Entrevista | Prudencia Garrote Portavoz de la Plataforma por la Sanidad en Sayago

“Quieren dejar los pueblitos para la fauna, pero vamos a resistir”

“Después de mil días sin médico, el contador de Monumenta es un poco vergonzante para quienes toman las decisiones”

Pruden Garrote en el contador de los 999 días con el consultorio de Monumenta cerrado. | |  L. F.

Pruden Garrote en el contador de los 999 días con el consultorio de Monumenta cerrado. | | L. F. / Irene Gómez

A sus 74 años Prudencia Garrote abandera la perseverancia de los sayagueses que semana a semana dan visibilidad a las carencias de la Sanidad en la comarca. El consultorio de su pueblo, Monumenta, se erige como un icono del “abandono” de los pueblos, en especial los más pequeños. Pruden se encarga cada mañana de renovar el contador con los días que Monumenta lleva con el consultorio cerrado desde que la pandemia agravara una situación ya vulnerable. Mañana se cumplen mil días y esta sayaguesa “modorra” (por perseverante) advierte: “resistiremos”.

–Ese contador icónico que usted se ha ocupado de actualizar a diario alcanza mañana la cifra redonda de mil días sin consulta, ¿esperaban llegar hasta aquí?

–Creí que nuestros responsables políticos abrirían antes los ojos y los oídos, pero la verdad es que, una vez más, no nos sorprenden.

–Esta batalla no ha conseguido aún que en muchos pueblos se normalicen las consultas como antes de la pandemia.

–Hemos conseguido al menos que haya más médicos en el Centro de Salud de la Zona Básica. Y en Monumenta por lo menos tenemos médico fijo una vez al mes, el primer miércoles de cada mes.

–¿Cree que ha sido un logro de las movilizaciones?

–Sí. Creo que no se hubiera tomado la medida si no es por nuestra insistencia. El contador es un poco vergonzante para quienes toman las decisiones. Que desde el confinamiento vayamos a cumplir 1.000 días sin médico en el pueblo, con la excepción de las 11 veces que ha venido, es una vergüenza. Pero como somos veinte personas, representamos muy pocos votos y entonces para qué van a atender a esta gente, ya son viejos. Pues no.

Cuando se acerquen las elecciones vendrá algún capitoste a darnos una palmadita en la espalda

–No se van a callar dice.

–Pues no. Empezaremos a ponernos otra frontera a ver si llegamos a tres mil o cinco mil. Esperemos que no, pero visto lo visto no nos dan muchas esperanzas para pensar que la atención sanitaria en estos pueblos vaya a mejorar.

–¿Cómo se las arreglan ahora los pacientes de un pueblo como Monumenta cuando necesitan ir al médico?

–Si es una cosa leve pues esperas a que venga el médico. Ahora nos toca el día 7, esperemos que no afecten las fiestas. Cuando llamemos para pedir cita previa nos dirán si hay consulta o no. Y si no puedes esperar pues miras un papel en la ventana del consultorio para ver dónde te toca a la médica. Puede ser Moral, Moralina o Luelmo, hay que acoplarse e ir a uno de esos pueblos.

–¿Y cómo se desplaza una persona mayor y sin coche, situación en la que están muchos vecinos de los pueblos?

–Si tienes coche, arreglado. Y si no lo tienes y tampoco hay familiares cercanos, pues a pedir un favor a un vecino o con un taxi. Si estás encamado es cuando viene el médico al pueblo a verte. En las concentraciones de Bermillo de los sábados, entre otras cosas pedimos que vuelva al médico a pueblos como Pasariegos donde no tiene consulta ni siquiera un día al mes. Por eso a veces en Monumenta hasta nos vemos privilegiados con una consulta del médico al mes. Y Pasariegos al fin y al cabo está al ladito de Bermillo, pero otros no.

A los abuelos nos trastoca mucho el telefonito de marras para pedir cita médica, te toca llamar una y otra vez

–Así lo vienen reivindicando semana a semana.

–Sí. Por todos esos pueblos donde no se abre nunca el consultorio nos manifestamos también todos los sábados. Una de nuestras reivindicaciones es la consulta periódica en los pueblos, aunque sean de menos de 50 habitantes. Al menos que vaya un día para no trastocar a las personas. Porque a los abuelos nos trastoca mucho el telefonito ese de marras que te dice: todos nuestros operadores están ocupados. Y vuelves a llamar y otra vez. Esto de los teléfonos, tocas con el dedo y como lo tienes medio anquilosado, te va para donde no quieres. No se puede hacer pasar a los mayores por estas cosas. Es bien fácil lo que pedimos, que no son milagros.

–Explíquese.

–En Monumenta pedimos que el médico venga como antes de la pandemia, una vez cada quince días. Antes venía un martes sí y otro no, y estábamos acoplados. Nos hacían un seguimiento, por ejemplo tenías controlada la tensión y lo mismo con otras enfermedades. Había una seguridad y una confianza que ahora no tenemos. Y eso no es bueno. Estas generaciones de personas mayores que tanto han luchado por Sayago no se merecen ahora este trato.

–¿Es el peaje por ser pocos?

–Claro. Es un castigo divino. Pero cuando se acerquen las elecciones seguro que por aquí vemos a algún capitoste a darnos la palmada en la espalda. A decirnos que nos asfaltarán el camino de Argañín que esperamos desde hace 18 años, que ya es decir. Tendremos milagros y una televisión donde no se vayan los canales. Y habrá cobertura de teléfono, no como ahora que cuando menos te lo esperas, te quedas en blanco. En fin, promesas y promesas pero al final nada.

Los sanitarios también son víctimas de los recortes, sobre todo los que no son fijos, les mandan de un lado para otro

–¿Merece la pena la incansable lucha que llevan desde hace más de un año?

–Creo que por demostrar que somos perseverantes, sí. Los sayagueses somos modorros, en el sentido de perseverantes. Yo no se si les gustará mucho ver el contador y las fotos de las concentraciones, que ya llevamos 65 desde que empezamos en julio del año pasado. Hay momentos de desánimo porque pienso que a los que mandan les resbala. Pero es que son los mismos, ¡cómo no les va a resbalar si están impermeabilizados desde hace 40 años!.

–Siempre que se manifiestan tienen palabras de apoyo a los sanitarios, ¿son tan víctimas de estas carencias como los vecinos?

–Absolutamente. Los profesionales son como piezas de un puzzle y los van poniendo donde les conviene. Ellos también son víctimas, sobre todo los que no son fijos. Ahora te necesito aquí, luego allá. Nuestra protesta va dirigida a los que toman decisiones y tienen a los pueblos abandonados.

Pido a los políticos que no solo ocupen la poltrona, por lo menos que se acuerden del pueblo

–Los sayagueses son los más insistentes, también se mantienen las protestas en Tábara, pero en el resto de comarcas nada más se supo de las movilizaciones contra los recortes de la Sanidad.

–Es que no es fácil la perseverancia. Nosotros no es que nos juntemos una multitud, pero somos resistentes. Le quiero agradecer muchísimo a esas personas que van cada sábado a Bermillo. La gente lo que ha hecho es perseverar. Van personas con sus bastones, llegan de Torregamones, Carbellino, Bermillo... Son tantos sábados que ya nos conocemos.

–Van personas mayores, con sus dificultades de movilidad algunos, pero es un reflejo del perfil social de esa zona.

–Lo que pasa es que tenemos la sensación de que para lo que van a quedar estos pueblitos es para la fauna; lo que interesa es que haya corzos, jabalíes, zorros, garduñas, lobos toda esta fauna salvaje. A mi me han comido una gallina hace pocos días. Esto es el pan nuestro de cada día. Los animales salvajes están urbanizados, entran a los corrales, en los huertos, se meten hasta por las calles.

Hay momentos de desánimo porque pienso que a los que mandan todo esto les resbala

–Sin embargo todo son alabanzas cuando se habla de los valores de lo rural, ¿es una visión romántica de los pueblos?

–Es hay que vivir en los pueblos de continuo, pasar las cuatro estaciones. Porque, ahora en el invierno sales a la calle y no te cruzas con nadie. Si acaso los ganaderos que salen con las ovejas.

–A la vez son unos guardianes del territorio, ¿qué sería de los pueblos si los abandonan los habitantes que quedan?

–Sospecho que lo que quieren es que nos vayamos. Existe la sensación de que los que se pretende es convertir estos territorios de interior y ya muy envejecidos y despoblados en cotos de caza para que los coja un terrateniente y a cobrar. Por eso quieren que nos vayamos lo más pronto posible. Pero vamos a intentar resistir.

–Llegan las elecciones y, como dice, igual se deja caer algún político o aspirante a algún puesto, ¿qué mensaje le daría?

–Que no prometa milagros sino realidades y que cumpla. Que allí donde esté no solo ocupe la poltrona, por lo menos que se acuerde del pueblo. Que escuchen a la gente que vive del ganado, que ha padecido esta grave sequía, los bajos precios. Que hablen con los vecinos y los defiendan ante los gobiernos, la Junta y la Diputación. Eso es lo que tienen que hacer y no darnos con una palmadita en la espalda para que les dejemos tranquilos. Aunque eso también depende de nosotros porque somos responsables en tanto en cuanto votamos. La conciencia es la conciencia y yo voy a seguir viviendo en el pueblo mientras pueda porque quiero estar cerca de la tierra.

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