La patrona de Sanabria estrena himno en una multitudinaria romería

El santuario de la patrona de Sanabria, Nuestra Señora de los Remedios, registró una afluencia masiva a los actos centrales de su onomástica, en Otero de Sanabria. "¡Qué fe tan grande hay a esta Virgen!", exclamaba en el interior del templo una vecina de El Puente de Sanabria, tras recorrer a pie los 10 kilómetros que separan los dos puntos, asistir a misa de 12 y prepararse para volver, también a pie. Y con esa fe inconmensurable Sanabria cantó y participó de los festejos a su patrona, en este primer domingo veraniego –literal- de octubre.

La Virgen de Los Remedios recibió a primera hora a su hermana, la Virgen del Rosario, llevada en procesión tras el rezo del Rosario de la Aurora por los vecinos de Otero hasta el Santuario, lugar en el que compartiría espacio a los pies del Altar. El obispo de la Diócesis de Astorga Jesús Fernández González, concelebró la misa mayor con los párrocos de la comarca y con la presencia del presidente de la Diputación, Javier Faúndez Domínguez, diputados, alcaldes y concejales de la comarca y autoridades militares y de la Hermandad.

El coro interparroquial de la Unidad Pastoral de Sanabria tuvo especial protagonismo en este día. Las voces de Villardeciervos, Otero de Sanabria, Palacios de Sanabria El Puente, Asturianos, Puebla, San Martín de Castañeda aunaron voces para interpretar el himno a la Virgen de Los Remedios compuesto por el compositor Rogelio Cabado, tras su primera visita al santuario en junio. Un canto que habla de su gente, de sus tierras, de los horizontes de Otero, de Sanabria, de su tierra herida, de sus peregrinos devotos, de los que están aquí de los que marcharon, en la alocución de Cabado.

Y no podía faltar en ese canto el verso para aquellos pastores que trajeron a esta Virgen. Extendió su agradecimiento al arcipreste, Agustín Rubio, a la hermana Isabel Monforte y al arquitecto del santuario Pedro Barrio, además de a su familia que acompañó en este camino musical hasta Otero. En el momento de las ofrendas se cantó este nuevo canto por primera vez y con los primeros acompañamientos de todos los fieles en el estribillo. "Madre, María patrona de Sanabria. Madre de Otero amado de mi alma".

El himno popular que se canta a la Virgen de Los Remedios es anterior a 1911 "Viva la Virgen Nuestra Patrona", adaptado para la patrona de Sanabria, y que se aprende desde niños de los mayores de la Hermandad y la comarca. Con esa devoción loso cofrades sacaron del templo la imagen en su salida grande para la procesión acompañada de gaiteros y tambores de la comarca y otros puntos de la provincia, y de Portugal que está cerca y también tienen a la Virgen de Los Remedios como una de sus referencias de la devoción mariana.

A lo largo de la mañana no faltó el recorrido por los puestos y una visita a la exposición de coches antiguos que se estacionaron en la travesía de la Nacional 525 y que cobró todo su sentido porque la Virgen de los Remedios tiene especial devoción para los conductores. Unos automovilistas que el sábado llenaron la explanada para la obligada ceremonia de la bendición de los automóviles y las motos. "Para que no atropelles a otro ciervo", advertía uno de los asistentes a un compañero de bendición.

Los encargos del domingo eran visitar los puestos de churros, avellanas y pulpo, como mínimo. Desde diferentes puntos de la provincia se desplazan los romeros para hacer completa la romería, con tortilla de plato principal para un cuadrilla de mujeres de diferentes pueblos de los Valles, habituales a la romería. Y por no faltar, no faltó ni el helicóptero de la Guardia Civil sobrevolando Otero. Las altas temperaturas provocaron algún que otro desvanecimiento.

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