El lince ibérico entre los Arribes del Duero y el Esla

Si, me encantaría como amante de la naturaleza, contar con esa especie tan emblemática

Cascada de Llamas Frías desde la presa de Ricobayo

Cascada de Llamas Frías desde la presa de Ricobayo / M. P.

Manuel Pérez Rapado

Geográficamente hay muchos lugares emblemáticos, pero dentro de Castilla y León se encuentra con nota muy destacada la desembocadura del Esla en el Duero.

Es un lugar mágico que hechiza a todos aquellos que se acercan. Los motivos: por su belleza agreste, por los sonidos que emite la naturaleza que le rodea, por las cascadas y molinos de Abelón a tan solo 200 metros, por los "pizarros" que custodian su desembocadura (Peñalcarro en Villaseco y Pizarro "Colorao" en Villalcampo), por la abundancia de una vegetación singular como son las cornicabras o Pistasia Terebintus, los enebros, los arce de Mompelier, los ruscos…y esas aves que ojean desde las alturas como son los buitres las cigüeñas negras y los "abantones" o alimoches.

Un paisaje único a 30 kilómetros justos de la Plaza Mayor de Zamora. ¡Cuántos zamoranos hay que no conocen esa maravilla! No lo conocen porque la Junta de Castilla Y León y la Diputación no tienen interés en darlo a conocer.

Además de ese lugar mágico y en muy pocos kilómetros se encuentran el Salto del Ladrón en Almaraz, Peña Águila en Villaseco, Vandinguila en Villalcampo, el castro de Castil la Cabra en Muelas del Pan y la cascada de Llamas Frías en Ricobayo.

Como vecino de estos arribes, sé que los Ayuntamientos hacen y han hecho gestiones, presentando proyectos de miradores así como adecentar aquellos caminos y veredas tradicionales que llegaban al arribe para que puedan acercarse, como lo hacían en otros tiempos, los vecinos y los posibles visitantes, pero la respuesta siempre la misma: Es Parque Natural y ni por todo el oro del mundo se puede tocar; como lo estáis leyendo y se quedan tan oreados sentados en su sillón. Ya lo he dicho más de una vez, somos los parias de la película comparados con los arribes de Salamanca y Portugal.

Cada año, de cada uno de estos pueblos ribereños, se van 10, 15 o 20 personas para el "más allá", sin llegar recambio alguno, por lo tanto Junta y Diputación tienen ganada la guerra y ofrecerán a las ciudades ricas montones de hectáreas que aquellos lugareños no supieron aprovechar.

Lo del título de este artículo "El lince entre los arribes del Duero y el Esla" viene a cuento de que la Junta de Castilla y León, oídos los expertos, quiere introducir o colocarnos el lince ibérico por estos pagos: Almaraz, Villaseco, Muelas, Ricobayo y Villalcampo.

Dice la delegada de la Junta para Zamora, Leticia García, que antes de introducirlo preguntarán a los vecinos de estos pueblos si lo quieren (la Opinión de Zamora 14-01-2024).

Si como vecino de estos arribes, tengo esa suerte, ahí van mis respuestas:

Si, me encantaría como amante de la naturaleza, contar con esa especie tan emblemática (pero que casualidad, el conejo, su presa favorita, casi ha desaparecido por estos lares).

El voto afirmativo quiero que lleve una serie de condiciones:

• Quiero dos miradores "volados" uno en Peñalcarro y el otro en el Pizarro Colorao de Villalcampo como los tienen los salmantinos de Pereña y Masueco en el pozo de los Humos del río Uces.

• Quiero dos rutas dignas, con senderos transitables para todo tipo de personas, bien señalizados, y con aparcamiento para vehículos, una hasta Castil de la Cabra y la otra hasta Pozocincho en los arribes de Muelas del Pan.

• Quiero que el castro del Castillón de Ricobayo, situado en el comienzo de los arribes del Esla, frente al castro de San Esteban de Muelas del Pan, cuente con una subida acondicionada, sus vistas impresionantes.

• La última petición sería que los 9 kilómetros que tienen los arribes del Esla aguas abajo de la presa de Ricobayo, que son perfectamente navegables, y colocados al abrigo de los vientos, sean preparados para dotarlos de un crucero y un campo de regatas para los piragüistas. Dinamizarían la zona como lo ha conseguido la vecina Miranda do Douro.

Bienvenido el lince ibérico a tierras zamoranas.

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