Benavente reivindica su papel en la unión de los reinos de León y Castilla en el 1230

La Sala del Artesonado del Parador de Turismo Rey Fernando II de León de Benavente se quedó pequeña para albergar el interés de vecinos de Benavente y de la provincia de León por acercarse al acto conmemorativo de la «Concordia de Benavente 1230». Una iniciativa de la Concejalía de Fiestas y Turismo de Benavente motivado por el cumplimiento de casi 800 años del acuerdo por el cual se comienza a fraguar el proceso de unión bajo una misma corona de los reinos peninsulares. El acto contó con la intervención de varios expertos en la materia como José Ignacio González Ramos, Rafael González y Eduardo Fuentes Ganzo, que participaron además en una interesante mesa coloquio moderada por el historiador Fernando Pernía.

En la Concordia se firma el acuerdo tras la muerte de Alfonso IX de León mediante el cual su primera mujer, Teresa de Portugal, renuncia a los derechos que sus hijas Sancha y Dulce de León tenían al trono de León en favor del rey de Castilla, Fernando, quien fue hijo de Alfonso y de su segunda mujer, Berenguela. Sería un 11 de diciembre de 1230 cuando la Concordia de Benavente haría efectiva la unión definitiva de los Reinos de León y Castilla en la persona del monarca Fernando III.

Comenzó la exposición el profesor José Ignacio González quien de un modo esquemático explicó cuál era la situación previa a la concordia de los dos reinos. Señaló González las diferencias territoriales pero se refirió a otros factores que contribuían a que estos dos reinos se «estuvieran dando la espalda en cuanto a su organización». Como un factor geográfico «determinante»; «un factor histórico»; la concepción patrimonial por parte de los reyes, los nobles y la política matrimonial y el papado. «Los matrimonios son instrumentos diplomáticos», señaló.

Hizo referencia también a las «afinidades» de los dos reinos. «Un pasado reciente prolongado en el tiempo, con una monarquía común, un desarrollo institucional similar, el nacimiento de las órdenes militares hispánicas o elementos culturales afines, un desarrollo de un número importante de villas en zonas próximas en la línea fronteriza. En ese contexto algunas de esas villas dan contenido a diversos acuerdos durante el reinado de Alfonso IX».

Proceso fundacional de Benavente

El historiador Rafael González tomó después la palabra, para hablar del proceso fundacional de Benavente. Recordó un «cambio importante» en el año 1168 en que lo que era el antiguo castro de Malgrad pasa a llamarse Benavente. «En esa fecha el rey decidió el cambio oficial del nombre y a partir de ese momento siempre va a aparecer Benavente en los documentos». Se refirió González al importante y destacable crecimiento de Benavente y mostró las diferentes parroquias existentes.

También como núcleo estratégico hizo referencia a la importancia de los puentes que se van a construir, como el de Castrogonzalo sobre el Esla. «Fundamental para comunicar Benavente con toda la Tierra de Campos» y el puente de la Ría de don Felipe «que permitía la comunicación de la ciudad con los territorios de Sanabria y el valle del Tera. Hacen de la ciudad un núcleo de comunicaciones».

Ese núcleo en el que se va a convertir Benavente tiene su importancia en la Concordia.

Nueve cláusulas

Fuentes Ganzo, por su parte se refirió al acuerdo de la Concordia propiamente dicho e hizo referencia al papel protagonista en las negociaciones de Berenguela, con «habilidades políticas y diplomáticas, que era muy astuta», y también de Teresa, la otra reina viuda.

Fue narrando las nueve cláusulas recogidas en la Concordia, como la de la salvaguardia y explicó que este acuerdo jo juran sobre los santos evangelios. «El rey se obliga por él y sus herederos. Y Berenguela suscribe y se obliga también».

Recuerda el historiador que Benavente era un concejo muy pujante se hizo referencia a otros hitos históricos que acontecieron en Benavente como las Cortes o la celebración de la curia.

Siguió después una mesa coloquio con los presentes.

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