Los ganaderos de Zamora se protegen ante una nueva amenaza: la viruela ovina

Castilla-La Mancha ha disparado todas las alarmas al detectar un brote de viruela ovina en un cebadero de gran tamaño en la provincia de Ciudad Real y, aunque no hay ningún caso detectado en Castilla y León, todas las cooperativas y expertos de nuestra comunidad recomiendan a los ganaderos extremar la vigilancia y la precaución para evitar que el virus llegue a sus explotaciones, mientras calculan las consecuencias económicas que pueden tener en el sector las medidas decretadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

La región vecina ha inmovilizado todo el ganado ovino y caprino de las provincias de Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Toledo –no en Guadalajara–, lo cual quiere decir que no pueden viajar animales vivos de una explotación a otra. Solo se autoriza el transporte a mataderos autorizados para su sacrificio. Con esta drástica medida, consensuada con los agentes del propio sector, Castilla-La Mancha pretende evitar la expansión del virus y garantizar la producción de queso.

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Las medidas no afectan a la recogida de leche en estas provincias, ni a su transporte a industrias lácteas dentro o fuera de Castilla-La Mancha.

No se ha registrado zoonosis en humanos: sin peligro para las personas

Otro punto importante a destacar es que este virus no produce zoonosis a humanos, al contrario de lo que ocurría con la viruela del mono. Los Capripoxvirus –responsables de la viruela en ovejas y cabras– pertenecen a un género distinto que la viruela humana y la llamada viruela del mono, aunque todos se engloban en la familia Poxviridae.

Los brotes de viruela ovina comenzaron en Castilla-La Mancha en septiembre de 2022 en la provincia de Cuenca, a donde llegó desde Granada. Desde entonces se detectaron casos en 10 explotaciones de tres municipios diferentes y se sacrificaron todos los animales de las mismas, en torno a 38.000 cabezas en total. Pero el nuevo brote ha preocupado especialmente a las autoridades castellanomanchegas tanto por la distancia de esta explotación a las anteriores como por el gran tamaño del cebadero.

La inmovilización del ganado en Castilla-La Mancha no pasará inadvertida al norte de la Meseta. Las dos Castillas, junto a Extremadura, son las tres grandes productoras de ovino en España y no es raro el movimiento de ganado vivo entre explotaciones de distintas comunidades, que ahora se ve interrumpido por razones sanitarias. La provincia de Zamora, por ejemplo, cuenta con cebaderos que suelen recibir corderos de otras zonas de España, como Castilla-La Mancha.

La mayor cooperativa del sector es el Consorcio de Promoción del Ovino, con sede en Villalpando (Zamora), que cuenta también con ganaderos en Castilla-La Mancha. El gerente del Consorcio explica que en este caso el ganado de sus socios manchegos ya se sacrificaba en dicha comunidad con anterioridad, por lo que no cambiarán las rutas. La recogida de leche no se ve interrumpida por las medidas decretadas hasta el momento.

Lo que sí piden desde la dirección del Consorcio de Promoción del Ovino a todos sus socios ganaderos de cualquier punto de España es "extremar las medidas de seguridad" y tener especial cuidado "con la entrada a las explotaciones de personas ajenas a las mismas". Profesionales como veterinarios, esquiladores o los propios transportistas de la leche, que visitan varias explotaciones y deberán llevar a cabo medidas de desinfección.

Desde la cooperativa zamorana Asovino explican que en su matadero de Coreses solamente se procesa el ganado de sus propios socios, por lo que la producción no se ve afectada por las medidas tomadas en otras comunidades autónomas.

Los síntomas de la viruela ovina

Por su parte, Cobadu ha editado una guía informativaexplicando a qué es la viruela ovina y cómo afecta a los animales, para que los ganaderos de la cooperativa puedan vigilar su cabaña ante la preocupación suscitada por los casos detectados en Cuenca y Ciudad Real. Los síntomas que experimentan las ovejas y cabras con viruela ovina son fiebre, erupción eritematosa (nódulos y vesículas en la piel), inflamación hemorrágica en mucosa respiratoria y gastrointestinal y pápulas que se acaban necrosando y dejan cicatrices.

El virus se transmite principalmente por vía respiratoria al entrar en contacto directo con otros animales infectados. El virus puede estar presente en la saliva, las secreciones y las heces de los animales. El ganado también se puede contagiar al entrar en vehículos que previamente han transportado animales infectados.

Asimismo, podrían ejercer de transmisor del virus, sin saberlo, personas que están en contacto con el ganado, como veterinarios, técnicos de mantenimiento, personal que realice trabajos en otras explotaciones y los que recogen la leche, los corderos e incluso los cadáveres. Por último, sería posible el contagio a través de insectos.

El periodo de incubación varía de 2 a 13 días.

Las personas ajenas a la explotación deben cambiar o desinfectar su ropa y calzado antes de entrar

Las medidas preventivas recomendadas por la guía de Cobadu incluyen el máximo control del movimiento de animales a cebaderos o para vida, vigilar al máximo las condiciones de recogida y transporte, limitar y dejar registrada la entrada de personas ajenas a la explotación, utilizar vestuario específico para el acceso a las granjas y desinfectarlo o destruirlo a la salida, extremar las medidas de limpieza y desinfección en las granjas y los vehículos que acceden a las mismas y evitar, con carácter general, movimiento innecesario de ganado, personas o vehículos entre explotaciones.

Seguridad en el consumo de queso y cordero

Por último, la reacción de las organizaciones agrarias en Castilla y León ha sido la de lanzar mensajes de tranquilidad. El presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo remarcaba ayer que la cabaña de la comunidad está "saneada" y que "no hay ningún problema para el consumo de carne y leche del sector ovino y caprino", algo que "no es solo seguro, sino aconsejable" porque son productos "de élite".

En declaraciones recogidas por la agencia Ical, Dujo afirmaba que confía en que la situación de Castilla-La Mancha no se extienda a otras comunidades porque "los protocolos están funcionado para el control, erradicación y vacunación".

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