Los ladrones de iglesias se quedan sin botín en Asturianos

El alcalde había sacado días antes todos los objetos de valor y 800 euros de donativos que ingresó en la cuenta de la parroquia

Iglesia de Asturianos.

Iglesia de Asturianos. / A. S.

De la iglesia de Asturianos, robada con fecha incierta pero descubierta el pasado miércoles, se sacó con anterioridad un saco de rafia cargado de objetos de valor y culto y una cantidad jugosa de 800 euros del cepillo y de los lampadarios.

El saco se guardó a buen recaudo antes de que entraran los ladrones, que por unas horas no se llevaron un buen aguinaldo. Los amigos de lo ajeno causaron daños en las cerraduras de las dos puertas pero no lograron llevarse nada de valor, ni los céntimos de la colecta. Unos vecinos que iban al cementerio descubrieron el robo.

El alcalde de Asturianos, Ramiro Silva Monterrubio, fue quien tuvo una premonición o un “por si acaso” y el pasado sábado entró al templo, ya al oscurecer, a recoger todos los objetos de valor a raíz de la nueva oleada de robos en la comarca, que se ha cebado con las iglesias de Cional, Galende, Rabanillo, San Ciprián y la propia de Asturianos.

Daños en una de las puertas. | A. S.

Daños en una de las puertas. | A. S. / Araceli Saavedra

La autoridad civil, en ausencia de la autoridad religiosa, tuvo el impulso de recoger todos los objetos valiosos tanto en lo económico como en lo sentimental: la corona de la Virgen del Carmen, el cáliz, el copón de las formas, la bandeja de comulgar, el incensario, objetos algunos de oro y plata y con piedras preciosas datados en el siglo XVI. Los 800 euros habían quedado en el cepillo y los lampadarios desde las fiestas del pasado mes de julio y sin recoger tras la retirada imprevista del párroco.

Por costumbre ni los objetos de culto ni la colecta se recogía hasta el 1 de noviembre.

El alcalde encontró un saco de rafia que tenía el sacerdote por el templo y lo llenó recogiendo hasta los contados céntimos que encontró caídos en el suelo. Ramiro Silva cuenta con gracia su propia estampa, con el saco al hombro, saliendo del templo pero esta vez para dejar el botín a buen recaudo. Ha comunicado convenientemente al Obispado de Astorga el depósito de los objetos de valor, además de dejar ingresado el dinero en la cuenta correspondiente a disposición de la parroquia.

Puertas forzadas

Los ladrones llevar no llevarían mucho pero dejar dejaron destrozos en la cerradura de la puerta principal –inexpugnable por el refuerzo de seguridad– y la puerta secundaria.

Puerta de la iglesia de Asturianos que da acceso al cementerio.

Puerta de la iglesia de Asturianos que da acceso al cementerio. / A. S.

Optaron por entrar por la puerta trasera a la que se accede desde el cementerio y que pasa inadvertida. Ahí sí dejaron daños al forzar la pequeña puerta y acceder a los cierres y traspasar una segunda puerta más sencilla que no brindó resistencia.

La puerta ya ha sido enviada para su arreglo –más que reparación- para reforzarla de hierro. Y dentro revolvieron los cajones de la sacristía y, salvo que se llevaran alguna casulla o algún faldón, nada de “cash”, ni los céntimos.

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