Rabanales se refugia bajo el manto de San Blas

Rabanales venera a su patrono durante el domingo, cuando los mayordomos Saturnino, Francisco y Pedro se encargaron de ofrecer el Ramo y portar las varas

1.-Procesión en Rabanales en honor a su patrón San Blas. 2.-Los tres mayordomos de este año por San Blas. 3.- Misa oficiada por Teo Nieto en la iglesia de Rabanales. 4.-Subasta del Ramo de San Blas.| Ch. S.

1.-Procesión en Rabanales en honor a su patrón San Blas. 2.-Los tres mayordomos de este año por San Blas. 3.- Misa oficiada por Teo Nieto en la iglesia de Rabanales. 4.-Subasta del Ramo de San Blas.| Ch. S. / Chany Sebastián

Rabanales de Aliste se colocó el domingo bajo la protección divina de su amado San Blas como patrono del pueblo y protector contra los males de garganta, un histórica celebración que antaño traía la participación de devotos de ambos lados de La Raya.

El sábado se veneró a la Virgen de las Candelas. Los mayordomos fueron este año Santiago Prieto Moral, Clemente Amigo Regalado y Santi Moral Matellán, los cuales portaron la vara durante la procesión donde las mujeres portaron a la Virgen de las Candelas. Por la noche hubo bailes con la orquesta Akuarius.

Una tradición familiar

El domingo fue el día grande con la celebración de la santa misa y la procesión oficiadas por el párroco Teo Nieto Vicente, portando a los hombros a San Blas, para continuar luego con la adoración de la reliquia que volvía a darse a besar, una costumbre perdida tras la pandemia por motivos sanitarios.

Este año fueron los mayordomos de San Blas: Pedro Martín Ratón, casado con Maribel Silva Calvo de Valer de Aliste, su hermano Saturnino Martín Ratón (casado con Inés Martín Caballero) y Francisco del Río Alvarez (casado con Carmen Sanabria del Prado). Ellos, como mayordomos, portaron la vara como insignia de San Blas. Estas familias, como manda la tradición, fueron las encargadas de preparar el Ramo de San Blas compuesto por un pañuelo merino con rosquillas, roscas (bollas), naranjas y lazos de adorno.

Culminados los actos religiosos, los feligreses se congregaron en el "sagrao", donde se cumplió con el ancestral ritual de la subasta del ramo y de las ofrendas al patrono San Blas. Como ya es costumbre es el encargado de la subasta Agustín Moral Lorenzo. Los devotos pujaron por el preciado tesoro y no por sus rosquillas, que también (un manjar), sino por la protección que según la creencia atesoran tras ser bendecidas como Ramo de San Blas.

Cuatro ermitas

Desde 1607 bajo el manto de San Blas

Desde 1607 bajo el manto de San Blas / Chany Sebastián

San Blas fue una de las celebraciones más históricas de La Raya cuyos moradores buscaban cada 3 de febrero en Rabanales protección contra todos los males y muy en concreto en este caso con los de garganta: unos tiempos, los antiguos, donde un resfriado o una mojadura podían dar lugar a un catarro y abrir la puerta camino del más allá.

Las Memorias del Arzobispado de Compostela, –al que entonces pertenecían las Vicarías de Aliste y Alba–, ya reseñaban en 1607 la existencia de "una reliquia pequeña de San Blas en el altar colateral del lado de la epístola que es de su advocación y está puesta en una pequeña cajita de plata". La celebración tenía lugar ya pues hace 417 años.

Desde 1607 bajo el manto de San Blas

Desde 1607 bajo el manto de San Blas / Chany Sebastián

Eran otros tiempos donde la religiosidad popular estaba muy presente en Rabanales con hasta cinco templos religiosos: la iglesia dedica a San Salvador y además cuatro ermitas hoy ya desaparecidas: Santiago Apóstol, Santa Vera Cruz, San Andrés y San Juan Bautista.

Día 4 de diciembre de 1714, esa fue la fecha en que el papa Clemente XI concedía la bula de San Blas a la santa hermandad de Rabanales. La primera celebración con Gracias e indulgencias fue el 3 de febrero de 2015: hace ya 309 años. En ella se ordenaba dar a besar la reliquia el 2 de febrero por la tarde y el 3 por la mañana "a género de personas para su consuelo y para que aumente la devoción".

Vela, trigo y cordero

Desde 1607 bajo el manto de San Blas

Desde 1607 bajo el manto de San Blas / Chany Sebastián

La cofradía acogía a devotos, principalmente de Rabanales, pero también de otros pueblos de Aliste y de Tras os Montes. El Cabildo donde se aprobaba o denegaba la entrada de cofrades tenía lugar el 12 de enero.

Para ser cofrade de San Blas de hecho y de derecho, –portaban hachas encendidas en la misa–, había que aportar una vela de cera el mismo día de su entrada, un alquer de pan (trigo o centeno) en el mes de agosto coincidiendo con la recogida del cereal en la panera y un cordero por Navidad "que vienen los ganados del lugar".

Como miembros de la hermandad cada uno de ellos tenían derecho a una "comida decente" cada día 3 de febrero después de la misa y adoración de la reliquia de San Blas. El rancho consistía en olla (carne guisada) de vaca y carnero hecha al pote y a la lumbre con fruta de postre. La cofradía celebraba el Cabildo de San Blas donde se elegía Mayordomo (un año en el cargo y pasaba a ser Juez) y a los Oficiales.

Las tradiciones siguen adelante en los municipios alistanos, que a pesar del invierno y la despoblación, se esfuerzan por mantener sus fiesta vivas, un ejemplo de perseverancia y amor y respeto por las tradiciones y las raíces, que en el caso de la comarca, se hunden en las profundidades de la frontera hispano-lusa.

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