Energía

La industria eólica española sale del podio de exportación en favor de China e India

En 2022 la actividad exportadora supuso 2.512 millones de euros para el país, pero de esta cifra la producción de bienes, equipos y servicios se redujo a 1.598 millones de euros, a niveles previos a la de 2006

Parque de energía eólica.

Parque de energía eólica.

Sara Ledo

España es uno de los grandes productores de aerogeneradores, junto a Dinamarca y Alemania. Pero el trío europeo hace frente ahora a la amenaza de dos gigantes que han iniciado su expansión fuera de sus fronteras: China e India. Y el peor parado ha resultado España, con su expulsión del podio de países exportadores en favor de estos dos estados asiáticos, según el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, elaborado por la consultora Deloitte para la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

"La industria china ha quitado cuota de mercado a la industria europea", reconocía durante su presentación el presidente de AEE, Juan Diego Díaz. En 2022 la actividad exportadora supuso 2.512 millones de euros para el país, pero de esta cifra la producción de bienes, equipos y servicios se redujo a 1.598 millones de euros, a niveles previos a la de 2006.

Las exportaciones de aerogeneradores cayeron en todo el mundo un 28,9% entre 2021 y 2022, pero en el caso de Europa se suma la "deslocalización de esta actividad hacia otros países" que se está produciendo, según explica el informe.

La clave para enfrentarse a la competencia asiática "no es fabricar más barato, sino hacerlo mejor y tres años antes que el resto", según el director general de la asociación, Juan Virgilio. Pero para obtener ese valor añadido se necesita "capacidad financiera para invertir en innovación y desarrollo" y el sector, además de la amenaza externa, ha vivido en los últimos años una 'tormenta perfecta' que le ha dejado sin músculo.

El debilitamiento comenzó con la pandemia del coronavirus, que provocó "retrasos en los fletes, generó incumplimientos de los contratos que los fabricantes tenían ya firmados y elevó los precios de las materias primas por la inflación". Después, en 2022 se sumó la guerra y la crisis energética, que añadió todavía "más presión a los precios". Desde la patronal española confían en que en el primer trimestre del nuevo año, las empresas vuelvan a ganar dinero.

Nuevos criterios en subastas

El temor a la competencia de productos asiáticos ha sido uno de los focos de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea del pasado semestre. En su hoja de ruta para impulsar la autonomía estratégica del continente (ResilientEU) advertía de que "sin implementar medidas contundentes, el ecosistema energético europeo podría tener en 2030 una dependencia de China de diferente naturaleza, pero con una gravedad similar, a la que tenía de Rusia antes de la invasión de Ucrania”.

En este sentido, Europa negocia el 'Reglamento de Cero Emisiones Netas' que aspira a cubrir el 40% del consumo comunitario con fabricación propia. En el acuerdo del Consejo de la Unión Europea --previo a la negociación tripartita con Parlamento y Comisión-- se ha optado por establecer condiciones de contratación pública que no se centren solo en el precio de la oferta, sino también en la calidad, incluidas las características sociales, medioambientales e innovadoras.

En el pacto de los países también se establece la posibilidad de que los Estados miembros puedan establecer otros criterios distintos al precio en las subastas de energías renovableslimitando esa medida a un porcentaje anual del 20% del volumen subastado. España se ha adelantado al incorporar esta medida en el octavo decreto 'anticrisis' con un máximo del 30% de ponderación en las subastas de energía, con el fin de tratar de potenciar la producción europea frente a las importaciones de terceros países.