El Partido Popular se dio cuenta de que el chalé de Mañanes se había convertido en un problema grave para el Ayuntamiento de Benavente y para el partido el 18 de noviembre, cuando el alcalde confirmó que había recurrido en los tribunales el acuerdo de la Junta de Gobierno que rechazaba su recurso de reposición y ordenaba la demolición de lo construido. El PP inició una estrategia para que Mañanes abandonara la Alcaldía sin pedírselo confiando en que el regidor apreciaría la imposibilidad de mantenerse en el cargo tras denunciar a su propio Ayuntamiento por un asunto personal, que además constituía una infracción urbanística grave, mientras simultáneamente firmaba otras órdenes de ejecución en casos similares.

Al día siguiente, el PP, en la idea de que Mañanes entendería el mensaje, le apartó públicamente de la toma de decisiones sobre su chalé en una confusa rueda de prensa en la que inicialmente se esperaba su presencia y en la que terminó compareciendo el presidente local del PP, Juan Dúo. Los populares optaron por no tensar la cuerda creyendo que Mañanes comprendería que no podía seguir en el cargo. Pero no resultó así, si no todo lo contrario. Media docena de fuentes populares y otras adicionales confirmaron todos estos extremos y los que vienen a continuación.

El 3 de diciembre, una rueda de prensa inesperada convocada por Mañanes en el Centro Cultural Soledad González durante una visita de la presidenta de las Cortes, disparó todas las alarmas en el PP provincial. Su comparecencia pilló por sorpresa a todos los cargos políticos presentes. La dirección del partido, que había prohibido al alcalde tratar de su asunto en espacios municipales, no tenía conocimiento tampoco de que Mañanes iba a hablar. El alcalde arremetió contra Román Ávila, el denunciante de su chale, reabriendo el debate y centrando de nuevo los focos sobre el problema de su chalé. El PP decidió entonces pedirle expresamente que renunciara al cargo.

La petición de dimisión se produjo el 14 de diciembre. El presidente local del PP, Juan Dúo, le comunicó en la sede de Juan Carlos I que el caso de su chalé era insostenible y que el partido quería que renunciara al cargo. Dúo le emplazó a un encuentro el día siguiente con el presidente provincial. Mañanes pareció aceptar su salida comprometiéndose a abandonar "dignamente" la Alcaldía antes de acabar el año. Al día siguiente, Mañanes y Dúo se reunieron con Fernando Martínez Maíllo en Zamora. Mañanes comenzó negando que hubiera aceptado dimitir, aunque finalmente terminó plegándose a la petición en una reunión que pasó por momentos de tensión. Ese día, 15 de diciembre, Mañanes se comprometió a renunciar a la Alcaldía antes de finalizar el año, o en la primera semana de enero a más tardar, en cualquier caso antes de formalizar el recurso. El PP no estaba dispuesto a permitir la imagen de un alcalde entrando en un Juzgado para actuar legalmente contra su Ayuntamiento para defender un asunto personal. Días después fueron informados todos los concejales del equipo de Gobierno.

Entre el 15 y el 31 de diciembre, el PP le recordó en varias ocasiones a Mañanes el acuerdo alcanzado. El último día del año, el alcalde compareció en una rueda de prensa para hacer balance de gestión del ejercicio. Sonó a despedida, pero cuando se le preguntó si había pensado en dimitir o si se lo había pedido el partido, contestó que no a lo primero, y que no le constaba a lo segundo. Pasada la primera semana de enero, ante la demora de Mañanes en renunciar al cargo, y ante el malestar público y político por la situación de su chalé, Martínez Maíllo forzó el encuentro del pasado lunes y dio una semana a Saturnino Mañanes para anunciar que se va.