Al Sporting le ofrecieron hace unos años a una promesa polaca, de apellido Lewandowski, y la propuesta no fue ni siquiera tomada en consideración por la secretaría técnica. Con el paso del tiempo, el chaval se hace un nombre en el fútbol alemán y entra en las enciclopedias tras calzarle cuatro «chicharros» al Madrid en una semifinal de Liga de Campeones. El Sporting, era el año 2008, prefirió fichar a Tati Maldonado... El ojo clínico de los técnicos era de tal miopía que ahora estamos donde estamos, a verlas venir: debieron pensar que Lewandowski era una marca de salchichas. El fútbol es caja de frecuentes sorpresas. Eugenio Prieto viajó a Brasil a ver a dos jugadores jóvenes para el Oviedo: Ronaldinho y Fabio Pinto. Y se trajo a Fabio Pinto.