Pajares de la Lampreana homenajea a Los Pelegrines: Vida y alma de la música

Pajares rinde un emocionado y sentido homenaje a “Los Pelegrines”, con quien forma un binomio indivisible

Imágenes antiguas del grupo de folclore tradicional «Los Pelegrines» durante algunas de sus actuaciones en los pueblos de Zamora. | |  CEDIDAS

Imágenes antiguas del grupo de folclore tradicional «Los Pelegrines» durante algunas de sus actuaciones en los pueblos de Zamora. | | CEDIDAS / Avelino González Vega

Avelino González Vega

Este domingo, 5 de marzo el Ayuntamiento de Pajares de la Lampreana rinde un sentido y emocionado recuerdo en un grupo de personas, de una familia del pueblo. Es el reconocimiento y homenaje a Los Pelegrines, organizado y participado por el pueblo.

Recientemente la corporación municipal acordó dedicar una calle a "Los Pelegrines" por su contribución a la cultura y acervo musicales tanto del pueblo como de la provincia de Zamora; por su esfuerzo en transmitir y compartir la alegría y algarabía durante tantos años de festejos a través de su armonía y de amenizar bailes y pasacalles por la villa de Pajares; así como por todos los pueblos de la contorna, donde eran muy populares por esta labor, dedicada en cuerpo y alma al folclore tradicional zamorano, hasta los prolegómenos de la década de los 70.

El acervo cultural de Pajares es el conjunto de todas nuestras manifestaciones culturales y artísticas formadas por las tradiciones, costumbres y hábitos que se han transmitido de generación en generación, y que configuran nuestra personalidad y es nuestra seña de identidad como sociedad y como pueblo. Y hoy, con esta manifestación cultural, estamos escribiendo, entre todos nosotros, una página loable en la historia de nuestro pueblo con este homenaje de los Pelegrines de Pajares; del pueblo y para el pueblo.

Una familia dedicada a la música

Imágenes antiguas del grupo de folclore tradicional «Los Pelegrines» durante algunas de sus actuaciones en los pueblos de Zamora. | |  CEDIDAS

Imágenes antiguas del grupo de folclore tradicional «Los Pelegrines» durante algunas de sus actuaciones en los pueblos de Zamora. | | CEDIDAS / Avelino González Vega

El folclore, nuestro folclore, es una de esas manifestaciones artísticas de las que nos podemos sentir más orgullosos. Y lo que hoy estamos celebrando es solo una muestra: nuestra música, nuestro arte y nuestra gente: Los Pelegrines de Pajares.

Intentar describir la amalgama que forman Pajares de la Lampreana y "Los Pelegrines" tiene su enjundia. Se deben analizar varios parámetros y factores para contextualizar en un crisol, las circunstancias de un grupo de personas y de una sociedad en el mundo rural, durante un periodo de tiempo donde las penurias y necesidades se vivían en cada familia.

El abuelo Diego empezó con la flauta de tres orificios. Se tocaba con los dedos índice, corazón y pulgar de la mano izquierda, y el tamboril con la derecha

Esta familia de músicos comenzó mediado el siglo XIX, allá por 1855. El primero de ellos fue nuestro bisabuelo Diego González al que siguieron: Pelegrín (nuestro abuelo), Ángel, Amós, Fabio, Morillo, Angelito, Pele, Avelino, Isaías y Gabriel. También puso su granito de arena como vocalista, un chico del pueblo llamado Pedrito.

En palabras de nuestro padre, Pele: "el abuelo Diego empezó con la flauta de tres orificios. Se tocaba con los dedos índice, corazón y pulgar de la mano izquierda, y el tamboril con la derecha; después mi padre, Pelegrín…."

No obstante, si importantes son estos hombres, tanto o más lo son quienes participaron con ellos esta pasión por la música. Fueron sus mujeres: nuestras tías (hoy representadas con mi madrina, la tía Socorro) y nuestras tías; Fe, Clementina e Isaías, Baudilia y Francisca, Cándida y Acisclo y nuestra madre, Rosario; y por supuesto, la abuela Geminiana; grandes mujeres que como las de todos, son las responsables de que hoy estemos todos compartiendo y viviendo este homenaje.

El aprendizaje

Vida y alma de la música

Vida y alma de la música / Avelino González Vega

Hay un refrán castellano que dice: "la necesidad agudiza el ingenio". También es cierto que el don de la música se debe cultivar, pero la vocación o la disposición a la armonía y el ritmo son innatos. En esos momentos y en Pajares surge la cuestión: ¿cómo se puede aprender música? y ¿cómo se puede tocar en público y contagiar la alegría que tiene la música?

Fueron incorporando instrumentos de viento, acordes con los nuevos tiempos: clarinete, requinto, saxofón, trombón, trompeta, batería

La práctica hace maestros. Pero para la música se necesita voluntad y constancia, dedicación y esfuerzo. Aprender de oído es complicado, y leer en un pentagrama lo es más. Pero, para afianzarse se debe estudiar. Y eso es lo que después, los que eran más jóvenes hicieron: Pele (nuestro padre), el tío Avelino y el primo Isaías, que es que ha tenido como profesión la música en la Orquesta de Oviedo. Pele y Avelino tocaron en las Bandas del Ejército, en Lanzarote y Salamanca. Respectivamente; fue su etapa de un aprendizaje más intenso, mientras transcurría su servicio militar, entre los años 1943-1947.

Pelegrín recordaba con nostalgia como fue tomando forma la orquesta paulatinamente, con la evolución de la música fueron incorporando instrumentos de viento, acordes con los nuevos tiempos: clarinete, requinto, saxofón, trombón, trompeta, batería, "porque era necesario adaptarse a los nuevos tiempos y a los gustos del público. Así fuimos recorriendo todos los pueblos del entorno, con un repertorio personal de melodías tradicionales adaptadas a los tiempos y a las gentes".

En el comienzo de los años setenta, "Los Pelegrines" pusieron el punto final a una trayectoria de casi 120 años de historia, que gracias al tesón y voluntad de todos ellos y del cariño del pueblo de Pajares, se recordará siempre.

Tocar con la verdad, de pulmón

Vida y alma de la música

Vida y alma de la música / Avelino González Vega

El recuerdo de tocar por los pueblos formó parte de sus vivencias personales, que comentaban con emoción y nostalgia. Una gran parte de sus recuerdos más sentidos es de las personas que fueron conociendo en todos esos lugares, porque comentaban que los invitaban con mucha frecuencia, y aunque era mucho el trabajo, porque hay que recordar que la música no era dedicación exclusiva, que debían compaginar con otros trabajos, el esfuerzo merecía la pena.

El tocar por las calles en movimiento, en un pequeño escenario, o sobre un entarimado, y hacer sonar de pulmón la melodía, con el viento moviendo la partitura o bajo un sol de justicia, sudando. O con los dedos helados y a punto de sabañón, cuando se tocaba en invierno, con una noche gélida… Todo con la ilusión se puede y se combate.

Junto a la Virgen del Templo en su corazón y que también estaba inscrito en el bombo de la orquestina: "Los Pelegrines de Pajares"

Las actuaciones en Pajares eran (o son, hablando en presente) diferentes. Ni mejores ni peores que en otros pueblos, diferentes. En Pajares, en las Ferias o en las Águedas, en las fiestas de Quintos o en san Antón, "se ponía el alma" recordaba Pele.

Avelino y Pele fueron los responsables de almacenar todos los instrumentos, los utensilios, y del archivo documental: más de cinco mil partituras, que ahora los herederos de este legado cultural quieren compartir con el pueblo que ellos llevaban grabado a fuego, junto a la Virgen del Templo en su corazón y que también estaba inscrito en el bombo de la orquestina: "Los Pelegrines de Pajares".

El Baile Grande, era por excelencia, el más concurrido y celebrado, muchos los recordarán: se abría con La Peregrina, una jota y un pasodoble. Las parejas formaban dos filas: hombre y mujeres, y ocupaban toda la plaza… Mientras "Los Pelegrines" eran los responsables de amenizar esta tradición, compartiendo la ilusión, el entusiasmo y la vida. Sin embargo, el protagonista era y es el pueblo, nuestros padres y abuelos, nosotros.

Aquella música interpretada por Los Pelegrines de Pajares que tantos momentos alegres hicieron pasar: en la plaza o en las calles, en el salón de baile o en el casino

Pero si hay un cántico tradicional en Pajares, éste es el de “La Peregrina", que en esta festividad cobra especial protagonismo, y aunque no es originaria de Los Pelegrines, si fueron ellos quienes la elevaron a lo que ha llegado a nuestros días preservando nuestro acervo. Es un romance, que integra el patrimonio cultural de Pajares, de toda la vida; y ha pasado de generación en generación.

A nosotros, como herederos de Los Pelegrines de Pajares, nos produce una enorme satisfacción, que el pueblo reconozca el trabajo musical que llevaron a cabo nuestra familia a lo largo de cuatro generaciones. Estamos doblemente agradecidos tanto al ayuntamiento como al pueblo de Pajares de la Lampreana, nuestro pueblo, por la organización de este homenaje y por la dedicación de una calle, que mantendrá viva la memoria y el recuerdo de "Los Pelegrines", donde plantaron las raíces culturales de su arte y aún calientan los rescoldos de su armonía. Con su música trasladaron alegría y algarabía, grandes momentos, disfrute de mayores y niños, de parejas que se formaron en aquellos tradicionales bailes de las Ferias o las Águedas.

Aquella música interpretada por Los Pelegrines de Pajares que tantos momentos alegres hicieron pasar: en la plaza o en las calles, en el salón de baile o en el casino, … en las verbenas de Ferias y el "Baile Grande" de las Águedas; en Rogativas o san Antón, en fiestas de quintos o en cualquier domingo o fiesta de guardar, … Hoy ya forman parte de la historia, una historia que seguirá viva en nuestro recuerdo y con el orgullo y el compromiso renovado de nuestra sincera gratitud hacia nuestra familia, Los Pelegrines, y hacia nuestro pueblo, Pajares de la Lampreana.

Lo que hace grande a un pueblo son sus gentes, hombres y mujeres que con su trabajo y su obra escriben y enriquecen la historia y el acervo cultural de Pajares. Porque es la obra, la buena obra, su legado, lo que los hace grandes, la que nos sobrevive. "Los Pelegrines" son recordados por su labor musical y su aportación al floclore.