La Mancomunidad Órbigo-Eria, de la quiebra al superávit en cuatro años

La Mancomunidad Órbigo-Eria tenía una deuda en 2019 de 170.000 euros. Su situación económica era tan preocupante que el servicio estuvo a punto de pasar a manos del Consorcio Provincial. Sobre ella se cernía la "quiebra técnica".

El camión de la basura estaba parado. Sufría averías constantes y generaba notables gastos de reparación. Además, el padrón fiscal de los 16 núcleos de población que integran la mancomunidad no estaban al día. Muchos recibos no llegaban a los domicilios, lo que al año suponía un menoscabo recaudatorio de 7.000 euros.

Ayer, los municipios de la Mancomunidad (trece ayuntamientos mayores y tres localidades pedáneas) votaron por unanimidad de los asistentes a la sede de la agrupación en Villabrázaro la renovación de la alcaldesa de Santa María de la Vega, María Josefa Fuentes. El alcalde de Villaferrueña, Gregorio Fernández, fue elegido vicepresidente.

En estos cuatro años, la Mancomunidad ha puesto al día el padrón de contribuyentes. Ha conseguido también un nuevo camión de recogida de residuos de 17 toneladas planificando las rutas para ahorrar en combustible, y ha puesto en marcha la recogida de voluminosos y de aparatos electrónicos, chatarra que le reporta 83 euros por tonelada, dinero que parcialmente le permite costear el traslado de residuos de gran volumen. También ha podido adquirir una plataforma.

Las cuentas a día de hoy arrojan una liquidez de 50.000 euros, según explica Fuentes. "No ha sido difícil, pero había que mejorar la gestión", señala. La presidenta de la Mancomunidad proyecta a hora una modificación de los estatutos para ampliar las posibilidades de prestación de servicios.

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