Villafáfila deja atrás la sequía y se prevé una buena nidificación primaveral

El número de visitantes que llega a las Lagunas de Villafáfila creció en 2022 un 7,5% respecto al año anterior, a pesar de que la sequía motivó que hubiera una primavera con muy pocas aves y una nidificación casi nula. En total pasaron 13.680 personas por la Casa del Parque "El Palomar", una cifra que, si todo va según lo previsto, se superará en 2023: las Lagunas están llenas y se espera que la primavera sea muy buena, aventuraba ayer la delegada territorial de la Junta de Castilla y León, Leticia García Sánchez, tras haber presidido las reuniones del Patronato y de la Junta Consultiva de la Reserva Natural.

Más de la mitad de los visitantes que visitan este ecosistema tan importante para la avifauna proceden de las nueve provincias de Castilla y León (en torno al 58% del total), siendo la propia Zamora la provincia que aporta más visitantes, seguida de Valladolid y León.

En cuanto a los visitantes de otras comunidades, Madrid es la que aporta más turistas, seguida de Galicia, País Vasco y Asturias.

En cuanto a los visitantes internacionales, normalmente amantes de la ornitología, lideran los franceses, seguidos de los procedentes de la vecina Portugal, del Reino Unido y de Alemania.

Mejoras en la Reserva en 2022

En su afán por mejorar la Reserva y su entorno, la Junta de Castilla y León ha llevado a cabo actuaciones como sustituir la calefacción de gasoil de la Casa del Parque por un sistema de aerotermia que funciona con energía fotovoltaica, la sustitución de varios cristales espía en los observatorios para solventar los reflejos comentados por los fotógrafos, el cambio del motor de la bomba del pozo grande o la renovación de varios carteles y vinilos deteriorados.

Por otra parte, se han desbrozado todas las áreas recreativas de la Reserva, se han repuesto señales en mal estado y se han instalado nuevas cajas nido para rapaces.

GALERÍA | Así luce la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila

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Mejoras previstas para 2023

Entre las actuaciones previstas para este 2023 está la construcción de un voladero de avutardas, un alero para el cernícalo que se ubicará en Villarrín y servirá para que se proteja de sus aves depredadoras, la modernización de la exposición en la Casa del Parque y la digitalización de los senderos.

Cabe destacar que también se están adquiriendo fincas agrícolas de terrenos perilagunares para aumentar la superficie protegida, tal y como anunció el consejero de Medio Ambiente el pasado 2 de febrero con motivo del Día Internacional de los Humedales. La inversión asciende a un millón de euros y se prevé comprar unas 100 hectáreas. Según detalla ayer Leticia García en diciembre de 2022 se adquirieron las primeras cuatro parcelas.

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Otro de los puntos abordados la reunión fueron los daños provocados por la fauna cinegética, que la Junta compensa a los agricultores damnificados. El valor de los daños certificados en 2022 fue de 38.338 euros, un 13% menos que en la anualidad anterior. Hubo un total de 145 parcelas afectadas, principalmente por los conejos.

Uno de los puntos que más interesó a los alcaldes de los municipios de la Reserva fue el de las ayudas a las Zonas de Influencia Socioeconómica (ZIS). Los 11 ayuntamientos han cobrado un anticipo de 44.250 euros para ejecutar las obras, que deberán estar finalizadas en octubre de este año. Algunos regidores pidieron un aumento de la cuantía que se destina a esta línea de ayudas ZIS.

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También el alcalde de Tapioles, José García Badillo, propuso que la Junta de Castilla y León podría conceder ayudas para el arreglo de segundas viviendas en los municipios de la Reserva, con el fin de mejorar el paisaje de los pueblos de este espacio natural, donde cada vez abundan más inmuebles en estado ruinoso. "Todas las ayudas que existen son para primera vivienda, pero lo que no tenemos es gente joven que haga una casa, si no promovemos que se arreglen las segundas viviendas acabaremos todos como Otero de Sariegos".

Por último, García Badillo advirtió sobre el esparcido de purines "procedentes de la macrogranja de Cerecinos" en las proximidades del casco urbano de Tapioles y "a escasos 100 metros de un arroyo que va al Valderaduey".