El clamor de Sayago: “Han descubierto que sin médicos podemos malvivir”

Vecinos de Sayago ejemplarizan, con su protesta número 65 y el contador de 1.000 días sin consulta en Monumenta, la “resistencia” de la Zamora rural por una “sanidad digna”

Vecinos de la comarca de Sayago enarbolando las pancartas en defensa de una sanidad publica “digna” en la Plaza Mayor de Bermillo de Sayago. | I. G.

Vecinos de la comarca de Sayago enarbolando las pancartas en defensa de una sanidad publica “digna” en la Plaza Mayor de Bermillo de Sayago. | I. G. / Irene Gómez

Los campanarios muchos pueblos de Zamora recobraban ayer vida con motivo de la declaración del toque manual de campanas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. “Más vale que nos declararan a nosotros y no a las campanas” soltó espontáneamente uno de los participantes en la concentración de Bermillo de Sayago “por una Sanidad digna”.

Es tal el hartazgo de la Zamora rural con “la falta de servicios básicos” que los vecinos de los pueblos empiezan a reivindicarse como un patrimonio a reconocer. Una especie en peligro de supervivencia que, como un grupo de sayagueses, sale cada sábado a la calle para levantar la voz demandando una atención sanitaria “con arreglo a las condiciones de estos pueblos” reclamaba Manuel Santos.

Una ambulancia se abre paso en la manifestación. | Lorenzo Ferrero

Una ambulancia se abre paso en la manifestación. | Lorenzo Ferrero / Irene Gómez

Llegado desde Luelmo de Sayago, Manuel y su mujer son dos de los fijos en las concentraciones semanales a las puertas del Centro de Salud de Bermillo. Forman parte del puñado de resistentes, unas cuarenta personas, que año y medio después de iniciar las concentraciones muestran toda la fortaleza para continuar. Ayer con más fuerza y muchos vistiendo de luto en la protesta número 65 y cuando el icónico contador de Monumenta recuerda que son mil días sin el consultorio abierto (menos 11).

Manifestación por la sanidad en Bermillo de Sayago

Manifestación por la sanidad en Bermillo de Sayago / I. G.

Vecinos de Bermillo –solidarizándose con los menos afortunados de pueblos del entorno donde los consultorios o no se han vuelto a abrir desde la pandemia o se han reducido ostensiblemente las visitas del médico–, de Fariza, Torregamones, Carbelino, Villamor de la Ladre, Fresnadillo, Luelmo, Gáname, Pasariegos, Monumenta.

“Los sayagueses somos modorros cuando algo realmente merece la pena y no vamos a parar. Vamos a seguir concentrándonos hasta que nos hagan caso” advertía Santos. “En Luelmo antes teníamos médico tres días a la semana y con la pandemia se lo pusimos en bandeja; descubrieron que sin médicos también podíamos vivir, mejor dicho malvivir y ahora nos han puesto consulta un día a la semana y con cita previa”.

LOS SAYAGUESES HABLAN

LOS SAYAGUESES HABLAN

Esta condición atormenta a unos pacientes que en su mayoría son mayores, o muy mayores, viven solos en muchos casos y no tienen familiares cercanos. “En estos pueblos pequeños no es necesaria la cita previa, basta con que venga el médico y la enfermera un día fijo. Lo del teléfono es una tomadura de pelo, a veces es imposible contactar y para desplazarnos con el coche por otros pueblos tenemos una edad, no podemos andar poniéndonos en la carretera a cualquier hora” se quejaba Santiago Moralejo, que acudía a la concentración de Bermillo desde Carbellino.

Le acompañan Emerenciana del Arco y María Adoración Aguilar. “Para la cita previa, te pasas el rato llamando y cuando llegas al final no sabes dónde tienes que pulsar. En los pueblos pequeños es totalmente innecesario que nos hagan pasar por esto” cuentan las vecinas de Carbellino mientras participan en la espontánea manifestación desde el Centro de Salud de Bermillo hasta la Plaza Mayor.

Vecinos de Carbellino de Sayago participando en la manifestación

Vecinos de Carbellino de Sayago participando en la manifestación / I. G.

“Estamos abandonados” espetaba Amador Segurado, de Torregamones. “Por qué hay que pedir cita por teléfono en estos pueblos pequeños. Cada vez nos lo ponen más difícil, tienes que andar buscando al médico por los pueblos y si no tienes coche qué haces”.

Al grupo de resistentes que lleva año y medio visibilizando las carencias básicas de los pueblos se suman esta vez representantes del Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública de Zamora. Al igual que harán el día 17 de diciembre en Tábara, querían con su presencia reconocer la perseverancia de los sayagueses en defensa de una sanidad digna. “Sois un ejemplo para todos” exaltó Jerónimo Cantuche ante el grupo de sayagueses que desafiaron las bajas temperaturas de una mañana invernal.

Manifestación por la sanidad rural en Sayago

Manifestación por la sanidad rural en Sayago / Lorenzo Ferrero

Lejos de cargar contra los profesionales sanitarios que cada día hacen encaje de bolillos para atender a una comarca envejecida y muy dispersa, los manifestantes reconocen su esfuerzo “en unas condiciones precarias”. “En Fariza no nos podemos quejar porque está doña Margarita, que es un cielo, pero hay pueblos donde no va nadie. Tenemos que pensar en todos” razonaba Josefa Armesto para justificar su participación.

La indignación de estos perseverantes sayagueses es “con unos políticos que ni pasan por aquí ni se les espera. Llegarán las elecciones y se pondrán a ordeñar vacas y ovejas para luego olvidarse otra vez de nosotros” declaraba Pilar Payo pancarta en mano. “Es muy difícil que la gente se establezca en los pueblos porque lo primero que hacen falta son servicios básicos y cada vez son más precarios” lamentaba Manuel Santos.

La representación política brillaba por su ausencia en el acto número 65 por la sanidad en Sayago. Solo un alcalde, Manuel Ramos, de Fariza, y algunos concejales de la oposición de Bermillo se unían al grupo de resistentes.

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