El renacer de la Sierra de la Culebra y el precio del abandono del monte

El primer festival "La Culebra Renace" se ha convertido en un encuentro multitudinario y obligado para permitir a sus habitantes comenzar a "renacer" de sus cenizas desde Villanueva de Valrojo.

Los incendios dejaron una sociedad emocionalmente quemada que necesitaba música, baile, feria de productos, risas, juegos, solidaridad y mucho debate. "Un día sin sonreír es un día perdido" como dijo el mago en el espectáculo infantil. Detrás de las lágrimas por el incendio llegan las sonrisas por su recuperación, pero con participación de los directamente afectados.

Borja, el niño que pidió ser voluntario en el festival de la Culebra por su cumpleaños

Debate necesario y exigido desde el mismo territorio que sufrió el desastre medioambiental y especialmente el humano y el socioeconómico. Y así se fue cumpliendo en el transcurso del programa del festival, que arrancaba con la actuación del Coro Cervato de Villardeciervos imponiendo la música popular que no hace mucho era el eco de la Sierra.

Prolegómenos musicales para la inauguración oficial y la lectura del manifiesto por parte de la secretaria de la asociación "La Culebra no se Calla", Ana Belén Ferreras, quien repasó esas horas y días desde el 15 de junio en el que se quemaron 64.000 hectáreas por un cúmulo de desidias desde la falta de activación de los medios de extinción, falta de limpieza de montes, de las fincas particulares, la descoordinación de mandos que desencadenaron la magnitud impensable de los incendios.

"Indignación, desesperación y sobre todo impotencia" fueron las llamas que impulsaron la creación de la asociación. Las llamas se llevaron "la vida de cuatro de nuestros vecinos de los pueblos de Ferreras de Abajo, Sesnández, Losacio y Tábara… la zona renace, ellos no".

La Sierra batalló con las llamas y ahora batalla con el cierre de puertas "las ayudas prometidas no llegan, los proyectos de reforestación responsable, planes de repoblación e instalación de empresas siguen sin conocerse". El festival nace para repetirse en años sucesivos rotando por todos los pueblos de la zona afectados por incendio.

Un sobrecogedor y respetuoso minuto de silencio entre el público cerró el sencillo acto. La segunda parte del manifiesto se cumplió al pie de la letra "recaudar fondos para los pueblos y los diferentes proyectos de la asociación, darnos a conocer al resto de pueblos y provincia, y sobre todo, los vecinos nos reunimos, hablamos, nos tomamos algo, nos saludamos, al igual que lo hacemos en las diferentes fiestas de la comarcas y romerías".

Y una romería se vivó en la era de Villanueva donde medio centenar de puestos desplegaron la riqueza de oficios y productos que tienen su origen en los agricultores y ganaderos de toda la vida, los emprendedores, las asociaciones, los oficios artesanales. Vivir en esta España donde todavía quedan los últimos pobladores "nos conocemos todos".

Los pueblos afectados por los incendios siguen en pleno debate sobre el presente y el futuro de la Sierra. La mesa redonda planteada por la asociación la Culebra no se Calla reunió a expertos e investigadores de los territorios de la España rural que reclama su lugar, frente a una sociedad con miras exclusivamente urbanas que convierten el medio rural en su "jardín". Marc Castellnou, inspector de bomberos y Jefe de unidad GRAF, intervino online para defender y llevarse los aplausos más sonoros al referir que "es el mundo rural el que ha preservado el medio hasta ahora y es la política urbana la que lo está destruyendo".

Recalcó que "queremos biodiversidad pero no invertimos en ella, queremos que nos salga gratis". El fenómeno de los incendios son la consecuencia del olvido y de la llevada "para quedarse" de los incendios de Sexta Generación. Reclamó más fondos en prevención porque estos incendios inapagables "son culpa del abandono de los montes y no del cambio climático". Un incendio con una capacidad de energía de 90.000 kilovatios metro –fruto de la carga de combustible– son "inapagables".

Censuró la política de incendios de la Unión Europea que destina 2.000 millones de euros para "más aviones y más grandes", un dinero que se queda en las empresas proveedoras de servicios pero no en el territorio. Los bomberos forestales en el turno de preguntas reclamaron más efectivos en Castilla y León y condiciones laborales dignas, frente a la precariedad.

Marta Corella Gaspar, ingeniera Forestal, investigadora y especialista en revitalización rural, subrayó la complejidad del medio rural, su diversidad y "no se nos está compensando lo que estamos generando" de beneficios medioambientales para la sociedad.

Advirtió de los oportunistas que en estos momentos pueden aprovecharse de los ingentes fondos que llegan para la reforestacin. David Enjuto Enjuto, CEO Aherca, resumió el trauma del incendio "hay caminos por los que no pasas porque sabes que vas a llorar".

Julia Cosín Roldán, Ingeniero forestal , especialista en sostenibilidad y política europea señaló el interés de empresas y fondos de inversión en "lavar" su imagen y hacer aportaciones a la sostenibilidad y regeneración de medio ambiente, no se trata de reforestar "como invertir en otros trabajos que garanticen lo que ya está reforestado"; y Nazaret Mateos, CEO Entresetas, especialista en reestructuración forestal micológica y sostenibilidad señaló los proyectos de regeneración que se topan con los retrasos en aprobar permisos vitales para seguir el ciclo de regeneración natural, especialmente del otoño y el invierno.

Su proyecto es un ejemplo de que la regeneración hay que hacerla desde dentro. "Menos burocracia, más ganadería extensiva y dejar limpiar a los pueblos" sentenciaba una espectadora de Otero de Bodas ante el auditorio que escuchó atentamente.

Toda la sociedad se volcaba con la Sierra, incluida Miss Zamora que realizó su proyecto social para el concurso de Miss España sobre la Sierra de la Culebra y que visita el festival. Un ferial que llevaba lo mejor de los pueblos, desde los gigantes y Cabezudos de Mombuey, Otero de Bodas y las mascaradas y el carnaval de Villanueva de Valrojo, Ferreras de Arriba, Los diablos de Aliste y los trajes comarcales de Villardeciervos y el Birria de Tábara.

Los productos de la Sierra son notables desde sus panes y dulces hasta los licores, textiles, mermeladas, hasta un buen corte de pelo, jabones, plantas aromáticas y curativas. Y mucha música para cantar y bailar y los males espantar.

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