Disfraces y caramelos inundan el alfoz por Halloween

El alfoz de Zamora ha celebrado Halloween por todo lo alto, donde centenares de niños se han disfrazado para recorrer las calles en busca de caramelos al grito de "¡trick or treat!", una expresión llegada de Estados Unidos que ha conquistado a los pueblos de Villaralbo, Morales y Moraleja, donde no se resisten ante una buena fiesta o a un buen "truco o trato".

La celebración ha empezado desde por la mañana, y en la escuela infantil Colorín Colorado de Villaralbo, en vez de niños, han sido una docena de espantapájaros quienes han llenado el aula dedicada a esta festividad, este año inspirado en los muñecos de paja que adornan los campos de maíz del otro lado del continente, de quienes se han vestido para la ocasión.

En la escuela apuestan por celebrar con "cosas que no sean demasiado terroríficas", explican las dos educadoras del centro, Jésica López y Cristina Asensio, sobre niños que tienen entre 9 meses y 2 años y que, por el momento, disfrutan del Halloween más descafeinado, lleno de sombreros, calabazas y una fiesta con comida temática, como arañas de hojaldre, ojos de chocolate y fantasmas dulces.

Unas calles más allá, los niños mayores de Villaralbo también han disfrutado de "un almuerzo escalofriantemente delicioso" en el colegio de la Paz, según ha relatado una de las maestras, Yolanda Quiroga, desde donde han organizado a las familias de los cursos pares para que elaborasen las recetas que aderezarían la mañana de Halloween "el resto de cursos manualidades para ambientar el cole", ha explicado sobre una fiesta hecha entre todos.

Un conjuro en torno a la hoguera y recorrer el colegio pidiendo caramelos aula por aula han sido las actividades de los escolares, que al igual que todos los maestros, se disfrazaron para la ocasión.

En Morales la celebración de Halloween ha sido de película. Una gincana por todo el pueblo ha sido la actividad organizada por el Ampa del colegio en colaboración del Ayuntamiento, la asociación Moralvinos y la biblioteca, en la que han participado 200 de los 230 niños que asisten al centro educativo, un auténtico éxito que ha inundado de pequeños brujos y vampiros las calles del municipio.

"Es algo que funciona", ha explicado el concejal Rubén García sobre una actividad en la que los niños han podido conseguir caramelos según llegaban a cada uno de los nueve puntos del recorrido de la gincana, que empezaba en las pistas polideportivo y finalizaba en el pueblo viejo. La afluencia ha sido tanta que los pequeños han estado divididos en tres grupos, y siempre acampados de sus padres, han descubierto las sorpresas que escondía la gincana, como las decoraciones de algunas de las viviendas del pueblo.

En Moraleja tampoco han dudado en apuntarse a la fiesta, y por la tarde, una marea de personas ha pasado a recoger los mapas para el recorrido de truco o trato, donde conseguir golosinas y pasar algún susto ha sido el empeño de todos los atrevidos que incluso se han adentrado en un hospital psiquiátrico. Una fiesta temática y el concurso de disfraces ha puesto el broche de la fiesta más terrorífica del año.

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