Manzanal. Se dice desde la Asociación Española de Carreteras que «Los puentes constituyen uno de los mejores indicadores para valorar el desarrollo de las sociedades». Y razón desde luego no les falta. En España, sólo en la Red Estatal (Ministerio de Fomento) hay inventariados más de 17.000. La construcción del Salto de Ricobayo ha contribuido a convertir a Manzanal del Barco en el pueblo de España con más puentes construidos para cruzar un mismo río, ahora embalse, el mítico Astura, hoy Esla: siete en total.

Durante siglos alistanos y albarinos soñaron e incluso echaron sus cuentas para levantar un puente que les permitiera cruzar el Esla, muy en particular en las épocas de las grandes avenidas invernales. Sin embargo no sería hasta el 29 de agosto de 1911 cuando la Corporación Municipal de Manzanal, en el transcurso de una sesión extraordinaria, decidiese coger el toro por los cuernos. Sus cálculos preveían necesario reunir 15.000 pesetas. Se propuso a Carbajales mancomunarse, pero no hubo acuerdo.

Dieciséis años después, el 17 de noviembre de 1926, los ediles manzanalinos, ahora sí, se tiraban al charco y en pleno extraordinario acordaban enajenar hasta tres parcelas, a través de una subasta, para costear las obras. Los 7.439 metros cuadrados se repartían en el "Corral de Concejo", con 100; "El Espinacal" con 7.439 y "Bardezuela" con 800. Al menos los ayuntamientos de Carbajales y Losacino se unieron a ellos.

Previamente al encargársele el proyecto al ingeniero Antonio Díaz Burgos ya se le había advertido que el dinero era muy poco, por lo cual el técnico les propuso hacer una cosa barata siguiendo las directrices de los modelos de José Eugenio Rivera, autor del "Puente de Pino". Para su construcción se elegía a la Sociedad Constructora Ferroviaria que daba comienzo a las cimentaciones el 10 de julio de 1927 y lo tuvo listo antes de terminar 1929. No obstante llegada la hora de pagar a los promotores no les alcanzaba el dinero, pues si inicialmente se creyeron suficientes 125.000 pesetas, la realidad sería que el coste final fue de 208.714 pesetas, echándole una mano tanto Estado y Diputación. Ello fue la causa de que no se entregase hasta el 12 de junio de 1030. El "Puente Chiquito", así se le llamó, nacía condenado a morir, pues apenas, cuatro años después de ser abierto, sería sepultado por el embalse de Ricobayo.

Ello trajo consigo la necesidad de buscarle un sustituto y Antonio Díaz Burgos sería el encargado de hacer el proyecto en este caso contratado por la Sociedad Hispano Portuguesa de Transportes Eléctricos "Saltos del Duero", luego Iberduero y hoy Iberdrola. Su coste fue muy superior a su predecesor, pues en este caso se pagaron por las obras 1.100.000 pesetas, hace ya siete décadas.

En esa misma época se construía el "Puente de los Cabriles" también conocido como "Viaducto de Martín Gil" en honor a unos de los dos ingenieros que hicieron el proyecto, el otro fue Cesar Villalba, cuya propuesta fue aceptada 14 de diciembre de 1929. Incluso antes de que embalse fuese una idea -el salto fue aprobado por Real Decreto de Alfonso XII el 26 de agosto de 1926- ya se había pensado en cruzar el Esla con el ferrocarril haciendo el primer proyecto Federico Cantero Villamil en 1913. En julio de 1934 se contrataron las obras a Mab Jacodson y su coste económico final ascendió a 11.495.193 pesetas. Inaugurado por Franco en 1943, daría servicio a partir de 1952 al ferrocarril Zamora-Orense.

En 1995 se hizo La Galvanera

Una sentencia del Tribunal Supremo de 13 de enero de 1949 obligaba a la Sociedad de Transportes Eléctricos Saltos del Duero a mantener todas las servidumbres sepultadas por el embalse del Esla, lo cual traía consigo hacer el puente de Retalanda en Manzanal. Habrían de pasar casi 45 años hasta que el entonces alcalde Eutimio Contra Galván retomara el asunto y exigía a Iberdrola cumplir con sus obligaciones hasta conseguirlo. Finalmente no se construyó en Retalanda sino junto al de La Galvanera, este si hecho en los años treinta por la hidroeléctrica, para dar un paso adecuado a la carretera a Santa Eufemia del Barco. Tuvo un coste de 97.654.536 pesetas, su longitud asciende a 181,69 metros y se abría al trafico en 1995. Un séptimo paso, el más pequeño, lo levanto la Junta al asfaltar la unión viaria de Manzanal a Santa Eufemia.