El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro, se remitió ayer las actas levantadas por las inspecciones veterinarias para señalar que la ganadería "está en perfecto estado, con los animales desparasitados, con un estado físico bueno, con peso y en forma". Considera que Rafael Lobato "pretende llamar la atención" y rechazó que la Junta se haga cargo de la explotación "porque es una figura que no existe". "El propietario es él, tiene un número de explotación y la obligación de mantener correctamente a los animales" dijo. Aludió a la carta que enviada al ganadero de Peque por el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería recordándole las obligaciones y advirtió que "no se permitirá que la explotación esté abandonada", aunque también manifestó que "es una propiedad privada y es cuestión de Lobato si quiere reglar, vender o seguir cuidando los animales".

Una veterinaria del Servicio Territorial de Agricultura, con sede en la Unidad de Puebla de Sanabria, revisó ayer, por tercera vez en lo que va de semana, las instalaciones de la ganadería de Rafael Lobato. La inspección comenzó poco después de las once de la mañana empezando por el estado de los animales recogidos en el aprisco exterior comunicado con la nave donde pernocta el grueso de las 800 ovejas, para continuar con una segunda dependencia de la nave donde se encontraban los ejemplares apartados por estar enfermos o presentar alguna carencia física y que no pueden salir al paraje de Chanos para alimentarse. En otra parte de la nave se encontraban varias ovejas, alguna ya fallecida, donde el ganadero se abstiene de entrar desde hace tres días debido a la baja médica.

La revisión duró unos 20 minutos para luego trasladarse la técnico y el propietario al domicilio para firmar el acta y revisar la documentación de la explotación. Rafael Lobato, que no firmó el acta y pidió que la Junta requiera la retirada de los animales muertos, permitió la entrada en las instalaciones pero, salvo abrir la cancilla y apartar algún perro, no hizo más.

Los animales aparentemente estaban en buen estado de salud salvo por la limpieza, ya que desde hace tres días no se le cambia la paja donde duermen. Una tarea que realizaba el hermano de Rafael Lobato pero "que está en cama, enfermo".

De nuevo a primera hora de la tarde accedió a la explotación para abrir la cancilla y que saliera el grueso del rebaño a pastar el abundante otoño que crece en el Chano a causa de la lluvia. Los perros realizaron el grueso de la tarea de mantener vigiladas las ovejas mientras Lobato volvía a casa. Agentes de la Guardia Civil de Mombuey han estado estos cuatro días pendientes de la situación.