Vuelta al País Vasco

Gravísima caída en la Itzulia con Vingegaard, Roglic y Evenepoel

Los tres astros de la ronda vasca se vieron involucrados en un accidente masivo, que dejó a la carrera sin ambulancias y que obligó a neutralizar la cuarta etapa

Hubo 10 abandonos. El doble vencedor del Tour se fractura la clavícula y varias costillas. El accidente no debe afectar a su participación en la ronda francesa

Imagen de la terrible caída de este jueves en la ronda vasca.

Imagen de la terrible caída de este jueves en la ronda vasca. / EP

Sergi López-Egea

No hay nada peor que una caída producida en la cabeza del pelotón cuando todos los favoritos van delante; juntos, rozando prácticamente las bicis. La cuarta etapa de la Itzulia pasó este jueves a convertirse, desgraciadamente, en la del año, por lo negativo y por el tremendo y gravísimo accidente que retiró de golpe a Jonas VingegaardRemco Evenepoel y Primoz Roglic; los dos primeros en ambulancia y el ciclista esloveno en el coche de su director Patxi Vila. El doble vencedor del Tour se fracturó la clavícula y varias costillas. Las lesiones no deben afectar a la participación de Vingegaard en la ronda francesa.

Transcurría el día en paz y con sol primaveral. Los corredores pasaban por primera vez a ritmo veloz por la localidad alavesa de Legutio, donde estaba la meta, un pueblo entregado a Mikel Landa, que vive a 30 kilómetros; el mismo Landa que iba en la cabeza de la Itzulia cuando los ciclistas descendían por el puerto de Olaeta; una carretera, la verdad, y según los conocedores de la zona, no muy apropiada para bajar en bici; hay raíces de los árboles que amenazan el asfalto, que provocan baches y donde controlar el manillar es tarea complicada.

Llegó una curva. Faltaban 32 kilómetros. Todos estirados y en el fatídico lugar, con la protección tampoco colocada con mucho acierto, llegó el drama, una de las caídas más graves que se recuerdan en años, tanto por el gran número de afectados como por el nombre de los involucrados. Y las imágenes impactaban, tanto, que hasta Adam Hansen, presidente del sindicato internacional de corredores, pidió oficialmente que, por respeto a los familiares, nunca más se vuelvan a ofrecer las escenas de ciclistas que no se mueven en el suelo rodeados de ambulancias y con los sanitarios sacando bombonas de oxígeno. Hubo 10 abandonos.

Los afectados

Vingegaard era retirado en ambulancia y conducido al hospital de Vitoria situado a unos 25 kilómetros del lugar de la caída. Evenepoel, que trató de salvar entre piedras, árboles y hierba un accidente inevitable, entraba por su propio pie y agarrándose la clavícula derecha con el brazo izquierdo, a otra ambulancia. La Itzulia se quedaba sin vehículos sanitarios y la larga lista de afectados obligaba a evacuar a corredores como el australiano Jai Vine (con tres vertebras fracturadas sin afectación medular) o el estadounidense Sean Quinn. Por ‘Radio Vuelta’, la emisora que va informando a los equipos, se pedía calma y que se facilitase el trabajo de los médicos y la Erzaintza.

Después de neutralizar la etapa y de comunicar que no valían los tiempos, la organización decidió de forma discutible que los seis fugados, que precedían al pelotón antes de la grave caída, se disputasen la victoria. El resto de los ciclistas que sortearon el accidente llegaron a Legutio a ritmo tranquilo y con tímidos aplausos. El público no tenía ganas de fiesta, porque no había nada que celebrar a no ser la alegría porque nadie perdió la vida.

Tranquilizar a las familias

Los directores deportivos se apresuraron a llamar a padres y parejas de corredores desde los coches mientras el pelotón permanecía parado en la localidad guipuzcoana de Eskoriatza. Eran tan duras las imágenes ofrecidas por la televisión vasca que era necesario tranquilizar a la familia. Y, sobre todo, por el inconsciente error de las redes sociales, de dar nombres de accidentados o lesiones sin ningún tipo de rigor o contraste.

El ciclismo es un deporte de riesgo demasiadas veces. Los organizadores, para favorecer la audiencia, buscan ocasionalmente carreteras imposibles, y los ciclistas -más, ahora, con los frenos de disco- asumen peligros innecesarios cuando faltan muchos kilómetros para la meta y la etapa no está ni mucho menos en la fase decisiva.

Ocurrió la semana pasada en A Través de Flandes con otra caída exagerada y con Wout van Aert como principal afectado. En ocho días el Visma ha visto como sus dos estrellas, Vingegaard y Van Aert, acababan en el hospital y con la temporada comprometida. Pero lo ocurrido este jueves en el País Vasco pudo ser una tragedia deportiva que casi ni merece escribir que el sudafricano Louis Meintjes ganó una etapa gafada, que el danés Mattias Skjelmose es el nuevo líder y que Juan AyusoPello Bilbao y hasta Landa tienen ahora opciones de victoria tras los abandonos producidos. El sábado se acaba la Itzulia.