Los bárbaros abren el Mercado Medieval de Puebla

El Mercado Medieval de Puebla, Fiesta de Interés Turístico Regional, ha abierto sus puertas al público, este sábado, en una de las ediciones que se espera más concurrida de los últimos años, tras dos veranos de restricciones. Con el casco antiguo vestido de puestos artesanos y banderas y estandartes se inauguró el programa con el pregón y el pasacalles al ritmo de percusión y gaitas.

Abrir camino entre los cientos de puestos fue fácil con la llegada de los bárbaros, de una punta a otra del casco antiguo. Llegados desde los cuatro puntos cardinales, los artesanos desplegaron la magia del comercio.

Y uno de los puestos "donde más fotos se hacen" es el de Tomás Antequera "Cactusan" con más de 300 especies de plantas entre cáctus y suculentas, principalmente. Desde plantas carnívoras a las piedras vivas, rosas del desierto. Especies que "no son fáciles de encontrar" y que llaman poderosamente la atención de los visitantes.

El dilema es llevarse una planta (o varias) a casa. En su totalidad son variedades cultivadas y con "pasaporte" para cruzar España y pasar prácticamente todo el añ

o de mercado en mercado. Este profesional de las plantas se lamenta de que en los ecosistemas de la Sierra de Antequera haya especies en peligro de extinción y que se desconozca el problema. Como seres vivos se alimentan de agua y diferentes tipos de tierra y en suelos pobres hasta de insectos. Parece que la cola de zorro, con su flor rosácea tiene compradores.

Miguel Ángel Cifuentes tatúa con henna sintética a dos niñas con permiso de sus padres, es un producto que "no duele" se aplica con un aerógrafo especial y el pigmento dura 10 días poco más o menos. Es de color más oscuro que la henna natural de color marrón y dura hasta tres meses. Y en cuanto a los dibujos "el lobo es el que más se demanda allí donde vamos, pero en esta zona más".

Y como el año pasado se les agotaron las plantillas de lobo, este año viene más preparado. Junto con Jenifer Moreno, de More Art, se desplaza desde La Bañeza. Jenifer elabora ilustraciones con café "juegas con la cantidad de agua, es una técnica parecida a la acuarela pero con café". Ante el público dibuja y da tintura a un escudo de los Rodríguez, emblema de la villa, pero el lobo es una de las ilustraciones más demanda.

La ceramista Irene representa a la artesanía local con un puesto de diseño de piezas de barro donde se paran turistas y vecinos para ver y comprar sus trabajos a torno y a horno.

La artesanía evoluciona y se puede encontrar grabados de fotos del móvil, mediante un punteo de escala de grises. El mercado tiene una calle dedicada a los juegos infantiles, como en la Edad Media, donde había curtidores, alfareros, vidrieros y bufones.

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