Vuelta al instituto 41 años después en Muga de Sayago

Han pasado 41 años desde que entraron para estudiar 1º de BUP, pero los alumnos de la promoción 1982-1985 del instituto José Luis Gutiérrez, de Muga de Sayago, han vuelto a encontrarse en las aulas donde se educaron.

"Muchos no habíamos coincidido desde entonces y al principio fue difícil poner nombre a tantos hombres y mujeres de cincuenta y tantos años. Poco a poco, hablando, riendo, viendo los gestos nos hemos ido reconociendo en aquellos chicos y chicas de los años 80", cuenta uno de los antiguos alumnos que participó en el reencuentro, Andrés Castaño.

Castro, profesor, educador y uno de los responsables de la residencia de estudiantes acompañó a esos chicos de los 80 en una visita por el instituto, la residencia, los campos de deportes, el polideportivo, la sala de juegos, la biblioteca... todas las instalaciones han sido renovadas, y las aulas "nos parecieron más pequeñas de lo que teníamos en el recuerdo".

Cuando comenzaron a organizar el encuentro, allá por el mes de marzo, los antiguos alumnos coincidieron en su profundo agradecimiento a cuatro personas: a don José, fundador del instituto y su profesor de Lengua, Latín y Griego, y a tres de sus más estrechos colaboradores: Angelines Fontanillo, secretaria, profesora y educadora en la residencia femenina; Francisco Casas, responsable de las residencias y Antonio Castro, profesor y educador en la residencia de los chicos.

"Ahora, con la perspectiva de los años, vemos en todos ellos valores humanos muy poco comunes", expresaron los antiguos alumnos en un homenaje al que pudieron asistir Castro y Casas, a quienes entregaron una placa de cerámica conmemorativa elaborada artesanalmente en Gamones, y que puede verse junto a la entrada del comedor de la residencia.

Finalizado el acto, visitaron la iglesia, el cementerio donde se encuentra la sepultura de José Luis Gutiérrez, y pasearon por Muga haciendo memoria de dónde estaba la tienda de Hermelinda o la de la señora Antonia, donde compraban galletas y otras golosinas. También pudieron disfruta de la ermita de Fernandiel, con sus pinturas murales recién restauradas.

Algunos de los asistentes al reencuentro se quedaron a dormir en la residencia, con las literas y los pasillos interminables, y esas charlas antes de dormir como si no hubiera pasado el tiempo. El domingo prolongaron el reencuentro recorriendo el Parque Natural de Arribes del Duero y haciendo una visita a José, el chico de la promoción que no emigró a la ciudad y permanece fiel a Sayago, trabajando en su casa rural de Mámoles.

En 1982 comenzaron BUP 107 alumnos en el entonces denominado Colegio Municipal Homologado. Muchos salían por primera vez de sus casas sin saber qué se iban a encontrar, y encontraron la oportunidad de formarse.

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