DESPLOME BURSÁTIL

Quién es quién en el consejo de administración de Grifols

Tres de los 11 miembros del consejo pertenecen a la familia Grifols y comparten asientos con un ex embajador de Estados Unidos en España y la presidenta de la comisión oncológica del Hospital Universitario Vall d'Hebrón, entre otros

El presidente de honor de Grífols, Víctor Grífols Roura.

El presidente de honor de Grífols, Víctor Grífols Roura. / EP

Paula Blanco

Grifols arrastra dificultades desde abril de 2022, fecha de la adquisición de la empresa alemana Biotest por 1.413 millones de euros. Desde entonces, la deuda de la farmacéutica se ha acumulado hasta alcanzar la inmensa cantidad de más de 9.500 millones. El fondo bajista Gotham City Research ha utilizado esta cifra para publicar un informe demoledor sobre los resultados de la compañía. En el documento se le acusa de manipular sus cuentas y ocultar parte de su deuda. Las acusaciones han provocado el desplome de los títulos de Grifols hasta un 50% en la apertura del Ibex 35 y ha cerrado la sesión con un descalabro del 25,91%. Tras el rechazo de la CNMV sobre los datos aportados por Gotham City, la sociedad catalana se escudó en que sus cuentas "están totalmente refrendadas" por su auditor KPMG, quien todavía no se ha pronunciado al respecto. El informe también afecta a los once componentes del consejo de administración de Grifols, últimos responsables de la empresa y de las cuentas publicadas. ¿Quiénes forman parte de él?

La cabeza visible de la farmacéutica es el suizo Thomas Glanzmann. Es el tercer presidente ejecutivo en cinco meses: en febrero de 2023 sustituyó a Steven F. Mayer, quien a su vez llegaba al cargo tras la retirada de Victor Grifols. El antiguo vicepresidente de la firma compagina la responsabilidad de ser al mismo tiempo el consejero delegado y es consejero desde abril del 2006. No son los únicos puestos directivos que ha ocupado. Entre 2006 y 2011 fue consejero delegado y presidente de Gambro AB y antes de llegar a este cargo fue consejero delegado y director general de HemoCue AB, vicepresidente senior y senior corporate officer de Baxter Healthcare Corporation, presidente de Baxter Bioscience , consejero delegado de Immuno International y Presidente de European Biotech Group, entre otros. Su llegada al puesto más alto de Grifols coincidió con la necesidad de acometer profundos cambios obligados para optimizar las cuentas del grupo y desarrollar los planes futuros de expansión.

La familia fundadora, en el consejo

En el consejo de administración hay tres miembros pertenecientes a la familia catalana fundadora: Raimon Grifols (vicepresidente y director general corporativo, hermano del ex presidente), Víctor Grifols Deu (director de operaciones, hijo del ex presidente) y Albert Grifols Coma-Cros (consejero ejecutivo). Los dos primeros fueron consejeros delegados con carácter solidario desde el 1 de enero de 2017, cuando sucedieron al hermano de Raimon Grifols, Víctor Grifols Roura, quien además dejó su silla en el consejo de administración el pasado diciembre pese a mantenerse como presidente honorífico. Y los tres ostentan distintos cargos en los órganos de administración de diversas sociedades del Grupo Grifols, como el 'family office' Scranton Enterprises, núcleo del polémico informe de Gotham City.

Además de ser consejero delegado solidario, Raimon Grifols fue secretario no consejero del consejo de administración entre 2001 y 2015 y también consejero y vicesecretario del consejo en 2015. En 2016 fue socio del bufete de abogados Osborne Clarke, fundado por el también consejero de Grifols y hombre de confianza de la familia, Tomás Dagá. Víctor Grifols Deu, por su parte, fue consejero ejecutivo en mayo de 2016. Se incorporó al Grupo en 2001 como analista en el Departamento de Planificación y Control, donde ascendería a director en 2008, y entró a formar parte en el Comité Ejecutivo. Albert Grifols fue el último nombre de la familia en incorporarse al grupo. Su llegada se remonta a 2004 al entrar, como Víctor Grifols, como analista en el Departamento de Planificación y Control. En 2013 asumió el puesto de director de Tesorería Corporativa y se trasladó a Irlanda como director general de la firma entre 2018 y 2020.

Ex embajador estadounidense y Osborne Clarke

Uno de los consejeros más relevantes de Grifols es James Costos, que entró en el consejo de administración en octubre de 2020. Diplomático americano y licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Massachusetts, fue embajador de Estados Unidos en España y en Andorra entre 2013 y 2017. En la actualidad preside Secuoya Studios en Madrid. Además, es miembro del consejo de administración de PJT Partners, asesor senior del F.C. Barcelona y director general sénior del Grupo Tecnológico de Venture en Dentons. Ha sido nombrado miembro de la Junta de Becas Extranjeras J. William Fulbright y forma parte del mundo humanitario como consejero de Human Rights Campaign y cultural, como el Museo Reina Sofía.

Carina Szpilka Lázaro, también consejera independiente de Abanca y Meliá, forma parte del consejo de administración desde mayo de 2015. La actual socia de KFund Venture Capital fue presidenta de Adigital, formó parte en 1998 del equipo fundador de ING Direct en España y ocupó el puesto de CEO en dicha entidad desde 2010 a 2013 después de dirigir la filial francesa desde 2008 a 2010. En el consejo también aparece Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones, consejero de Grifols desde mayo de 2015. Es socio fundador de Portobello Capital, la gestora responsable de inversiones en empresas como Angulas Aguinaga, donde es vicepresidente, y también es miembro del comité ejecutivo y Hotels & Resorts Blue Sea, donde es consejero. Entre 1993 y 2005 ocupó el puesto de subdirector general en Banco Santander y miembro del consejo de administración de Ibersuizas Gestión SGECR entre 2005 y 2010.

En el consejo también se encuentra Montserrat Muñoz Abellana, licenciada en ingeniería química por el Institut Químic de Sarrià de Barcelona y cuenta con varios programas de desarrollo ejecutivo en el IESE, INSEAD y la London Business School. Durante 17 años y hasta finales de 2022 fue alta ejecutiva en Danone, donde ha sido vicepresidenta de operaciones de nuetrición médica a nivel mundial, directora general de nutrición médica en Iberia y vicepresidenta de ransformación Digital de la Cadena de Valor. Comparte asiento con Susana González Rodríguez, ldirectora ejecutiva en Rockwell Automation donde, desde enero de 2019, ha desempeñado el cargo de presidenta de las regiones de Europa, Oriente Medio y África. También es directora general de Rockwell Automation B.V. y miembro del Global Business Women Leaders Council por el Conference Board.

La parte más técnica la aporta Enriqueta Felip Font, consejera en Grifols desde mayo de 2019. Es la presidenta de la comisión oncológica del Hospital Universitario Vall d'Hebrón e investigadora principal del grupo de cáncer de pulmón y cabeza y cuello del Instituto de Oncología Vall d'Hebrón (VHIO), así como miembro del Comité Científico Asesor del Institut d'Investigaciò i Innovaciò Parc Tauli. A lo largo de su carrera ha obtenido varios reconocimientos por su trabajo en el campo de la oncología, como el "Women for Oncology" de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en 2015. Anteriormente había sido profesora asociada de la UAB desde 2010 hasta 2019.

¿Consecuencias para los consejeros?

Cuando ocurre un escándalo de este tipo, ¿qué responsabilidad tienen las personas que forman parte de un consejo de administración? En este caso, si los consejeros han cumplido con su obligación en base a lo regulado en la Comisión Nacional del Mercado de Valoresno deberían preocuparse. "Nadie más seguro que un consejero para saber lo que ocurren en la compañía", asegura Luis Martín, socio director del despacho de abogados Abencys. En el caso de Grifols, de confirmarse la falses de los datos incluidos en el informe de Gotham City, se podría estudiar consecuencias "y si desde un punto de vista legal es punible". Pero si las cuentas estuviesen finalmente mal formuladas con ánimo de engañar, existirían dos vías que utilizaría la empresa. La primera de ellas es la respuesta de empresa, que normalmente cuenta con un seguro para cubrir este tipo de daños. La segunda sería revisar el patrimonio y prepararse para una posible pena de cárcel.

Sin embargo, no afectaría a los consejeros, ni siquiera a nivel reputacional. "Hasta que no haya una condena, es un tirar la piedra y esconder la mano", esgrime Martín. Y en el juicio dependerá del juez y de las pruebas presentadas, aunque las consecuencias suelen afectar a las cabezas visibles de la firma. Un ejemplo es Pescanova. El ex presidente de la empresa, Manuel Sousa, fue condenado a seis años de cárcel mientras que los consejeros han seguido sus vidas profesionales, al igual que su antiguo auditor, BDO.