ACB

El Real Madrid da el primer golpe a la ACB ganando el 'Clásico' al Barça

El Barça volvió a ofrecer una imagen muy endeble, incapaz de dominar a Poirier (22 puntos) y al joven Ndiaye en la zona y los puntos de Campazzo (15), para imponerse los blancos por 86-79

Darío Brizuela con 14 puntos, fue el jugador más clarividente del Barça, con pocos destellos de Parker (7) y otra actuación decepcionante de Willy Hernangómez (5)

Lapprovitola trata de realizar un pase ante la defensa de Rudy.

Lapprovitola trata de realizar un pase ante la defensa de Rudy. / EFE

Ramon Palomar

El Barça sufrió la segunda derrota consecutiva ante el Madrid, la primera en la Liga Endesa después de caer de manera clara ante el conjunto de Chus Mateo (86-79) que no se acordó de la ausencia de Edy Tavares. Un gran Poirier (22) con la ayuda del joven Ndiaye, y la dirección y los puntos de Campazzo (15) fue suficiente para doblegar a un Barça muy endeble y muy lejos del nivel que se le espera.

Solo Darío Brizuela (14) dio cierta chispa al ataque azulgrana, pero muy poco de jugadores como Parker (7) y Willy Hernangómez, que todavía parece muy perdido en los esquemas del Barça. Sin duda, mucho trabajo para Grimau para que este equipo muestre un nivel de equipo 'top'.

El joven Ndiaye fue la apuesta de Chus Mateo ante la ausencia de Eddy Tavares por una afección vírica y le funcionó a un Madrid que salió mucho más concentrado y con más garra que el Barça, muy blando en defensa e incapaz de frenar el ritmo inicial impuesto por Campazzo, que además decidía con sus lanzamientos.

Un buen arranque del Madrid que enseguida cogió distancia en el marcador (11-2) con los blancos mucho más intensos y con las ideas un poco más claras. Grimau no pidió muerto hasta pasados los primeros cinco minutos viendo que su equipo no estaba jugando al nivel requerido.

En esos malos momentos, fue Parker el que tiró ofensivamente del equipo tratando que la herida de los blancos no fuera mayor. Viendo Grimau que no estaban los titulares muy acertados, decidió mover el banquillo, y la jugada le salió bien.

Campazzo intenta penetrar ante la defensa de Vesely.

Campazzo intenta penetrar ante la defensa de Vesely. / EFE

Con Jokubaitis, Brizuela y Da Silva, el equipo dio una imagen de mayor actividad y aprovechó los errores en el triple de los blancos para acercarse al Madrid con el único triple blaugrana de Brizuela, el más despierto ofensivamente.

Grimau también dio entrada a Willy, que arrancó desangelado, fallando sus dos primeros tiros libres. A pesar de ese buen arranque blanco, el Barça se mantenía en el cuarto (14-13) por esos malos porcentajes del Madrid en el triple.

Arranca mejor el Madrid

De nuevo en pista, el Madrid salió de nuevo más concentrado con un Poirier imparable en sus acciones interiores en conexión con el Chacho Rodrígues. Willy no encontraba su sitio mientras Brizuela, el mejor del Barça en la primera parte, aguantaba el duelo.

Yabusele trata de anotar ante Vesely.

Yabusele trata de anotar ante Vesely. / EFE

A pesar de jugar mejor el Madrid, Jokubaitis adelantaba por primera vez al Barça (20-21) en unos minutos de igualdad, donde el protagonismo lo tuvo Nnaji que tomó el puesto de un desdibujado Willy.

Un triple de Brizuela y otro de Abrines mantuvo a raya al Madrid hasta que un par de balones perdidos y un triple de Rudy permitió al Madrid irse por delante al descanso y con el partido abierto (37-33).

Nnaji tapona a Ndiaye en la primera mitad.

Nnaji tapona a Ndiaye en la primera mitad. / EFE

En la reanudación, el Barça volvió a perderse en ataque (1 de 7), sin poder encontrar a su jugador más acertado, Brizuela, ni tampoco estaba inspirado Parker, cosa que aprovechó el Madrid para abrir un preocupante hueco de 10 puntos (46-36). Había que remar de nuevo en contra después de encajar un preocupante parcial de 13-3.

Sin acierto en el tiro era imposible acercarse al Marid que jugaba muy cómodo ante un Barça bastante errático, sin tener ideas claras en ataque. Grimau recuperaba a Laprovittola, el hombre que siempre incendia el ataque azulgrana, pero no recurría a Willy, que seguía en el banquillo a pesar de la ausencia de Tavares.

Mal cuarto blaugrana

En ese mal cuarto blaugrana, los de Chus Mateo alcazaban su máxima de 12 puntos (52-40) sin que Grimau encontrara soluciones. Willy volvió a la pista para medirse a Ndiaye, y los errores en los tiros libres del pívot no ayudaban nada (1 de 5). El mal menor es que los azulgrana solo perdían de nueve al final del cuarto (59-50) y con un Madrid horroroso en el triple (4 de 25).

Si el Barça quería meterse en el duelo necesitaba los puntos de Laprovittola y dar juego a sus compañeros. Dos buenos minutos del argentino, permitían al Barça reducir la diferencia a seis puntos (64-58) y Mateo paraba el partido a7:31 del final.

Campazzo cometía la cuarta falta y Grimau metía a Satoransky y Brizuela, jugadores que debían liderar la reacción blaugrana. No entraba en los planes de Grimau Willy, que dejaba su sitio a Vesely. Pero los ataques del Barça seguían muy confusos, sin muchas ideas mientras el Madrid volvía a abrir brecha (70-58).

El único que sacó la rabia en los minutos finales fue Tomas Satoransky al que acabaron expulsando por realizar un mate en la cara a Poirier y celebrarlo de manera exagerada. Fue ese momento de rabia y una muestra de impotencia de un Barça que al menos puso amor propio en los instantes finales para maquillar el resultado final (86-79).

[object Object]

86. Real Madrid (14+23+22+27): Campazzo (17), Abalde (2), Musa (13), Yabusele (3), Diagne (9) -cinco inicial-, Causeur (-), Rudy Fernández (4), Henzonja (5), Sergio Rodríguez (-), Llull (9), Poirier (22), Ndiaye (2).

79. Barça (13+20+17+29): Laprovittola (10), Satoransky (2), Parker (7), Kalinic (10), Vesely (2) -cinco inicial-, Brizuela (14), Willy Hernangómez (4), Abrines (3), Da Silva (-), Jokubaitis (12), Nnaji (8), Da Silva (2) y Parra (5).

Árbitros: Martín Caballero, Juan de Dios Oyón y Joaquín García. Eliminaron por cinco faltas personales a Satoransky (min.37).

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center de Madrid ante 11.235 espectadores.