Entrevista | Gabriel Pérez Aguado Físico

"En 2054 habrá menos agua en la comarca de Benavente, cultivos que desaparecerán y otros nuevos"

Las temperaturas han subido tres grados de media en 10 años y las precipitaciones han bajado: esto afecta a la agricultura y a la fauna

Aguado junto a la otra estación Davis. La primera se instaló en el Virgen de la Vega en el año 2003. | J. A. G.

Aguado junto a la otra estación Davis. La primera se instaló en el Virgen de la Vega en el año 2003. | J. A. G. / J. A. G.

Gabriel Pérez Aguado (Benavente, 1965) propuso en 2003 al colegio Virgen de la Vega montar una estación meteorológica en la azotea del edificio. Como físico y como profesor era una manera de formar a los alumnos desde el conocimiento y el rigor que aportan los datos. Veintiún años después son dos las estaciones meteorológicas Davis profesionales con todos los complementos de medición instaladas.

El Virgen de la Vega, que colabora con organismos nacionales e internacionales, ha advertido en el último climograma que en Benavente y la comarca hay una tendencia clara y alcista de subida de las temperaturas y de bajada de las precipitaciones. Si esta tendencia se mantiene, dentro de treinta años "habrá menos agua" y probablemente "otros cultivos" diferentes a los actuales. Pérez Aguado cree que el cambio climático afectará a la agricultura, a la ganadería, a la salud, a la fauna y a las plantas, pero opina que la adaptación será también una oportunidad.

–Cuál ha sido el comportamiento de las temperaturas en Benavente y en la comarca en esta última década.

–Hemos pasado de una temperatura media de 11,8 grados hace diez años a 13,6-14 grados. Estamos moviéndonos en este rango. Una media de tres grados más. Es verdad que cada año varía. El año pasado por ejemplo descendieron cuatro décimas con respecto a 2022.

Gabriel Pérez Aguado posando para esta entrevista.

Gabriel Pérez Aguado posando para esta entrevista. / J. A. G.

–¿El año más caluroso a nivel mundial?

–Sí. Pero la tendencia en estos 21 años (el tiempo que lleva registrando datos la estación meteorológica) es al alza. ¿Esto que evidencia? Un cambio climático. Hay que tener en cuenta no obstante que el cambio climático es consustancial al planeta Tierra. No hay un clima que sea estándar. Y la tendencia en las precipitaciones es hacia la disminución. Tenemos un clima mediterráneo con escasez de las precipitaciones y aumento de las temperaturas. Eso es lo que están evidenciando los datos de la estación meteorológica.

–¿Por qué, a su juicio, está creciendo el negacionismo climático pese a las evidencias científicas?

–El científico debe cuestionarse todo. El científico vive de los datos. Por un lado, hay demasiadas subvenciones y ayudas al estudio del cambio climático. Sin embargo, otras voces consideran que los datos no son tan relevantes. Hay que ser escépticos. Hoy en día trabajan muy bien los modelos que son alimentados con ordenadores. Es un programa y el programa puede tener sesgos. Sí, claro que hay evidencia de que estamos ante un cambio climático y que el origen puede ser antropogénico. Pero la variabilidad climática está ahí. Es verdad que hay que mitigar, y hay que limitar de alguna forma el uso de combustibles fósiles que son los grandes elementos de contaminación antropogénica, evidentemente.

Si la tendencia sigue en el cambio de temperatura y la reducción de precipitaciones, toda la actividad humana relacionada con la agricultura y la ganadería, los problemas medioambientales de salud, pues se van a incrementar.

–¿Con los datos y la tendencia actual se mantiene cuál puede ser el futuro climático de Benavente y de la comarca?

–Si la tendencia sigue en el cambio de temperatura y la reducción de precipitaciones, toda la actividad humana relacionada con la agricultura y la ganadería, los problemas medioambientales de salud, pues se van a incrementar. La invasión de especies alóctonas deberíamos tenerla también presente. La mejor forma de saber lo que está pasando es preguntar. Y cuando preguntas a los agricultores nos dicen que las cosechas disminuyen, que se adelantan, que se minimiza la eficiencia de los cultivos. En ganadería ocurre lo mismo. Disminuyen los pastos y hay enfermedades relacionadas con los parásitos. Tiene que ver con el cambio climático.

–Conociendo esta tendencia qué se puede hacer. ¿Prevenir, concienciar, divulgar…?

–¿Prevenir? ¿Informar? Depende del ciudadano, pero una parte sí. ¿Reciclar? El problema está en la política, que tiene su carga ideológica y en muchos casos poco científica. De qué nos valen en Europa todas las políticas de decrecimiento, cuando al menos en Europa somos consecuentes y no somos los mayores protagonistas de la contaminación de gases de efectos invernadero, si China, Rusia, Indias y Estados Unidos están contaminando. Qué pasa que la atmósfera está solo en la vertical de Europa. Las emisiones de estos países influyen y mucho. Es pegarnos un tiro en el pie.

Pérez Aguado observando una de las dos estaciones meteorológicas.

Pérez Aguado observando una de las dos estaciones meteorológicas. / J. A. G.

–¿Con respecto a los avisos científicos los políticos se están comportando como en la película “No mires arriba”?

–Podría ser válido. Mirar hacia abajo y negar lo evidente. Se choca con la política y si en este caso favorece una ideología, por las razones que sea, se apoyan las tesis de los candidatos que la preconizan. Ahora mismo yo creo que la ciencia climática es una religión con todas sus instituciones y sus sacerdotes, sus obispos y sus acólitos. Y quien con comulgue está fuera, no se le ofrece la posibilidad de dudar y de exponer. Se le cancela. El término cancelación está en todos los ámbitos. A los científicos se les cancela también.

–La Confederación Hidrográfica del Duero ha difundido estudios en los que advierte de episodios extremos de sequías e inundaciones.

–Sí, sí. Los extremos. El cambio climático tiende a reforzar este tipo de eventos. Grandes periodos de sequía y luego inundaciones. Lo acabamos de ver. Hemos tenidos dos días de nevadas intensas que bloquean y anteriormente un tiempo bonancible. ¿Qué tenemos que hacer? Pues mitigar y adaptación. Es lo que nos toca como seres humanos. Siempre hemos vivido así. Nuestros antepasados no eran unos ecologistas natos. Vivían con un cierto equilibrio, ¿pero no arrasaron bosques?, ¿no hubo civilizaciones que se vinieron abajo por el cambio climático y todavía no teníamos combustibles fósiles?

–¿Siempre hemos caminado hacia la extinción?

–Bueno, sí, también eso nos dicen siempre. Nos llevamos extinguiendo desde que somos humanidad.

Intento ser escéptico como un pobre físico que tiene a su disposición una estación meteorológica en el colegio como instrumento pedagógico y de investigación. Y bueno, ahí están los datos, que se pueden analizar. ¿Cambio climático? Sí. ¿Origen antropocénico? La mayor parte. Pero también hay que tener en cuenta la barbaridad natural.

–¿Dudar es primordial desde una visión científica?

–Yo intento no estar ni en un lado ni en el otro. Intento ser escéptico como un pobre físico que tiene a su disposición una estación meteorológica en el colegio como instrumento pedagógico y de investigación. Y bueno, ahí están los datos, que se pueden analizar. ¿Cambio climático? Sí. ¿Origen antropogénico? La mayor parte. Pero también hay que tener en cuenta la barbaridad natural. “El Niño”, el Volcán Tonga que hace unos años emitió toneladas de vapor de agua que es un gas de efecto invernadero como el Co2. Hay muchos factores de variabilidad que afectan. La tendencia es creer que la tendencia del cambio climático es el hombre, y a partir de ahí se hacen políticas contra el hombre.

–Las temperaturas medias han subido durante estos años. ¿Has disminuido igual las precipitaciones?

–Hay una tendencia a la baja, pero es más suave y el comportamiento no es el mismo que la curva de tendencia que las temperaturas. Hay años que llueve más y otros menos, pero en relación con las temperaturas se observa un descenso. El climograma marca una tendencia progresiva de las temperaturas al alza y en sentido contrario cuando hablamos de las precipitaciones. Si se combinan ambas y les preguntamos a los agricultores y los ganaderos que tienen sus cultivos en función de sus necesidades, aunque también seguramente beneficie a otros, pues a lo mejor hay que cambiar.

Gabriel Pérez Aguado, en la azotea del Colegio Virgen de la Vega, junto a una de las dos estaciones meteorológicas del centro docente. | |  J. A. G.

Gabriel Pérez Aguado, en la azotea del Colegio Virgen de la Vega, junto a una de las dos estaciones meteorológicas del centro docente. | | J. A. G. / J. A. G.

–¿Cómo afectará a la fauna esta variabilidad?

–Lo que se llama fenología. Cómo afecta el clima al comportamiento de animales y de plantas. Lo mismo que animales que sobrevivían en climas más cálidos ahora pueden migrar hacia nuestra zona, hacia esta comarca. Y el ecosistema se alterará. Habrá más riesgo de incendios por la subida de las temperaturas y más tiempo de recuperación del terreno. Pero también hay que ver las oportunidades. Donde antes no se podía cultivar, a lo mejor ahora se puede cambiar de cultivos. Adaptación y mitigación. Son las monedas que el ser humano tiene en su mano. El hombre siempre va a ser el causante de… Hay tendencias de ciertos ecologistas extremos que lo que hacen es proponer la eliminación del ser humano, vamos a ver, no exterminar a la raza, pero sí una tendencia a que desaparezca para que se conserve el planeta Tierra. Pero vamos, 30 segundos es el tiempo que el ser humano existe con respecto al planeta Tierra, 4.600 millones de años. ¿De verdad 30 segundos van a eliminar un planeta? Pues claro que se debilitará y habrá hambrunas, pero nos tendremos que adaptar. Hay gente que piensa que con el decrecimiento esto se soluciona. Pregúntaselo a los países emergentes. Ir a África y decirles, hay que decrecer. No vais a utilizar combustibles fósiles que os vamos a poner placas solares. A los cinco o seis años no aparece nadie. Hay que mantenerlas.

–¿El científico siempre se va a dar contra la pared de los intereses políticos?

–También el científico se adapta a los intereses. En ello le va el pan de cada día. Entonces habrá científicos que, pues se adapten a las políticas y reciban ayudas, y otros que estén en contra y se les cancele. Habría que dejar hablar a todos y que todos debatiesen y encontrar las mejores soluciones sin que esto nos lleve a una ruina como seres humanos también. Decrecer y volver a las cavernas o buscar alternativas. El ejemplo está en el coche eléctrico. ¿Y la firma ecológica que deja? No contamina acústicamente. No contamina por emisiones. ¿Y todo el proceso de fabricación? ¿Y las baterías? Hay que ser objetivos, críticos y ni ser negacionistas ni ver esto como si fuera una religión.

Los cultivos de regadío, como todavía se riega aquí a manta, van a desaparecer y vamos a tener que aprender de países que gestionan mucho mejor el agua como Israel.

–Con los datos de sus estaciones meteorológicas, ¿cómo estará la comarca dentro de treinta años, en el 2054? ¿Qué escenario viviríamos si sigue esta progresión?

–La ventaja que tiene esta comarca es que tenemos embalses y se recoge agua. Mientras llueva recogeremos. Habrá menos y quizá dispongamos de menor cantidad de agua. Los cultivos de regadío, como todavía se riega aquí a manta, van a desaparecer y vamos a tener que aprender de países que gestionan mucho mejor el agua como Israel. Vamos a tener que aprender esa experiencia porque no se puede seguir como se hace aquí con acequias que pierden agua por todos los sitios o campos que parecen una piscina con diez centímetros de agua. Habrá que adaptarse a la situación y habrá cultivos que desaparecerán y otros que serán emergentes. Hay que ver en todo esto una oportunidad, porque vamos a tener que vivir en este planeta. Decrecer qué significa: empobrecer, pero a qué estamos dispuestos renunciar. Al móvil, a las cámaras, a la tablet… ¿Vestimos de lino? ¿Habrá lino para todos? Estamos en una situación complicada pero el ser humano siempre ha estado al filo de la navaja.

–¿Cuál es la importancia de una sociedad informada, formada y sobre todo, en el caso de la educación de las generaciones más jóvenes y las que vendrán?

–Como docente utilizar estos recursos, las estaciones meteorológicas, aportan datos objetivos sin digerir. En crudo. Ellos tienen que ser críticos. Analizar estos datos. Tienen que conocer y trabajar y adquirir la capacidad de crítica. Si no tienes estos procedimientos no puedes ser crítico, no puedes decidirte. Son necesarios los conocimientos para saber por qué. La formación es importante para tener conocimiento y cuando vean un climograma lo sepan interpretar para después buscar los porqués con mucho cuidado. Luego ya entramos en política y en ideología y hoy en día la política y la ideología están entreverados. Empapa todo y es muy difícil salirse. Los chavales tienen que aprender a ser críticos. A discriminar de un lado y de otro y tomar una decisión coherente con el conocimiento.

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