Una vecina se encierra en un Ayuntamiento de Zamora

La afectada reclama su licencia de obra

La afectada volvió este miércoles a la casa Consistorial a recoger el documento prometido y se encontró la puerta cerrada

Dos patrullas de la Guardia Civil se personaron en el Ayuntamiento "debieron pensar que soy una criminal peligrosa”

La mujer en Trefacio

La mujer en Trefacio / Araceli Saavedra

Flor Martínez de la Cal, vecina de Trefacio, volvió este miércoles al Ayuntamiento para recoger la licencia de obra prometida que le permite arreglar un balcón y escalera de acceso a la vivienda. La entrada del documento le fue prometido por uno de los concejales de la Corporación, después de encerrarse en el Ayuntamiento el martes y negarse a abandonar la Casa Consistorial hasta pasadas las seis de la tarde.

Como consecuencia de su protesta, dos patrullas de la Guardia Civil se personaron en el Ayuntamiento "debieron pensar que soy una criminal peligrosa” y una orden del Juzgado de Instrucción de Puebla para desalojar las instalaciones, cosa que hizo sin ningún tipo de oposición ni resistencia. Ha sido citada a un juicio rápido el sábado por ocupación de inmueble público.

El resultado fue el esperado para ella, la puerta cerrada y ningún concejal esperándola a la puerta a las 13:30 del día para entregarle el documento que le permite hacer las obras. Los martes no está abierto el Ayuntamiento y no le cogió de sorpresa encontrarse la puerta cerrada. 

Esta vecina acusa al Ayuntamiento de demorar y apurar los plazos, y requerir reiteradamente documentación de la obra, contando que le han precintado el acceso a la vivienda en varias ocasiones. 

Vecina de Trefacio

Vecina de Trefacio / Araceli Saavedra

El motivo del conflicto es la aprobación y entrega de la licencia de obra para reparar la escalera, el corredor y el tejadillo de acceso a la vivienda. La afectada señala que desde el 15 de septiembre tiene luz verde a la memoria desde la Diputación Provincial y que ha tenido que rectificar en cinco ocasiones. “Aquí hay gente que hace obras sin licencia” señalando el agravio comparativo. 

La escalera y el corredor de construcción típica sanabresa da acceso a tres viviendas, pero dos de las viviendas con servidumbre de paso han renunciado. Esa renuncia no le fue comunicada a la afectada que recibía los certificados sobre la ruina de esta parte de la construcción. Entre que se entera que los colindantes han renunciado y la redacción de la memoria “me llegaban las notificaciones de ruina y el precinto de la escalera sin notificación”. Su contestación versaba sobre “que somos tres propietarios y solo me notificaban a mí”. Hasta que se enteró de la renuncia y redactó esa memoria que ha tenido que rectificar en cinco ocasiones. En una de las correcciones se le exige “lo que voy a hacer y lo que no voy a hacer, algo inexplicable que des explicaciones de una obra que no vas a hacer”. 

Flor Martínez señala el trasfondo de esta situación, la convivencia problemática con los inquilinos de otra vivienda relacionados con uno de los ediles, las quejas por la ocupación de una vía pública y un cúmulo de denuncias. Esas denuncias van desde las ruedas pinchadas y rajadas, arrojar petardos en la vivienda, y otras que no ha formulado como insultos. 

A diferencia de lo que ha ocurrido con su ocupación del Ayuntamiento con un “no me voy hasta que no venga el alcalde y firme”, sus denuncias y su licencia se demoran apurando los plazos que le concede la ley sobre todo en lo que corresponde a la firma de su licencia de obras. “A mí el alcalde nunca me ha tratado igual que al resto de vecinos”. El otro motivo es por no compartir la posición política del alcalde. 

“¡Cómo no se van a sentir protegidos los alcaldes!” exclama esta vecina que ha comprobado como con celeridad se la cita a juicio en 72 horas y todas las denuncias y reclamaciones al Ayuntamiento se demoran y se apuran los plazos. “Antes me querían echar y ahora no quieren que me marche, porque no me dan la licencia”.

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