Ecologistas en Acción pide paralizar la tala en la Culebra hasta la primavera

Un millar de robles vivos, talados tras sobrevivir al fuego | El grupo aboga por esperar a los rebrotes para continuar con la limpieza

Tala de robles vivos que habían sobrevivido a las llamas de la Culebra. | Ecologistas en Acción Zamora

Tala de robles vivos que habían sobrevivido a las llamas de la Culebra. | Ecologistas en Acción Zamora / Irene Barahona

La superficie forestal de la Sierra de La Culebra continúa con la tala de árboles que empezó hace meses y que Ecologistas en Acción de Zamora pide que se paralice de manera “inmediata” tras comprobar que la limpieza ha arrasado con cientos de robles que habían sobrevivido al fuego y que ahora han sido cortados, muchos de ellos tras rebrotar en verano.

La plataforma asentada en Zamora ha informado de la tala de alrededor de un millar de robles vivos, datos recabados tras la visita de miembros del colectivo a un área acotada de 3 kilómetros por 1 kilómetro entre los municipios de Villardeciervos y Cional, de los que la mitad de ellos tenían más de treinta años y la mayoría había rebrotado tras el incendio, “al estar cortados, se ve que están sanos por dentro, muchos tienen un calibre importante”.

A pesar de que los agentes medioambientales habían marcado algunos ejemplares para excluirlos de la tala, la plataforma asegura que podrían haberse salvado muchos más.

Sobre la importancia de los robles, desde el colectivo recuerdan que fueron precisamente estas masas verdes las que sirvieron de pantalla para frenar el avance de las llamas durante los incendios forestales: un nuevo robledal tardaría entre 20 o 30 años en conseguir la envergadura necesaria para replicar esta tarea.

Estos robles “están siendo cortados en la Sierra de la Culebra a causa de la orden emitida por la Junta de Castilla y León”, informan desde Ecologistas en Acción, una orden que exige la retirada de madera quemada “con urgencia y con amenaza de multa de no hacerlo”. La proliferación de plagas es el motivo de la celeridad de la medida, que la plataforma señala como “excusa”.

Ecologistas apunta que dejar parte de los restos de madera quemada puede ser una medida beneficiosa, ya que “al pudrirse puede servir de alimento para el suelo, evitar la escorrentía y con ello que las cenizas vayan a los ríos, así como impedir el movimiento de los ungulados en cierta medida, para evitar que se coman los brotes tiernos en primavera”, apuntan sobre alternativas más suaves para afrontar la recuperación del terreno tras las llamas.

Bosques quemados el pasado verano y rebrotados en la Sierra de la Culebra. | EAZ

Bosques quemados el pasado verano y rebrotados en la Sierra de la Culebra. | EAZ / Irene Barahona

Actuaciones perjudiciales

“Queremos que la Junta reconsidere su manera de actuar en la Culebra, entendemos que se quiera vender la madera quemada, pero es importante pensar en la biodibersidad, que es útil para todos, no puede enfocarse todo desde el punto de vista exclusivamente económico”, y piden a la institución a paralizar la tala hasta la primavera, cuando pueda comprobarse qué árboles han sobrevivido y por lo tanto han rebrotado y cuáles no.

Además, la plataforma considera que las técnicas actuales de extracción de manera dejan nuevos destrozos en las zonas afectadas por el fuego “la maquinaria pesada que se utiliza para arrastrar la madera compacta el terreno, que es ahora muy frágil, con lo que se cambian las escorrentías y tras eso la ceniza es arrastrada a las cunetas, de donde va a los ríos. Además se están destrozando muros y roderas. Es un terreno al que le va a costar muchísimo recuperarse”, apuntan desde la plataforma.

Después de la tala del robledal entre Villardeciervos y Cional, el colectivo alerta de que a este le seguirá la masa arbolada de un total de 23 municipios afectados por los incendios de este verano y la misma orden de extracción de madera: Ferreras de Abajo, Tábara, Faramontanos de Tábara, Ferreruela, Friera de Valverde, Losacio, Melgar de Tera, Micereces de Tera, Morales de Valverde, Olmillos de Castro, Pozuelo de Tábara, Pueblica de Valverde, Riofrío de Aliste, Santa Croya de Tera, Santa María de Valverde, Santibáñez de Tera, Tábara, Villanueva de las Peras, Losacino, Figueruela de Arriba, Almaraz de Duero, Muelas del Pan, Villaseco del Pan y Zamora.

Antes de que eso pase, Ecologistas en Acción ha instado a la Junta de Castilla y León para que se cree un equipo técnico multidisciplinar que asuma la tarea de determinar los árboles que se pueden cortar para salvar los bosques autóctonos de esas comarcas afectadas por los incendios forestales más grandes de España.

“Incapacidad” para elaborar un plan de recuperación tras el fuego

Ecologistas en Acción ha comunicado su petición a los ayuntamientos y la propia Junta de Castilla y León para que tomen conciencia “de la importancia de los bosques autóctonos y se retrase la tala de las frondosas” hasta que, durante la primavera, pueda comprobarse qué árboles han sido capaces de resistir al fuego y cuáles no, y que “no se talen los que están sanos o tengan posibilidades de supervivencia”, tal y como se ha hecho ahora, según la información aportada por la plataforma.

La Junta atiende solo a la parte económica derivada de la extracción de recursos y descuidando por completo tanto el mantenimiento de zonas quemadas o sin quemar

Al mismo tiempo, exige que sea la propia Junta, a través de un equipo técnico del que formen parte distintos especialistas, también ecólogos, el que asuma la tarea de determinar qué arboles se pueden cortar. Esta asociación apoya la petición realizada por Zamora Viva en este mismo sentido y recuerda que la tala indiscriminada de estos árboles “puede retrasar la recuperación del medio natural en 20 o 30 años más, la edad de muchos de los árboles que están cortando”.

Esto supone, además del daño medioambiental, una mayor vulnerabilidad, ya que la fauna que depende de su existencia “quedará también desprotegida al abrirse grandes claros, al igual que los territorios y las poblaciones frente a futuros incendios”. Por todo ello, Ecologistas señala la “incapacidad” de la institución autonómica para elaborar un plan de recuperación de La Culebra.

Diversos estudios se refieren a la capacidad de resistencia al fuego de los melojos, comúnmente llamados carballos en la comarca de Carballeda, “bosques que durante siglos sobrevivieron a la incesante oleada de incendios provocados tanto para aumentar las áreas de cultivo como de pastoreo, y de cuya resistencia da cuenta su profusión en la comarca”.

También advierten de los impactos negativos en el suelo del uso de maquinaria pesada para la saca de la madera, tales como la compactación del terreno y arrastre de la ceniza. Por último, la plataforma sentencia que “es evidente que la dejadez de la Junta y la nula capacidad para elaborar un plan de recuperación de La Culebra está alcanzando nefastas consecuencias, atendiendo solo a la parte económica derivada de la extracción de recursos y descuidando por completo tanto el mantenimiento de zonas sin quemar como de las zonas quemadas”.

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