Faramontanos de Tábara se convirtió ayer en la capital de la Diócesis de Astorga con el Festival Diocesano de la Infancia Misionera que congregó a medio millar de niños de 8 a 14 años procedentes de las provincias de León, Zamora y Orense.

El mal tiempo no pudo con la infinita ilusión de los niños y las niñas que mostraron su solidaridad con los más desfavorecidos de Haití y Chile y además recaudaron fondos para así poder contribuir al ambicioso proyecto «Arco Iris de la Esperanza». Gracias a sus donativos una guardería infantil de Quito en Ecuador podrá mantener su actividad, como centro de acogida de 120 pequeños pobres, atendidos por voluntarios. De esta manera sus padres pueden ir a trabajar para mantener y alimentar a la familia.

La iglesia parroquial de San Martín acogió una animada y emotiva misa donde los menores fueron los protagonistas, presidida por Diego Miñambres Temprano y oficiada por el Padre José Julio, Misionero en Nicaragua, y amenizada por el coro «La Turiela» que emocionó a los presentes con sus cánticos religiosos. Allí, con los peques, estuvo presente una misionera brasileña del «Espíritu Santo».

Acto seguido, la Guardia Civil de Zamora ofrecía una exhibición con sus perros policía «Geli» y «Mati» que se ganaron a la concurrencia.

Uno de los grandes atractivos fue el Festival de la Canción Misionera donde compitieron diferentes grupos con sus canciones, de letras propias e inéditas, valorándose también la coreografía, música, espontaneidad, vestuarios y el espíritu misionero.

El mago José Mari, natural de Abejera de Tábara, sorprendió a niños y mayores con sus juegos de magia, con una magistral puesta en escena. El parque infantil «Príncipe» puso los artilugios para los distintos juegos.

Al hilo de esta cita la localidad de Faramontanos acogerá en el próximo mes de julio el Encuentro de Misioneros de la Diócesis de Astorga, donde participarán los religiosos y religiosas que están actualmente desarrollando sus labores religiosas, sociales y humanitarias por todo el mundo, en las distintas misiones, acompañados por los sacerdotes y laicos que conforman los distintos grupos parroquiales.

La Diócesis de Astorga cuenta con 1.013 comunidades parroquiales con templo propio, a lo que hay que sumar 25 santuarios y 299 capillas. De León 550 núcleos de población (205.662 habitantes), de Orense 292 (42.999) y de Zamora 218 (37.023), llegando sus límites hasta las poblaciones de Riofrío de Aliste, Abejera y Ferreruela. En los últimos cincuenta años la Diócesis ha perdido alrededor de 100.000 habitantes y ha visto despoblarse en su totalidad 45 pueblos. La fundación de la Diócesis de Astorga se deduce que fue en el siglo II, aunque el primer obispo del que se tiene constancia histórica fue Basilides, por el año 259 de nuestra era. Frente a los 32,2 habitantes por kilómetro del área leonesa y el 23 de la orensana, en la zamorana sólo se alcanza el 10,4, algo preocupante.

Muchos de los niños procedían de familias humildes y el momento más emotivos fue cuando los niños, en la misa, subieron al púlpito a hacer su peticiones y una niña del Bierzo pidió «por nuestros padres que han estado encerrados en la mina para que no pierdan el empleo» o su compañera que pedía «unos sueldos dignos».

Fue un día para la solidaridad sin fronteras donde se incidió en acoger con los brazos abiertos a los niños inmigrantes.