En caso de catástrofe, el Centro de Hemoterapia de Castilla y León debe tener asegurados seis días de suministro de sangre, ya que es el límite que establece la ley para seguir haciendo la recogida de plasma por las diferentes localidades de la Comunidad. En esta ruta está Morales del Vino, hasta donde se desplazó el equipo formado por el médico Benigno Fernández, las enfermeras Elisa Delgado y Mónica Mallol y el conductor del autobús Juan José Iglesias. La idea era obtener diez litros de sangre de las veinte personas programadas que figuran como donantes en este pueblo de la comarca. «Por el momento no hay alarma activada y hay reservas», explicaba Benigno Fernández. El equipo de hemoterapia se desplaza a diversos pueblos de la provincia y centros con el fin de hacer acopio de sangre entre los donantes voluntarios.