El clamor de un ganadero de vacas sayaguesas: "No puedo más, no me fían el pienso"

Julio Pordomingo lleva al matadero otras 10 animales de sayaguesa, ahogado por las deudas y "discriminado" por la asociación de la raza autóctona

Vacas sayaguesas de Julio Pordomingo, camino del matadero. | Cedida

Vacas sayaguesas de Julio Pordomingo, camino del matadero. | Cedida / Irene Gómez

Julio Pordomingo está al límite. Dos meses después de que una decena de chotos terminaran en el matadero ante el acoso de los gastos y la subida de materias primas, el ganadero de Roelos de Sayago repite el drama con diez nuevos animales de raza sayaguesa convertidos en carne.

"No puedo más, sin dinero es imposible pagar el pienso, entonces no puedo dar de comer a los animales" resume Julio Pordomingo con toda la crudeza. Criador de raza sayaguesa desde niño –porque así lo mamó de su padre–, Julio y su hermano reúnen la ganadería más importante de la emblemática raza autóctona en Sayago con unos doscientos animales.

Pero la crisis y un larvado enfrentamiento con la Asociación de Criadores de Bovino de Raza Sayaguesa, que "entorpece" la recepción de subvenciones fundamentales para el sostenimiento de este tipo de ganaderías, han acabado por tomar de nuevo una decisión drástica. "Tengo que quitar animales. Sin dinero nadie te sirve ni te fía. Es lo que hay".

Pordomingo denuncia la "discriminación" y la "venganza" de la Asociación de Criadores de Bovino de Raza Sayaguesa, con algunos de cuyos directivos tuvo sonadas diferencias que le llevaron a salirse. "No cobro las subvenciones porque no presento el certificado, pero es que la asociación me lo niega. Ellos llevan el Libro Genealógico de la Raza, controlan todo y yo estoy atado de pies y manos. He denunciado mil veces la situación y nadie hace caso".

Julio Pordomingo dando de mamar a una ternera

Julio Pordomingo dando de mamar a una ternera / LOZ

Del anterior convenio con la Junta para la ayuda medioambiental y climática de mantenimiento de razas autóctonas, "de los cinco años, prorrogados dos años más, he cobrado dos". El ganaderos de Roelos habla de una situación "insostenible" derivada en gran parte de la denegación de las ayudas que considera "injusta". Ni los escritos presentados ante la Junta ni las denuncias han surtido efecto mientras este ganadero y su hermano se ven abocados a tomar decisiones drásticas.

"De qué me sirve haber sido socio fundador de la asociación, tener inscritos los animales en el Libro Genalógico, ayudar a la supervivencia de una raza en peligro de extinción. De qué, si me están machacando. He denunciado todo esto ante la Junta (Servicio de Agricultura y Ganadería de Zamora) y la respuesta es nula".

Julio Pordomingo no está dispuesto a callar "Llegaré hasta donde sea necesario para que se me haga justicia".

Mientras tanto diez nuevas vacas ya han salido camino del matadero. Diez bocas menos que alimentar de una raza autóctona en peligro de extinción que debe su nombre a la comarca de Sayago.

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