Zamora y el teatro que vuelve al pueblo

Zamora, escenario de un programa pionero de empleo destinado a jóvenes artistas

Ensayo del grupo de jóvenes qu participan en el proyecto de formación artística que se desarrolla en el Seminario de Zamora y representaciones teatrales | Fundación Munus

Ensayo del grupo de jóvenes qu participan en el proyecto de formación artística que se desarrolla en el Seminario de Zamora y representaciones teatrales | Fundación Munus / Irene Gómez

Las artes como herramienta para el cambio social. El teatro como medio de inclusión y dinamización de comunidades especialmente vulnerables. En la línea de la filosofía lorquiana que abogaba por la vuelta del teatro "al pueblo", la Fundación Munus se inspira en la formación y proyección de la cultura a espacios de difícil acceso. Por eso el punto de mira en un entorno rural castigado por el envejecimiento y la despoblación.

Por eso Zamora como escenario de un taller artístico pionero que representa el primer programa de empleo público en España destinado específicamente a jóvenes artistas. Un proyecto de formación de actores, montaje de proyectos escénicos y habilidades de interpretación con el fin de trasladar esos conocimientos al pueblo y a los pueblos.

El teatro que vuelve al pueblo

El teatro que vuelve al pueblo / Fundación Munus

Si es habitual organizar talleres de formación y empleo para futuros jardineros, albañiles o de asistencia sociosanitaria, por qué no formar a jóvenes en el aprendizaje de las artes. Por qué no ayudar a abrirse camino a futuros actores de teatro y técnicos que hacen posible la magia entre las bambalinas. Y por qué no trasladar ese conocimiento a escenarios rurales tantas veces huérfanos de manifestaciones artísticas y culturales.

"Nuestro objetivo es tratar de sacar adelante un proyecto en la línea de las Misiones Pedagógicas o lo que pretendía Lorca con La Barraca. Esa idea de que los jóvenes sean agentes del cambio comunitario a través de las artes, ese derecho universal que se supone deberíamos tener todos a nivel artístico y cultural pero no se llega a todas partes porque está muy centralizado" explica Alberto Herreros, presidente de la Fundación Munus.

El teatro que vuelve al pueblo

El teatro que vuelve al pueblo / Fundación Munus

En Fermoselle, Carbajales de Alba o Toro sus vecinos han podido disfrutar del trabajo que realizan estos jóvenes artistas, unos interpretando y otros detrás del telón con la producción, diseño de arte o escenografía. Son las dos formaciones que desarrolla la Fundación Munus en Zamora, con 15 alumnos en cada grupo, de edades comprendidas entre 16 y 29 años, y el centro de operaciones en el antiguo Seminario de la capital. "En el grupo de técnicos casi todos los jóvenes son de Zamora, en cambio en el de intérpretes se ha apuntado gente de fuera, sobre todo de Madrid". Los jóvenes están como una compañía residente contratada, concentrados en las sedes asignadas.

El "taller" cuida especialmente el desarrollo de sus proyectos en espacios o comunidades que tienen menos acceso a la cultura y ahí es donde se encuentran con una realidad rural bastante desconocida para ellos o focos como residencias de mayores y centros escolares donde artistas y espectadores se retroalimentan. "En los pueblos, como decía Lorca, hay algo transformador que no es tanto lo que llevamos nosotros, que lógicamente transforma y genera algo, sino en lo que nos da también a nosotros. Hay un intercambio de ida y de vuelta en este encuentro y a la vez aportas un elemento de dignidad, pues el arte y la cultura es un derecho humano, un derecho nutritivo para el alma y es un elemento de encuentro comunitario" argumenta Alberto Herreros.

El teatro que vuelve al pueblo

El teatro que vuelve al pueblo / Fundación Munus

¿Qué encuentran los jóvenes en los pueblos? "Primero hay un efecto sorpresa, pero cuando se produce el encuentro con el público, la sintonía es inmediata y una sensación afectiva maravillosa. Hay un agradecimiento y en general piden más actuaciones".

El presidente de la Fundación Munus destaca la diversidad de un grupo de jóvenes, de distintas procedencias y estratos sociales, algunos en riesgo de exclusión, con "una combinación de talentos y personalidades, una convivencia de orígenes socioeconómicos distintos que es de una gran riqueza". Los jóvenes artistas como "embajadores especiales de nuestra sociedad, con el tipo de vínculos que genera y la frescura".

El teatro que vuelve al pueblo

El teatro que vuelve al pueblo / Fundación Munus

El proyecto artístico tiene una duración de un año. Los tres primeros meses se centran en una formación becada intensiva, de cinco días a la semana y 7 horas por día, en la que los participantes reciben una beca de 180 euros por mes. Tras ese periodo de formación, los 9 meses siguientes los alumnos son contratados a jornada completa. "Un 65% de jornada estamos preparando acciones artísticas en sede o en salas de ensayos en el espacio de base y luego en los lugares de actuación" precisa Alberto Herreros. "El 35% restante de la jornada se centra en una formación en competencias digitales y ecológicas, que es uno de los requisitos de los fondos europeos". Este proyecto pionero está subvencionado por el Gobierno de España a través de los fondos NextGeneration EU. Se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

El objetivo final es que esa formación integral abra la puerta a la inserción en el mundo laboral y artístico. "Muchas entidades con las que hemos tomado contacto ya nos han anunciado que van a contar con estos jóvenes. Está claro que hay vínculos que sin este tipo de programa serían imposibles".

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