Carnaval en el oeste zamorano: Tiempo de concejos y escabeche

El antruejo (Martes de Carnaval) era antaño una de las fiestas tradicionales y comunitarias más históricas y emblemáticas a nivel familiar y vecinal, pues participaban todos los miembros de la comunidad, disfrutando de las "carnestolendas" como paso previo a los cuarenta días de Cuaresma, antaño un período de limitaciones y restricciones.

Ya lo sentencia el refrán que aprendimos de niños: "Ni que te cases, ni que empeñes, ni que te mates, el día del antruejo siempre cae en martes". El antruejo (entruejo o intruejo) –la denominación varía de unos pueblos a otros–, era día de fiesta para los niños y niñas hasta el punto que ese día era de los pocos no había escuela.

Ellos eran los encargados de, a primera hora de la mañana, salir con su mascarada (Diablo, Filandorra, Gitano y Huevero) que recorrían el pueblo de casa en casa pidiendo la voluntad de las familias para luego, con lo recaudado, disfrutar de una suculenta y sabrosa merienda.

En Riofrío de Aliste los propios niños eran los encargados de representar la mascarada de invierno propia de los mozos en del día de Año Nuevo. Si niños ni niñas en la mayoría de los pueblos el antruejo infantil agoniza camino de la extinción a no ser que alguien tome la iniciativa de recuperarlos y mantenerlos, aunque sea el fin de semana anterior o posterior o incluso en cualquier otra estación del año cuando si haya niños.

Era para los mayores días de "voto concejo". El alcalde pedáneo era el encargado de tocar las campanas y los varones salían a limpiar los valles (aguaderas para el riego) y a limpiar los caminos. Santa Eufemia del Barco y Losilla sí los mantendrán hoy. Culminados los trabajos a prestación personal el concejo les convidaba a una comida a base de escabeche, pan y vino. Ese era el día que los recién casados aprovechaban para "entrar de vecinos" y la primera obligación era convidar a los ya vecinos a un cántaro de vino (dieciséis litros) o en su caso una lata de escabeche.

Con la Cuaresma a la vuelta de la esquina, la víspera del Miércoles Santo la gastronomía tenía su principal protagonista en las "fiyuelas", unos dulces que sabían a gloria en unos tiempos en que la abundancia y golosinas brillaba, pero por su ausencia. Las madres y las abuelas eran las encargadas de hacer las "fiyuelas", antiguamente a base de harina, huevos y miel a la que luego se le fueron añadiendo también el anís, aguardiente y azúcar. Se freían con manteca, luego con aceite en la sartén hasta que se doraban.

En algunos tiempos y pueblos las "fiyuelas" se hacían y consumían durante la tarde y noche de carnaval de manera comunitaria, con bailes al son de la agita, la dulzaina y el tamboril.

Nuez ha sido este año uno de los pocos pueblos que mantiene la costumbre de la elaboración y degustación comunitaria de las torrijas, rosquillas, flores de carnaval y bollos caseros que las propias mujeres del pueblo se encargaron de elaborar en armonía y convivencia.

La organización corrió a cargo de la asociación cultural "Fuente Grande" con la colaboración de la asociación "Villa de Nuez", el coto de caza "La Asunción", el Ayuntamiento de Trabazos y el bar "La Mora". También se degustaron patatas asadas.

María recuerda la receta heredada de su abuela para ocho personas: "Hay que comenzar a batir media docena de huevos con 12 cucharadas de azúcar en una cazuela de barro de Moveros, para ir luego agregando otras diez cucharadas de harina removiendo y mezclando con un tenedor. Para freírlas, lo mejor una sartén y con un minuto basta".

GALERÍA | La fiesta del carnaval en Tábara

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Pocos pueblos celebrarán hoy actos coincidiendo con el Martes de Carnaval. En Alcañices los actos comienzan a las 17 horas en el Salón de los Toriles con magia a cargo del mago Oski. Una hora después el auditorio municipal acogerá una chocolatada por cortesía de la asociación cultural "Gigantlllas de Alcañices" que preside Miguel Ángel Alonso Llamas. La Plaza Mayor acogerá a las 19.30 horas el entierro de la sardina que finalizará con una convidada popular a base de escabeche con pan y vino.

En Faramontanos de Tábara el día 14 a las 19 horas recorrido por todo el pueblo que partirá de la Plaza Mayor para finalizar en el salón de usos múltiples donde tendrá lugar la quema y el entierro de la sardina, para finalizar luego compartiendo un aperitivo de sardinas.

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