El base Rodney Stuckey, de Detroit Pistons, dio el susto de la jornada en la NBA al desplomarse en brazos del preparador físico de su equipo en la cancha de Cleveland, y acabar en el hospital, donde se recupera satisfactoriamente.

El equipo indicó que los signos vitales de Stuckey eran estables y que en todo momento estuvo consciente y respirando con normalidad en el Cleveland Clinic, a donde fue trasladado después del incidente.

Stuckey salió del campo de juego en camilla después de desmayarse en los brazos del preparador del equipo, cuando estaban en el banquillo durante un tiempo muerto.

El juego estuvo interrumpido en el Quicken Loans Arena durante 12 minutos, mientras los servicios médicos reanimaban al jugador con una máscara de oxígeno.