Las quintas de Villaralbo nacidas en el 2002 y en 2003 se desquitaron este sábado de dos años de pandemia sin quintada con una gran carrera de cintas. Una tradición que desde hace medio siglo no se celebraba en este municipio de Tierra del Vino y que cinco féminas han recuperado con éxito de organización y de público.

Cinco amazonas toman las riendas

“Llevábamos toda la vida diciendo que cuando fuéramos quintas, fuera tradición o no, íbamos a correr las cintas. Como el COVID no nos dejó, nos hemos juntado las dos quintadas y preguntando a los abuelos y a amigos de otros pueblos cómo se hacía. El último que las corrió fue mi abuelo Carrillo hace cincuenta años”, comentaba Marina, una de las dos quintas del 2002 (junto a Liliana) y las tres quintas del 2003 (Bea, Estela y Claudia), que participaron en el festejo.

Las quintas toman las riendas Ana Arias

Aunque algunas de ellas ya tenían conocimientos en equitación, como Bea o Liliana —quien justo ayer celebraba su veinte cumpleaños— las cinco han estado montando desde el pasado mes de diciembre gracias a la ayuda de vecinos y familiares.

Así, tras un emotivo discurso recordando a los seres queridos que ya no están, las cinco amazonas pusieron en práctica los conocimientos adquiridos en el camino de la piscina municipal entre los vítores de “¡Vivan las quintas!” lanzados por los numerosos vecinos que se acercaron a presenciar el acontecimiento que muchos pensaban que no iban a volver a ver.

José Luis Fernández Público durante la carrera de las cintas en Villaralbo.

“Esto ya casi no lo veíamos y tiene que volver a empezar, yo corrí los gallos en Corrotobales y luego las cintas en la calle Morales”, recordaba Perero, quien se mostraba entusiasmado por el regreso de las cintas a Villaralbo tras cinco décadas. “¡Hay que volverlas a correr cada seis meses!”, exclamaba.

Las quintas toman las riendas Ana Arias

Revive la carrera de cintas en esta galería de imágenes.

Dos quintadas truncadas por la pandemia

En 2020, año de comienzo de la pandemia, era impensable la celebración de cualquier tipo de fiesta por lo que los quintos de 2002 se quedaron con las ganas de celebrar su mayoría de edad. Esperaron pacientemente y durante el pasado año se unieron a los nacidos en 2003. 

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