ya prevista por el mismo, de los soportes de luz de la calle benavente y de la plaza de la constitución por auténticas farolas y no por unos soportes semejantes a unos pobretones e impropios canalones. muchas gracias.

José Donato Andrés