El gesto de un pueblo de Zamora que da la vuelta al mundo y llega hasta la FAO

¿Qué hace un pueblecito de Zamora como Vallesa de la Guareña en la página web de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)? ¿Qué iguala a Vallesa con Roma, Nueva York, Génova, Moscú o Nigeria? ¿Qué pintan un grupo de vecinos e hijos de Vallesa junto a unos niños de Mongolia, una escuela infantil de la India o el servicio forestal de Kirguistán, en Asia central?

Ocurre que Rosario Salanova, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Vallesa de la Guareña, es una enamorada de los árboles, y se le ocurrió hacer un gesto como la plantación de algunos ejemplares. "Busqué en la página de la FAO y vi que el Día Internacional de los Bosques se celebraba el 21 de marzo".

Fue así como embarcó a la alcaldesa y al pueblo en una iniciativa que ha puesto en al mapa a este pequeño municipio situado en el extremo más sureste de la provincia de Zamora.

Para un pueblo de apenas 50 habitantes, la mayoría por encima de 70 años y con tan solo dos niños residiendo de forma habitual, el 21 de marzo no parecía la fecha más adecuada para llevar a cabo este loable gesto con el medio ambiente. "Decidimos posponer la actividad para el comienzo de las vacaciones de Semana Santa, aprovechando que llegan familias oriundas de Vallesa que emigraron a otras regiones de España, y con ellas niños y jóvenes".

El Lunes Santo Rosario Salanova consiguió reunir a un grupo de niños, jóvenes y mayores para plantar acebos y estaquillas enraizadas de sauce llorón, chopo blanco y cipreses. En total dieciocho ejemplares en la zona del Caño, llamada así "por los dos chorros de agua procedentes de algún manantial subterráneo y que fue reconvertida en paseo hace unos años por la Asociación de Mujeres Rurales El Valle, de Vallesa. Pero en la actualidad estaba un poco abandonada, por lo que se ha trabajado en su rehabilitación y repoblación de arbolado".

Así lo cuenta la teniente de alcalde de Vallesa de la Guareña en una carta remitida a la FAO, donde explica cómo esta iniciativa ha buscado "concienciar a niños, jóvenes y, de paso mayores, de la necesidad de mantener y ampliar, en lo posible, las zonas verdes de nuestro entorno. Es un trabajo pequeño y humilde, pero sabemos que por pequeño que sea, lo que hagamos siempre será un beneficio para la Tierra".

La carta, con una fotografía de los improvisados jardineros, llegó a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y el hermoso gesto de estos vecinos de Vallesa de la Guareña ha quedado plasmado entre lo eventos a nivel mundial para conmemorar el Día Internacional de los Bosques.

Es como se explica este pequeño hito en la historia de un pueblo zamorano, que muestra orgulloso su participación de un proyecto con el que se alienta a los países a "adoptar iniciativas en el plano local, nacional e internacional para la organización de actividades relacionadas con los bosques y los árboles, como, por ejemplo, campañas de plantación de árboles".

Un gesto para la historia y el compromiso de un pueblo de la España de interior que, "sin medios ni dinero para contratar un jardinero", ya vela por el crecimiento y la fortaleza de sus 18 árboles.

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